—Es sólo asunto de tiempo, pero te aseguro que él será feliz contigo sin importar lo que pase.Lexus al parecer tenía un gran don para manifestar los mejores consejos, era así como una master genius porque si aplicas sus asesoramientos como se debe, obtendrás buenos resultados. Siempre son efectivos, todos los que la conocen mantienen un gran respeto hacia ella y eso ya no era tan trivial como parecería que fuera. Es una alpha estricta, una dominante y sobre todo demandante. Era mejor que los consejos amorosos de Nichole.
—Es omega, no es igual que tú y su conducta deja mucho de qué hablar. Sobrellevarlo hasta que se dé cuenta de todo. Pondrá su parte, ya verás.
Craig no decía ni una sola palabra, ni daba señal de que respondería de todos modos. La alpha empezó la conversación libremente mientras se dedicaba a ayudarlo a acomodar los manteles terciopelados color blanco de las mesas de plástico. Al parecer había una gran reunión, una bonita y elegante el cual debería de ser perfecta, coqueta y memorable —algo muy importante porque todos habían llegado ayer a pasar en un hotel cerca de la playa—. Era en un campo, uno verde y aflorado. Había rosas, blancas y rojas decoradas en todos lados, se tapizaban sillas y habían floreros enormes, todos reposando en las mesas. Había un pódium, uno enorme y religioso, así como el de las iglesias católicas; más adelante un portal de orquídeas, de todo tipos de colores y otro aún más grande en la entrada del campus, cuyo portón habían uno que otros paparazzis excitados, tomando fotos a través de la reja que les impedía el paso. También habían camareros que daban brillo a platos, vasos, cuberterías. Se compraba comida y bebidas que entraban con camiones.
Parecía una novela, era como un montaje para una película.
—Él sabe que lo que hiciste fue por el bien de los dos. Eres para él, ánimo —finalizó, retirándose en el momento de haber terminado su tarea, yéndose con algo de neglicencia en su cuerpo en dirección a unos de los mozos que trataban de ejercer fuerza en una de las cajas de bebidas que habían dejado.
Craig sintió sus mejillas arder, reconociendo la intención de su buena amiga. Bueno... esa noche ya pasó, fue hace como seis meses y todavía no puede dejar de sentir esa sensación febril acariciar su conciencia. Fue muy difícil separarse del omega en aquella situación, tomar el teléfono y llamar a Lexus para pedirle que vayase a rescatarlo, que no quería cometer una locura como alpha lujurioso. Pero nada de la tentación le impidió actuar con juicio, el cual Tweek al percatarse luego de sus hechos, admiró más la preocupación que siempre tiene el alpha por él, volviéndolo más vulnerable y sutil que nunca.
—Él... Él también es para mí —se dijo a sí mismo. Llevaba un bonito saco negro, un traje bien formal que encajaba perfectamente en su cuerpo. Sus hombros parecían más anchos y corpulentos, estaba pulcramente peinado hacia atrás y la manera en que estaba erguido, santa mierda... parecía un dios del olimpo.
Su alpha interior estaba desesperado, más que nunca por tenerlo, por enlazarse con ese omega. El peliazul jamás ha sentido tantas ganas de unirse con él que cada vez que tienen su momento a solas, mentalmente origina esa abstención de los pensamientos réprobos porque desea en efecto que la cosa marche decentemente. Craig también sabe que Tweek se siente muy avergonzado por haber llegado a ese extremo de pedirle que lo marcara y que le haga el amor así por así.
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Más que amigos |Creek| •Omegaverse •AU
FanfictionCuando Craig cerró sus ojos y luego los abrió, nunca se imaginó que de un simple paso a la inminente resignación de todos sus pensamientos, cambiarían fortuitamente en el instante en que observó a Tweek haciendo aquello. Su corazón dio un vuelco ext...