Episodio 4.

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Re — subido.

— ¡Jimin, Jimin...! — gritó Jungkook, bajando por un grupo de rocas que le hicieron resbalar, creando un polverío y que se raspara las manos — ¡Mierda...! — enfureció, mirándose las manos, un poco rojas y con algunos puntos con sangre, comenzando a escocer.

Nervioso y preocupado, continuó corriendo loma abajo, poco importándole si perdía el equilibrio, su cabellos negro moviéndose a la par.

— ¡Jimin! — corrió cuando vio el auto en medio de unos árboles, totalmente quebrado, mientras soltaba humo.

Corrió con todas sus fuerzas, agitado, llegando junto al desastre y agacharse a ver el auto volcado, viendo por la ventanilla el cuerpo del rubio colgando del cinturón de seguridad, inconsciente, de cabeza.

Quitándose la prenda superior, la envolvió en su brazo, mientras tomaba aire y metía el codo contra la ventanilla, haciéndola trizas mientras quitaba la tela y abría con trabajo la puerta, casi metiéndose dentro del auto volcado.

Cuando luego de unos segundos pudo, la abrió y gateó hasta el cuerpo desmayado, metiendo una de sus manos por detrás de la nuca del chico, y con la otra mano zafar el cinturón, aguantando las piernas que cayeron rápidamente abajo, y como pudo, empezó a arrastrarlos fuera, con lentitud pero con miedo a que el auto explotara en cuestiones de segundos.

— Dios... — murmuró, colocándose de pies y cargar al chico, ahora sintiéndolo tan pequeño y frágil, delgado
— Contesta Jimin, contesta — insistió el mayor, corriendo fuera del auto, alejándose.

Unos metros más adelante, la estruendosa explosión le tomó por sorpresa, enviándolo al suelo junto con el otro cuerpo, golpeándose ambos.

Gruñendo mientras soltaban gemidos de dolor, se sentó, con el cuerpo del rubio cerca suyo, desmoronado, y sacó su teléfono móvil que comenzaba a sonar entre el bolsillo de su pantalón.

— ¡Jungkook, ¿dónde estabas?! — escuchó el grito de preocupación de Yugyeom en cuanto levantó la llamada
— ¡Acá todos estamos preocup...! —.

— ¡Yugyeom, Dios...! — lo interrumpió Jungkook, sintiendo la respiración de Jimin en su dedo, cuando lo llevó a la nariz del chico — ¡Nos asaltaron, estoy en algún lugar, pero no sé! — intentó explicarle.

— ¿De qué hablas? — preguntó el otro — Cálmate y explícame dónde estás — le pidió.

— ¡No lo sé, mierda! — se desesperó, mirando a todos lados — Búscalo por mi ubicación, no sé, pero ahora, Jimin está mal — miró el cuerpo inerte sobre la tierra, lleno de golpes y algunas partes del antes perfecto traje negro, ahora roto y sucio.

— Ok, te buscaré, espérame allá, y no te muevas — le dijo, antes de colgar.












































— ¡Acá! — se puso de pies, levantando sus manos cuando vio un auto acercarse a toda prisa, y detenerse delante, a unos metros — ¡Acá, Yugyeom! — gritó, volviendo a agacharse ante el cuerpo inconsciente.

— ¡¿Jungkook, estás bien, amor?! — preguntó el peliplata, saliendo del carro para correr hacia los otros dos — ¿Qué sucedió? — se agachó, ante su novio y el otro.

Lost {KM}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora