Taehyung pasa una mano apreciativamente sobre el metal elegante del coche, admirando las esquinas y los recovecos del frente, que lo hacen parecer salido de un videojuego. Él mantiene su toque ligero como una pluma, aterrorizado de poder poseer la fuerza suficiente como para arruinar un artículo tan caro.
Él no puede dañarlo, lo sabe. Pero había endurecido todos los músculos de su cuerpo mientras estaba adentro para no rasgar el interior de cuero, y ahora tiene miedo de dejar una huella dactilar detrás de su paso.
"Fue un regalo", explica Jeongguk sonriendo con cariño, mientras desliza su mano sobre el techo de su auto deportivo. "De mi padre. O un soborno, supongo. Yo no estaba demasiado ansioso por hacerme cargo de la compañía".
"¿Por qué no?" Pregunta Taehyung, alejando su atención del automóvil para admirar a Jeongguk en su lugar. El otro hombre mira con cariño el coche, con sus dedos siendo tan delicados sobre el metal, como los de Taehyung.
"No me gustan los cigarrillos", responde Jeongguk sencillamente, levantando los ojos. Él deja de tocar el auto para tocar a Taehyung en cambio, o intentar hacerlo, mientras su mano fantasma sobre su mandíbula sin que sus pieles se toquen.
Taehyung se frota contra el toque, sonriendo. Jeongguk está lo suficientemente cerca como que para que, con solo otro paso, pueda presionar a Taehyung contra el auto con su cuerpo, y Taehyung quiere que él lo haga. "Entonces, ¿por qué me dejaste fumar en tu apartamento?"
Jeongguk se encoge de hombros, frotando el pulgar sobre la mejilla de Taehyung. "Es un poco hipócrita decirte que no puedes fumar, cuando yo hago parte de la razón por la que existen esos cigarrillos".
"Si no dirigieras la empresa, alguien más lo haría", suspira Taehyung. Él se presiona hacia adelante, hasta que solo hay un aliento de espacio entre sus cuerpos. "Ahora, ¿estás listo para comprar comestibles? ¿O me vas a empujar contra este auto y me follarás frente a todo el estacionamiento?"
Taehyung sonríe ante la forma en que la mandíbula de Jeongguk se afloja por un momento. Con la distracción, Taehyung lo empuja más allá de él antes de que su cuerpo lo traicione, y trate de convencer a Jeongguk de que solo le haga eso.
La tienda se ve más ocupada de lo que debería estar, basados en los autos en el estacionamiento, pero la encuentran bastante vacía de clientes cuando entran. Jeongguk luce visiblemente incómodo cuando Taehyung le entrega un carrito, con ojos expectantes.
"¿Qué te gusta comer? Así sé qué conseguir".
"Consigue lo que tú comprarías", dice Jeongguk sin dudar.
Probablemente esa no sea la mejor respuesta a la pregunta de Taehyung, ya que no poco después, el carrito está lleno. Solo están a mitad de camino en la tienda, cuando él considera conseguir un segundo carro solo por ser molesto. La cocina de Jeongguk es tres veces más grande que la suya, pero dos veces más vacía.
"Lo siento, tengo que tomar esto", dice Jeongguk mientras Taehyung vierte cajas de pasteles dulces en el carrito. Él agrega algunos más con la esperanza de que tal vez pueda robar una o dos para su hermana.
Jeongguk no se opone ni dice nada mientras responde el teléfono, hablando en inglés. Él se pregunta si es así solo para que Taehyung no escuche a escondidas, mientras percibe el suave y afectuoso sonido de la voz de Jeongguk.
Técnicamente, podría ser su hijo. Pero, él no se había detenido a pensar hasta ahora, que Jeongguk podría tener una esposa.
La mayoría de los clientes la tienen, pero su barriga se revuelve en amargura con el pensamiento, y tiene que empujar esa sensación hacia abajo. Es trabajo. A él no le pagan por saber o preocuparse por la vida personal de sus clientes.