Capítulo 8 [2]

3.9K 356 41
                                    

3/4

-¿Por qué me había preguntado eso? ¿Ella se sentía presionada? Yo desde un inicio le dije que buscaría un lugar para vivir y ella misma fue la que no me dejo irme. ¿Ahora se arrepiente?

Entre al baño y abrí la regadera permitiéndole el paso a las gotas de agua, en segundos estaba lleno de vapor. Deje caer la sabana en el piso y entré. Me estremecí un poco al sentir el agua tan caliente, así que comencé a regularla abriendo de poco a poco el agua fría.

Las gotas tibias se llevaban cualquier rastro del sudor producido anoche. ¿Por qué siempre teníamos que estar peleando? Era imposible pasar un día completo sin discutir.

-Ábreme –la voz y dos golpes en el baño me sacaron de mis pensamientos ¿Cómo había entrado a la habitación?

-Ja –grite irónicamente –Por favor, salte y cuando termine hablamos –utilice un tomo más cortante.

-No me hagas entrar –amenazo –Cierra la llave ya mismo, te espero abajo, tenemos que hablar –mi corazón se detuvo un par de segundos. No pude responder nada ya que el nudo en mi garganta no me lo permitía. Hice caso omiso a su orden y seguí duchándome con tranquilidad.

Baje las escaleras entre saltos como siempre lo hacía.

-¿Chaeyoung? –pregunte entrando a la sala pero no estaba.

-...En la cocina -escuche su voz y camine hacia allá.

-¿Qué quieres? –pregunté seria cuando entre.

-Que hablemos –dijo con la boca llena –Sin que terminemos gritándonos.

-No hables con la boca llena –rodé los ojos. Puso su mano en mi boca y vació lo que tenía dentro de esta. -¡No hagas eso! –grité entre risas dándome la vuelta para no ver las galletas molidas en su mano.

-Quiero que hablemos sin que terminemos gritando.

-Sí, pero... -me gire nuevamente -¡No, no, no! –volví a darme la media vuelta cuando regreso las "galletas" a su boca. Carcajeo.

-¿Querías? –seguía riendo, solo me dedique a mirarla con reprobación -¿A dónde ibas? –pregunto cambiando su mirada.

-A casa de mi madre.

-¿Para? –se acercó a mí.

-¿De qué quieres que hablemos? –cambie de tema.

-¿A qué vas allá? –pregunto una vez más.

-Necesito unas cosas –relajo su ceño.

-Bien –suspiro –No me contestaste la pregunta que te hice hace rato...

-No Chaeyoung... -me incomodaba esa pregunta, tal vez yo la estaba presionando demasiado –Yo no me siento así, pero si tú te sientes que es muy... rápido y si te molesta que yo viva aquí dímelo. Yo no...

-Hey, Hey –alargo riendo. ¡Simplemente no la comprendo! –Eso es lo que quería escuchar –me deslumbro con sus sonrisa –Para mí es más que perfecto que vivas aquí, solo quería saber si tú no te sentías presionada –la golpee en el brazo y abrió sus ojos a tope -¿Y eso?

-Pudiste haberme dicho eso desde el principio –ahora yo fruncí el ceño –Nos pudimos haber evitado la discusión –sonrió.

-Pero luego no habría una reconciliación –paso sus brazos rápidamente por mi cintura y me apego a su cuerpo y sin dejarme emitir una palabra o sonido alguno capturo mis labios en un profundo beso.

-¿Te puedo acompañar? –pregunto acariciando mi mejilla.

-Sí –sonreí –Pero pensaba ir de ahí al centro comercial –mordí su labio inferior provocándola.

-¿Y?

-¿Crees resistir? –levanto una ceja.

-Tengo que acostumbrarme ¿no?

-Buena respuesta –junte nuestros labios nuevamente.

Su por ella fuera, nos hubiéramos quedado en casa. Pero ¡ya no tenía ropa! Así que tenía que ir por unas cuantas prendas más a casa de mi madre, y después comprar otras más. Ya que la mayoría eran vestidos y digamos que ya me estaba esforzando un poco más en cambiar mí forma de vestir. Todas las trabajadoras se sorprendieron al verme, afortunadamente mi madre no estaba. Me interesaba verla, saber cómo estaba. Después de todo es mi madre. Pero al parecer, bueno con lo que me contaron... No parecía afectarme mi ausencia. Ambas estábamos mejor así.


Chaeyoung

Vi a Mina salir de la casa con una maleta lleva, que apenas y podía con ella. Rápido baje y le quite la maleta.

-¿De verdad necesitas ropa nueva? –pregunte al sentir el peso de la maleta.

-Sí –sonrió y arrugo la nariz –Esa solo trae zapatos y bolsos –por suerte la habitación que le había asignado en casa tenía un gran armario.

Cargada con cerca de diez bolsas estaba frente a los vestidores de la tienda. Agradecí no ser la única ya que unos tipos más, estaban igual que yo. Unos fuera de la tienda esperando mientras que otros sentados en los pequeños sillones esparcidos por el lugar.

Enfoque mi mirada al vestidor tres, donde estaba Mina. Solo podía ver un poco más debajo de las rodillas ya que la puerta blanca no estaba hasta abajo.

Vi como quitaba sus botas y reí por dentro al ver sus calcetines rosas. Jamás había conocido a alguien que le gustara tanto ese color.

Ver su short caer a la altura de sus tobillos, me saco de mis pensamientos. Seguido de esto su blusa cayó al piso. Siendo sincera, me moría de ganas por entrar.

Me, Myself & I [MiChaeng] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora