Capítulo 50

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Subí al auto y acelere haciendo rechinar las llantas. No sé qué era, no sé si era tristeza, enojo o decepción. Tal vez un poco de las tres o más bien mucho.

Jihyo iba a pasar por Jinyoung y Jisoo. Los cuidaría en casa hasta que Mina y yo llegaríamos, cosa que no pasaría. Mina regresaría a su casa o no me importa a dónde demonios vaya, sólo la quiero lejos de mí.

-¿Por qué tan temprano? –pregunto levantándose del sillón.

-Qué te importa –dije de mala gana, no estaba de humor.

-Uy –se burló –La Chaeyoung Gruñona ha vuelto –dijo antes de salir por la puerta.

Me deje caer en el sillón, sentía un horrible dolor en el pecho. Como podía haber sido tan malditamente estúpida como para enamorarme de ella. Había logrado por completo su propósito: Enamorarme y destrozarme.

Todas las veces que al inicio me decía "Me las voy a cobrar todas Son" ahora lo cumplía. Si ese día en el partido no la hubiera seguido a casa y no le hubiera confesado nada, esto no estaría pasándome. Realmente me arrepiento de todo.

El sonido de la puerta de un auto cerrarse me saco de mis pensamientos. Rápido me puse de pie y prácticamente corrí a la ventana de la sala e hice a un lado la cortina.

Tenía los zapatos en la mano, su pelo completamente desordenado por el aire y su maquillaje corrido por las lágrimas. Tenia ganas de correr a ella y abrazarla, besarla y hacerla mía una y otra vez... Pero ella nunca fue mía. Sólo fingía serlo. 

Volteó hacia la casa y después se recargo en su auto cubriendo su rostro, lloraba desconsoladamente.

Cerré la cortina y apague la luz de la sala para subir a mi habitación.

-¿Chae? Chae... ¡Chae! ¡Despierta! –unos golpes en mi mejilla me hicieron abrir los ojos sorprendida.

-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué? –dije aceleradamente mientras trataba de deshacer el nudo que había hecho con las sabanas y mis piernas. Ambos rieron –Qué quieren enanos... -les dije acostándome de nuevo y frotando mis ojos.

-¿Dónde esta Mina? –pregunto Jisoo abrazándome –Su auto no está y tampoco está en su habitación –hizo un puchero –Y tenemos hambre –ambos rieron nuevamente.

-Tampoco están sus cosas –agrego Jinyoung y Jisoo asintió con la cabeza.

-¿E-Ella nos dejó? –los ojos de mi hermana comenzaron a cristalizarse. ¿No le bastó con hacerme daño a mí? También a ellos.

-Jisoo, Jinyoung... -resople y me enderece sentándome en la cama –Ella ha vuelto a casa... -no tenía la menor idea de que decirles.

-¿Por qué? ¿Ya no nos quiere? –las lágrimas no tardarían en hacerse presentes en su rostro. No pude decir nada. No podía decirles que nos había mentido a todos –Pero ella prometió que estaría aquí.

-¡Jisoo no llores! ¿Sí? –dije en un fuerte tono que lejos de tranquilizarla, la asusto y la hizo llorar con más intensidad. Jinyoung salió de mi habitación tras su hermana quien había salido corriendo.


Pov Mina

Baje del taxi, mi pelo ya era un desastre, mis zapatos estaban en mi mano por lo que mi vestido se arrastraba ensuciándose e incluso rompiéndose, y seguramente mi maquillaje estaba más que arruinado. Saque las llaves de mi cartera y mire hacia la casa de los Son. Todo en mi interior se retorció. No pude más y me recargue en el auto para comenzar a llorar una vez más con todo el sentimiento del mundo. Traté de tranquilizarme y subí.

Gracias a la cuenta de emergencia que mi padre me había dejado, pude pagar una habitación en un hotel.

Me tiré en la cama en cuanto el chico de servicio a la habitación salió. Ahora si estaba más sola que nunca. Chaeyoung nunca me lo perdonaría.

Todo el domingo y lunes me la pase en la habitación, ni siquiera había salido para que ordenaran el cuarto. No era necesario, no me había parado de la cama, sólo para ducharme, pero después regresaba a esta.

Martes al medio día, ya era el segundo día que faltaba a clases y sólo quedaban dos semanas, está y la de exámenes. Pero me aterraba ir y encontrarme con ella. Me aterraba que me ignorara y sé que terminaría llorando.

Finalmente decidí que no me quedaría para toda la vida ahí. No me resignaría a perderla así de fácil. Me tenía que escuchar, tenía que creerme. Tenía que comprender que por ella cambie.

Llegue a la tienda de discos y su motocicleta estaba ahí. Sentí unas nauseas horribles, no podía hacerlo. Encendí nuevamente el auto y regrese al hotel.

Me, Myself & I [MiChaeng] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora