Miraba por la ventanilla del avión toda la ciudad, todos los edificios parecían tan pequeños e insignificantes desde aquí arriba, se veían justo con me sentía yo. Estaba nerviosa, triste e insegura, pero algo sí tenía en claro y eso era que estaba enamorada de Toni y que no quería estar en ningún otro lado que no fuera a su lado. También estaba consiente que estaba dejando atrás mi vida entera, mi trabajo, mi familia, la ciudad y el país que me vieron crecer, pero aún así no me arrepentía de nada, por que sabía que todo lo que estoy arriesgando valdría la pena.
-No te pongas nerviosa todo saldrá bien-Susurro Toni sobré mi oído haciéndome estremecer
-Lo se... Es sólo que me siento como la peor persona del mundo-Suspire tapando mi rostro con mis manos
-No tienes por que sentirte así, no haz hecho nada malo-Me abrazo por los hombros y yo recosté mi cabeza sobre su pecho cayendo en un profundo sueño
Después de 3 horas de vuelo que parecían eternas por fin habíamos aterrizado. Al bajar del avión sentí el helado airé de Madrid recorrer mi cuerpo causándome escalofríos y unos segundos después sentí el saco de Toni sobre mis hombros lo cual agradecí ya que sólo tenía puesto el vestido de fiesta que llevaba para la boda.
-Gracias-Dije subiendo la mirada para encontrarme con la suya
-De nada preciosa-Contesto con una sonrisa
Subimos a un taxi que nos llevo a un gran y lujoso edificio, yo pensaba que llegaríamos a un hotel, pero no fue así llegamos al departamento de Toni. Pero que tonta soy,es obvio que el ya tenía un departamento en Madrid, Paulina y Toni tenían planeado mudarse un semana después de la boda y no creo que hubieran planeado llegar a un hotel.
Subimos en el elevador y durante el camino al piso 20 del edifico ninguno de los dos dijo nada.
Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a la elegante puerta de mármol con el número 20 marcado en letras doradas, Toni abrió la puerta haciéndose a un lado para dejarme pasar, y al cerrar la puerta el incómodo silencio se apoderó del lugar hasta que el decidió romperlo.
-Debes estar cansada-Dijo pasando sus manos por mis hombros haciendo un pequeño masaje
Yo no dije nada, simplemente me límite a asentir con la cabeza, después Toni tomo mi mano donde me llevo escaleras arriba y después a la habitación principal.
Una vez ahí me quite el saco de Toni y lo deje sobre la cama después quite mis tacones, estaba dispuesta a quitarme el vestido cuando sentí las manos de Toni bajando el cierre de este, una vez que el cierre estaba abajo por completo, sentí sus labios depositando pequeños besos sobre mi hombro, después me hizo girar y en cuanto estuvimos frente a frente capturo mis labios desesperadamente. Me besaba con deseo y paseaba sus manos por mi espalda desnuda mientras yo acariciaba el cabello de su nuca. Era un momento tan mágico, tan apasionado pero este fue interrumpido por el sonido de su celular, al principio decidió ignorarlo y seguir con el beso pero cuando comenzó a sonar otra vez se separó lentamente de mi.
-Supongo que debo contestar-Dijo caminado hasta llegar a su teléfono
Cuando salió por la habitación, camine hasta el baño donde deshice mi peinado, me des maquille y lave mis dientes, después termine de quitar el vestido por completo y cuando lo hice me di cuenta de que lo único que había traído de Alemania era mi bolso, y que no tenía nada que ponerme en los próximos días.
Salí del baño y me encamine a su armario abrí uno de los cajones y encontré un jersey del Bayern me la puse me quedaba unos cuantos centímetros abajo de los muslos, después camine hacia mi bolso saqué mi iPhone y me di cuanta de que eran las 11:45 de la noche me encamine a la cama y una vez ahí me recosté cubriendo mi cuerpo con las cobijas, trate de esperar despierta a que Toni regresara a la habitación pero mis párpados comenzaron a hacerse más pesados y en menos de lo que pensé me encontraba profundamente dormida.
