{El Secreto de Hannah}

№10

— ¿Y bien? — pregunté.

Victoria: ¿Bien qué?

— ¿Vas a seguir babeando o vas a comer? — Me llevé una papa frita a la boca.

Victoria: Puedo hacer las dos cosas a la vez. — Sonrió.

Suspiré, — Eres increíble...

Victoria: ¡Gracias!

— No era un cumplido.— Le susurré riendo.

Ver a tu mejor amiga enamorada, era genial, la podías molestar con eso pero... Lo malo es que está enamorada del chico más popular de la escuela, en dónde todas babean por él, incluyéndome. No siento atracción por él pero...

¡Santa Virgen de los Abdominales! Esos brazos y que piernas...

Victoria: ¿Qué decías? — Mi amiga me sacó de mis pensamientos.

— Bueno, bueno. Pero es que pues...

Victoria: Ay no. Ya se fue. — Miré en la misma dirección en dónde estaba viendo ella, el se levantaba junto con todo el equipo de fútbol y las porristas. — Allison tiene suerte, siempre tiene que estar al lado de él. — Agarró una papa frita.

— Qué esperabas, es su maldita novia. — Rodé los ojos.

Victoria: Sí pero... — Abrió los ojos.

— ¿Vicky? ¿Qué pasa? — La miré confundida.

Victoria: No quieres voltear a ver. — Dijo, ella estaba en frente de mí y yo estaba en el otro lado.

Voltee mi cabeza.

—¿Pero de qué estás hablan...? Oh, ya veo.

Sofía Ramírez, la hija mayor del director, llega 2 veces a la semana los lunes y jueves porque algunos días su padre se va de viajes. Es sorprendente verla un miércoles por la tarde y más en el patio de la escuela, es delicadita la mujer esta.

Sofía: ¡Oiga usted! — Señaló con su dedo.

¿Quién...? ¿Yo?

Sofía: No se haga la tonta señorita, sí usted. Necesito que vengas a la dirección, ahora. — Y así sin más se fue.

¡¿Pero qué mier...?

Victoria: Anda ya, no la quieres hacer esperar. — Me pasó la mochila y salí corriendo.

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Sofía: Muy bien señorita... Turner, el profesor Sullivan a hablado con mi padre este lunes cuando estuve aquí — hizo una pausa —. Y por lo que escuché, usted necesita clases extras, por lo tanto me he tomado la molestia de enseñarle cuando acaben las clases de la Preparatoria.

¿Qué? ¿Osea que Mason no tendrá que darme clases?

— Me parece muy buena idea señorita Ramírez, de verdad se lo agradezco. — Le di mi mejor sonrisa.

Sofía: No hay de qué, pero si con mis clases usted no da señales de aprendizaje, temo que tendrá que repetir de año. — Tragué saliva — Lo que usted y el consejo estudiantil no saben es que mi padre está gravemente enfermo y por eso no sé a presentado aquí últimamente. Y sí él... —Su voz se quebró. — Sí él fallece yo me tendré que hacer cargo de esta institución. Por eso necesito que retomemos clases, quiero que esta institución esté en el top de las mejores escuelas del país, ¿entendido señorita Turner?

— Sí señorita Ramírez, no la defraudaré.

Sofía: Muy bien, empezamos la semana que viene ya se puede retirar.

— Qué pase buena tarde. — Salí de la dirección.

Cerré la puerta con cuidado, caminé con paso rápido por el pasillo del consejo y me metí a mi salón.

— ¡Yujuu! No tendré que ver en las tardes al estúpido de Sullivan! — Grité contenta.

Bailaba el paso de felicidad que me inventé el otro día.

—¡No veré al estúpido de Sullivan! ¡Sí! — Seguía bailando.

Mason: ¡No veré a la loca de Turner! ¡Sí! — Imitó mi baile.

Me asusté por la entrada de Mason, me fuí para atrás y tiré la silla que estaba al lado mío.

Mason: Yo también estoy feliz de verte Hannah.

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Imagínense todos los bailes del fornite juntos :v