"Deberías quedarte aquí."
Jimin se ríe por lo bajo ante la inocencia de Jeongguk. Está en sus ojos, mezclado con la preocupación y el sueño que aún se aferran a él. Es una oferta genuina, pero Jimin nunca podría aceptarla.
"Estás a salvo aquí".
Él lo está, lo cual es el por qué que Jimin se ha entretenido alrededor de la cocina en lugar de caminar por la puerta principal como lo había planeado. Él necesita llegar a casa pronto, antes de que llegue Bobby, pero se da cuenta de que es como si un muro de ladrillos hubiera crecido entre él y la puerta principal.
Y hay una cuerda que lo ancla a la figura dormida que está escondida entre una pila de edredones en una de las habitaciones de Jeongguk.
"Es dulce de tu parte Gukkie bebé, pero sabes que no puedo", dice Jimin, dándole una sonrisa suave. No es genuina, pero Jeongguk no necesita saber eso. "El deber llama."
Jeongguk no trata de ocultar el ceño fruncido que arrastra sus rasgos hacia abajo, por lo que Jimin toma la taza en su mano y se la quita, no queriéndolo ver.
Taehyung le ha dicho cuán terco puede ser Jeongguk, y él no quiere estar en el lado receptor de ello.
Él se mueve en la dirección opuesta a la puerta, pero Jimin se dice a sí mismo que solo quiere asegurarse de no dejar nada atrás. No tiene sentido mentirse a sí mismo, y está seguro de que tanto Jeongguk como Yoongi saben por qué es tan difícil para él irse.
Él está dejando atrás su corazón, pero Yoongi lo ha tenido por tanto tiempo que él está acostumbrado a vivir sin él.
La habitación de invitados está bastante oscura con las cortinas cerradas, pero Jimin es guiado por los suaves ronquidos desde la esquina de la habitación, donde Yoongi yace como un cangrejo enterrado en la arena.
Jimin coloca la taza en la mesita de noche mientras se sienta en el borde de la cama. La luz del pasillo deja entrar la suficiente luz para que Jimin vea el contorno de la cara de Yoongi, sus ojos cerrados y sus labios abiertos.
Él es hermoso, y venir a donde Jeongguk han sido los peores y los mejores días que él ha tenido en mucho tiempo. Los peores, porque Jimin tuvo una probada de todo lo que él quería y no podía tener. Tocó a Yoongi hasta que sintió que sus huellas dactilares se caían de su piel, se quedó dormido a su lado solo para despertarse con él envuelto alrededor de su espalda.
Un somnoliento, y balbuceante Yoongi en la mañana haciendo pucheros con una taza de café, es un Yoongi que él no ha visto mucho desde la universidad. Verlo molestar a Jeongguk y que su rostro se convierta como un faro durante la tormenta, cuando video-llamaron con Ji-hu. Sentirse seguro y con ganas de cada toque que ha recibido.
Él sabía que lo había extrañado, simplemente no se dio cuenta de cuánto.
"Adiós, chico enamorado", tararea Jimin, alisando la palma de su mano sobre la frente de Yoongi. "Te amo."
Haberle dicho a Yoongi que Bobby quería que él fuera un cliente, había sido un error. Jimin siempre ha sido bueno jugando a fingir, pero no con Yoongi. Eso lo hace sentir miserable, y él no sabe qué está planeando Bobby, si es seguro para Yoongi jugar a cualquier juego que él esté armando.
Él nunca quiso involucrar a Yoongi. Ese solía ser su secreto, uno fácil de ocultar a sus compañeros de clase y compañeros de cuarto de la universidad. Hoseok fue el primero en sospecharlo, bromeando sobre la desaparición de Jimin por la noche, para ir y dirigir el Barrio Rojo. Era fácil reírse, tan fácil como enterrar sus sentimientos por Yoongi en el fondo de su pecho.