Extra. -

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Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, unos... ¿Cinco años? Quizás. ¿Cómo has estado?, ¿tu nuevo hogar es de tu gusto?, ¿qué tal los vecinos? Espero que ya no tengas los mismos problemas como antes, como cuando discutias con la vecina de al lado porque su pequeño felino se escapaba para ir a nuestro hogar a pasar el rato o días completos, a decir verdad, porque tú, te adueñabas, 'lo secuestrabas'. Siempre te comportaste como un niño... Uno demasiado bonito en todos los sentidos.
En fin, perdón por no haberte regalado una mascota o haberme puesto de acuerdo contigo para tener una, es que sentía que eras demasiado descuidado para tenerla, además, tú siempre fuiste como un gatito. Piénsalo un poco, nuestra casa habría sido un desastre.

Han sido unos años muy largos y agotadores, lo sé, no es mucho tiempo para ti pero yo siento que todos éstos meses, todo éste tiempo, ha sido una eternidad, demasiado doloroso para mi gusto, ya nada tiene sentido desde que te fuiste de mi lado porque ha pesar de todo, porque a pesar de que te fuiste sin más, sin importarte mis malditos sentimientos en aquel entonces, sin importar lo mucho que me destrozaste, te sigo amando. Te sigo amando con cada pequeño átomo de mi cuerpo, con todo mi ser.
Inclusive, a pesar de que nunca fuí creyente en un Dios, no tienes idea de las veces que le rogué a esa jodida divinidad que te regrese a mi lado, que vuelva todo como estaba antes.

La casa ya no es la misma sin ti... Ni siquiera soy capaz de mudarme a otro sitio porque aún tengo la esperanza de que vuelvas. No soy capaz de mover tu ropa del placard, todas tus cosas aún siguen allí tal cual las dejaste. Deberías felicitarme por eso, ¿no crees? Inclusive, aún nuestras fotografías, tus cámaras, tu 'arte' sigue por todas las habitaciones, eso me regala aún algo de tu esencia. Tu perfume aún sigue impregnado en cada rincón, es tan molesto, ¿sabes? Como pretendes que te olvide, sí no me ayudaste a hacerlo, simplemente me dejaste a mi suerte y con tu presencia molestándome las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Pero... Sabes, no te puedo odiar, es más, se que no ha sido tu culpa todo ésto, las cosas resultaron de ésta forma de un segundo para otro. No puedo culparte... Te amo. Te amo tanto que me hiere, no tienes idea de cuanto amaba ver tu hermosa sonrisa por todo, esa sonrisa que deleitaba cada partícula de mi corazón, esa sonrisa que era pura inocencia. Esa maldita sonrisa... La extraño. ¿Podrías sonreír una última vez para mí?, ¿por favor...?

JiMin, se que es estúpido venir a decirte todo ésto ahora, bueno, siendo sincero no sé como expresar todo lo que has provocado en mí y en mi vida, no soy capaz de decirlo en palabras o siquiera plasmar en papel todo lo que te amo, todo lo que te adoro, maldita sea.

JiMin... Cásate conmigo, por favor... ¿Quieres casarte conmigo? Por favor... Vuelve, seamos lo que eramos, vuélveme a alegrar la vida con lo más mínimo como lo hacías, por favor, te necesito a mi lado, ya no puedo seguir con ésto, me duele respirar, me duele el alma. Ya no lo soporto, necesito que vuelvas a abrazarme y a decirme que todo estará bien, necesito tus consejos, tus abrazos, aunque sea, escuchar tu risa o tus regaños... No tienes idea de cuanto te extraño. Por favor, vuelve, cásate conmigo.

El papel que yacía en las manos del chico, ya no era más que una carta arrugada y manchada por las lágrimas, había escrito todo aquello con lo poco de cordura que le quedaba.

— Lo siento, cariño, no soy bueno escribiendo, no sé hacerlo, pero por favor... Regresa conmigo, vuelve y dime que todo fué una mentira, que sólo habías ido de viaje y que sólo fué una equivocación. —Mientras el mayor de los dos se secaba las lágrimas con desespero y torpeza de las mejillas, dejó aquello que le había costado tanto leer y sacó un pequeño estuche de uno de los bolsillos de su abrigo.— Mira... Aún conservo nuestros anillos. Perdón por no habértelos dado antes de que te fueras, pero de verdad esperaba hacerlo para nuestro aniversario. De verdad quería que te casaras conmigo, de verdad quería que formaramos con el tiempo nuestra 'familia chiquita' como decías tú. —Como sí fuera de un material ajeno y delicado, había comenzado a dar breves caricias en la placa, para el pelinegro, aquello era como una tortura, tocar esa lápida más bien le causaba dolor, un dolor que era inexplicable.— Park JiMin, prometo que en mi próxima vida, voy a casarme contigo, porque en ésta, ya no te puedo tener conmigo, por favor, espera por mí. Es una promesa. —

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Spring day | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora