II

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I wanna live fast and never look back, it's what we here for

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El sitio puede ser algo oscuro pero ha logrado ver la cara anonadada de la bartender y de su acompañante. ¿Qué acaso no ve que le está tendiendo un billete para que haga su única labor? ¡¿Es que acaso le iba impedir quedar ebria hasta el piso?! ¡Su trabajo era lo opuesto!

La mujer pelirroja de curiosa antena asiente y va directo a hacerle otro ron con coca cola. Ya no le pregunta si lo quiere con hielo porque sabe respuesta, después de todo, con esta serían cuatro veces las que pregunta.

Ya ha perdido de vista a Gilda, a Nat y a Don, pero tampoco es como si le importara mucho en estos momentos.

—Aquí tienes. —anuncia la muchacha de la barra entregándole un vaso nuevo.

Anna lo agarra como si su vida dependiera de ello.

—Gracias. —musita y recibe una pequeña sonrisa por parte de la otra joven.

Uno, dos, tres, y para adentro. El trago helado se desliza por su garganta como gloriosa cascada y algunas gotas se derraman sobre sus labios.

Por los parciales.

¿Saben que le caería bien a esa deliciosa bebida?... Un poco de clorox.

La rubia se limpia los resto húmedos con una servilleta que la bartender le dio; sin embargo siente una fuerte mirada a su costado.

Anna sube sus ojos hacia una sombra alta de pelo color negro. ¿Qué tanto la mira? ¿Acaso también le mira con asco por seguramente tener la peor calificación en la historia de la medicina? ¿Qué se puso nerviosa en ese examen escrito que más parecía una biblia con sus ocho putas hojas para rellenar?

No tiene idea sobra  si debería saludar o solo ignorarlo, o quizá el sujeto miraba a otra persona. No sabe y no quiere enterarse.

—Hola.

Pero tampoco esta en sus cinco sentidos.

El chico azabache le mira fijamente, tanto como para convertirse en un tembloroso flan. ¿Y si era un traficante de futuras doctoras? —Ah, eso sí es que aprobaba el semestre.

—Hola. —le contesta y su voz es muy varonil.

La verdad es que no esperaba que el sujeto le respondiera. ¿Y ahora que hacía? ¿Le preguntaba su día o solo se iba de su cómodo lugar en el asiento?

—¿Sabes donde esta el baño?

Sí damas y caballeros, Anna aun tiene la suficiente dignidad como para iniciar una charla de forma natural.

El joven, que parece beber una lata de cerveza, señala con su dedo hacia el otro extremo de discoteca.

—Por ahí, pero tendrás que hacer fila.

—Rayos.

—¿Cuál es tu nombre?

¡Ja, ahí está! Naturalidad ante todo, señoritas.

Viernes de fiesta [RayAnna AU Fic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora