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The Teacher (2/2)

— ¡¿Y usted cree que no se eso?! — grita de repente, el shock y la tristeza dando paso sin aviso a la ira, y la descarga sin poder evitarlo contra quien sabe no tiene la culpa — Yo siempre uso protección, no soy idiota.

— No hace falta alzar la voz, señor Do, realmente estoy aquí para ayudar. No lo estoy juzgando, solo sea sincero conmigo — habla con paciencia el doctor, probablemente acostumbrado a situaciones similares.

— Lo soy, siempre he tenido cuidado — insiste el joven estudiante, cayendo apenas en la cuenta que sí, siempre era cuidadoso. Joder, si hasta le ponía el condón a su ex como si le estuviese regalando un vestido a su pene ¿Cómo podía él tener una ETS si nunca tuvo relaciones sin protección?

— Yo nunca he tenido relaciones sin protección — dice en voz alta, cayendo en la cuenta de que es verdad. Nunca, desde que le entregó su virginidad a Jongin, ha tenido relaciones sin protección. Su padre lo educó bien.

— No necesita mentirme, señor Do, usted... — repite antes de ser interrumpido.

— ¡No! Usted no entiende, le digo la verdad. Tiene que haber un error en esos resultados — insiste con desesperación.

— Escucha, la negación es una respuesta cognitiva esperada, pero... — intenta razonar el doctor.

— ¡No! ¡Escucheme usted! ¡Le digo que tiene que haber un error! — grita exasperado — Puedo contarle todas las veces que he tenido sexo ¡desde la primera! Y ninguna ha sido sin condón — sentencia con entera convicción, aprovechando el momentáneo desconcierto del doctor para arrebatar de sus manos la hoja de resultados.

Sus ojos van primero a la parte resaltada con amarillo y efectivamente se indica algo por fuera de los límites sanos. Lo cual asume es el indicativo de que tiene aquella enfermedad.

Luego se fija en la parte de arriba de la hoja para ver su nombre, habiendo esperado el de alguien más y que los resultados no fuesen suyos...

— ¡Estos resultados no son míos! — Grita eufórico, haciendo saltar a su joven médico — Este no es mi tipo sanguíneo — le dice, señalando en la hoja el claro error — Las muestras fueron cambiadas, estos resultados no son míos, debe creerme — suplica, no sabiendo si es para convencer al doctor o a sí mismo.

— ¿Qué? — Pregunta tomando de vuelta el documento. Lee con detenimiento el apartado donde se ubica el tipo sanguíneo del paciente — Dice que usted es AB — expone.

— Pues mi tipo es A. Esos no pueden ser mis resultados — Responde con más calma.

— Deme un minuto — pide el joven doctor, levantándose de su asiento con premura y saliendo de la sala de consulta con rostro preocupado y paso rápido.

No es que pase seguido, pero cuando ocurren errores de ese tipo, no le cuesta descubrir el descuidado culpable.

Y no más de cinco minutos después, un apenado chino entra a la sala de consulta ya en posición de reverencia, pidiendo mil disculpas en rápida sucesión, en todos los idiomas que conoce.

El doctor lo presenta como Zhang Yixing, uno de los enfermeros y el más despistado de todos. Kyungsoo quiere enojarse y gritar, quiere hacerle entender a ese hombre lo que su tonto descuido acaba de hacerle pasar, porque por mucho que el doctor insistiera en que su vida no estaba necesariamente en riesgo inmediato, él se sentía morir.

De verdad quería maldecir con todas las palabras mal sonantes que conoce, y no es por lastima que no lo hizo.

En ese momento, la calma inundó su mente, la tranquilidad de saberse sano no sólo a sí mismo sino a tres hombres diferentes.