¿Si te dijera quien soy realmente me amarías como lo haces ahora?. Me escondo detrás de una máscara, no me conoces, solo ves lo que quiero que veas, porque si supieras la verdad no dudarías en ponerme una bala en la cabeza.
✓ Contenido sexual
✓ Vio...
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-¿Qué pueden decirme? -dije automáticamente cuando atendí la llamada, por el nombre de contacto ya sabía quien era.
-Cuando llegamos a la casa no encontramos a Park Jimin, solo un cuerpo en la sala, las facciones y caracteristicas coinciden, señor. El rostro está desfigurado, imposible de reconocer, la altura debe rondar por 1,75.
-Traten de arreglar la casa medianamente que tendré que ir en unas horas, necesito que estén atentos a todo.
-No se preocupe. -dijo la voz del otro lado de la linea y yo corté la llamada.
Mi mente iba a la velocidad de la luz tratando de recordar cualquier cicatriz, lunar o algo que diferenciarse a ese cadáver de Jimin, no es mentira lo que dicen, en el momento en que lo necesitas no recordas esas pequeñas cosas que crees insignificantes.
¿La desesperación por tenerlo a Jungkook había llevado a Yoongi a asesinar a su amigo?. Eso no podía ser posible, no Yoongi, un chico serio y frío, pero agradable.
-Los quiero tanto chicos -dijo Jimin en el momento menos esperado por lo que Yoongi y yo giramos a mirarlo.
-¿Y eso? Es raro que digas que nos queres -dijé mientras ordenaba los papeles en mi oficina.
-Está en modo cariño de hermanito -dijo Yoongi riendo- Tranquilo Jiminnie, yo también te quiero.
-Eso es todavía más raro. ¿Se van a morir y no me dicen?. -pregunté.
-No seas tan duro Tae, hablando en serio, son mis mejores amigos, los quiero chicos. -mencionaba Yoongi con una gran sonrisa mientras palmeaba nuestras espaldas- Sentí que debía decirles, nunca sabemos cuando podríamos separarnos, nadie sabe que puede pasar en nuestras vidas mañana. Solo sé que ambos son mis mejores amigos, sería capas de matar por ustedes.
Los observé mientras se abrazaban y compartían una sonora risa por lo melancólicos que nos habíamos puesto, Yoongi ya sabía de mi escape a Estados Unidos y Jimin lo sospechaba.
Pensar que ahora quería matarnos a nosotros era difícil de asimilar.
Mis ojos se perdieron en el suelo de alfombra bordó con fibras finas, podía escuchar una voz de fondo, parecía ser de Jungkook, pero me sentía tan ido de esa habitación, como si mi mundo empezara y terminara en la descripción que mi seguridad me dio a través de la linea telefónica.
-¿Qué pasa Taehyung? Por favor decime algo. -su tranquilidad me inquieta.
-Jungkook necesito que te vistas, tenemos que irnos. -le dije levantándome de la alfombra para vestirme, pero su mano en mi pecho me frenó en seco.
-Tae... decime qué pasa. -sus ojos se iluminaban del miedo- Yo sé de lo que es capas Yoongi, no necesitas protegerme.
-Sentate. -me hizo caso y me miró atento- Hubo un problema, no encuentran a Jimin, tampoco a Min. Pero tranquilo, mandé a personas por él, todo va a estar bien.
