La vida es ruidosa a su alrededor. La música, las luces de colores destellando alrededor de la habitación, los cuerpos doblándose y descendiendo a tiempo con el ritmo que resuena a través de la habitación. El sabor del alcohol es fuerte en su lengua y se filtra lo suficiente en su sistema, que la tensión se ha alejado de sus músculos y en su lugar, le permite a la música fluir por sus venas.
Él se mantiene quieto, asimilando todo.
Han pasado años, alrededor de siete, desde que Jeongguk se aventuró a ir por última vez, a un club como este. No le tomó mucho el ser convencido. Yoongi lo mencionó a principios de la semana, una celebración de su primer fin de semana en años siendo libre de niños, y después de algunas noches de estar solo en un hogar que es demasiado grande para una sola persona, Jeongguk aceptó.
Él se enfoca en las extremidades desnudas frente a él, en los cuerpos que se mueven detrás de las jaulas, sentados sobre mesas altas. Es erótico la forma en que se mueven, en que sus muslos se abren y sus culos se redondean contra los barrotes, en cómo sus ojos se oscurecen cuando miran a los espectadores sin realmente enfocarse en ellos.
No es el ambiente de Yoongi, por lo que Jeongguk se sorprendió cuando recién entraron al club. Pero él lo entendió en el momento en que vio la cara familiar de Jimin en la multitud.
Hubo un tiempo en el que Jeongguk visitaba estos clubes con frecuencia, tan a menudo, que el personal lo conocía por su nombre y le tenían una bebida esperando por él para cuando él llegara. Pero después de un bebé y de un negocio, él no ha tenido tiempo de volver.
Hay una regla entre él y Ji-hu. Cena todas las noches. Él no puede perdérsela y él no dejará a Ji-hu hasta que esté profundamente dormido, pero luego está demasiado cansado como para pensar siquiera en salir con alguien.
"Jeonggukkie", Yoongi resopla en su oído. Él gira su cuerpo para hacerlo, pero mantiene un brazo flojo alrededor de la cintura de Jimin. "Te ves constipado".
Jeongguk resopla con una risa incómoda, sorbiendo su bebida una vez más. Él no está tenso, no en realidad. Se siente un poco nervioso, pero de una buena manera. Su piel se calienta cada vez que el hombre que baila frente a él se inclina, y sus dedos pican con ganas de moverse sobre los músculos que bailan en su culo, pero no es nada demasiado serio.
Ha pasado aún más tiempo desde que Jeongguk sintió el calor de otro cuerpo contra él, enredado con él, y su polla ser tocada por alguien más que él mismo, pero no es gran cosa. No es algo de lo que él pueda morir, pero ahora la excitación lo atraviesa rápidamente por cosas simples, como si fuera un virgen ruborizado.
"Estoy bien, hyung, lo prometo", dice Jeongguk, pellizcando la mejilla de Yoongi.
Los labios de Yoongi se separan para decir algo, pero se vuelven a cerrar ante la repentina acción de Jimin, alejándose de su regazo. Los ojos de Yoongi lo siguen con corazones siendo disparados de ellos, a través de la multitud, para aterrizar en Jimin.
"Hombre, yo que te lo digo, tengo tremenda erección en el corazón", suspira Yoongi hundiéndose en el lujoso sofá en el que se sientan, mientras observa a Jimin correr hacia un grupo de personas que se dirigen hacia ellos.
Jeongguk resopla en su bebida. "¿No le dijiste a Hobi que íbamos a estar "embolsándonos a unas perras" esta noche? ¿Es esa una jerga para suspirar por Jimin y embolsarse nada más que una verdadera erección y un corazón roto? No estoy del todo actualizado con la jerga, estos días".
Yoongi entrecierra los ojos amenazadoramente, mientras arrebata la bebida de Jeongguk. "No seas odioso", se queja él entre dientes antes de tomar la bebida, y deslizarla sobre la mesa frente a ellos. "Fue Hoseok quien dijo eso, no yo. También dijo que tú necesitas acostarte con alguien porque ya no puede manejar más de esas llamadas telefónicas tuyas a las 2 a.m. llorando sobre lo vacío que está el apartamento".