EUNJI [EXO] 𝗜𝗗𝗢𝗟 𝗧𝗢 𝗦𝗨𝗣𝗘𝗥𝗦𝗧𝗔𝗥¹

05. Los amigos de YiFan

EunJi no sabía con exactitud cómo fue que llegaron a esa situación.

No estaba ni a la mitad de su sándwich de pollo cuando las cosas se pusieron interesantes, por decirlo de alguna manera. Su mirada iba de un lado a otro, observando como los dos chicos frente a ella conversaban de una forma bastante... peculiar.

— ¿Qué se supone que haces aquí? —casi gritó YiFan, con la cabeza a punto de explotarle—. ¡Te pedí que no me siguieras!

— ¿A qué te refieres con que te seguí? —Lu Han le devolvió la mirada al más alto—. ¡Es hora del almuerzo, idiota!

YiXing, bastante acostumbrado a este tipo de escenarios, comía en silencio. Observando de forma ocasional a la pequeña de cara bonita que estaba al lado del mayor.

— ¿Y tenías que venir hasta aquí? Sobre todo a esta mesa —YiFan golpeó la mesa con el dedo.

— ¡Oye! Las mesas son pocas así que, te guste o no, debemos compartir —Lu Han apoyó ambos manos en la mesa—. Además, ¿cuál es el problema? ¡No he hecho nada malo!

— ¡Aún!

El más bajito soltó una risa fingida mientras le mostraba el dedo medio.

— Mocoso insolente, te juro que voy a-

Una patada en la pierna lo hizo chillar.

— ¡¿Qué mierda?! —miró hacia los chicos.

Ambos le devolvieron la mirada, señalando con sus cabezas hacia EunJi, quien la observaba en silencio. Sus pequeños —pero hermosos— ojos verdes, la observan con una inocencia tan arrolladora que logró hacerlo sentir avergonzado.

— Mil disculpas, princesa, no quería expresarme de esta forma —se disculpó con sinceridad. Las mejillas de EunJi adquirieron rápidamente un color rojo—. ¡Woah! ¡Qué linda! ¡Te sonrojaste"!

El rostro de EunJi se coloreó aún más de rojo. Su cuello y orejas también se pintaron en el proceso.

Nerviosa, EunJi puso un mechón detrás de su oreja—. N-no hay pro-problema, uhm...

— Lu Han, princesa —sonrió de forma coqueta.

EunJi hizo una reverencia torpe, azorada por la forma actitud del chico.

— Yo soy Zhang YiXing —se presentó el otro chico, saludándola con la mano—. Es un gusto conocerte al fin, EunJi-ssi. Gege nos ha hablado mucho de ti.

EunJi miró al más alto y este le devolvió un guiño antes de beber su bebida.

Sus mejillas volvieron a tonarse rojas.

— E-es un placer co-conocerlos a ambos... —su voz salió con mucha timidez.

De repente, Lu Han se echó hacia atrás en el asiento y dejó salir un fuerte suspiro.

— EunJi, eres demasiado dulce —Lu Han miró al más alto con indiferencia—. ¿Cómo te hiciste amiga de este idiota?

EunJi dejó salir una risita nerviosa cuando vio como YiFan le gruñía en respuesta al chico. Por un segundo, la pequeña creyó que el más alto estaría enojado pero, contrario a lo que pensó, el chico se veía tranquilo.

Demasiado tranquilo.

La amistad de ambos muchachos era algo extraña a ojos de la pequeña. ¡Pero también bastante entretenida!

— Entonces, princesa... Cuéntanos sobre ti —Lu Han apoyó sus dos codos sobre la mesa y posó su rostro sobre sus manos—. Este imbécil no nos ha querido contar nada sobre ti aparte de tu nombre...

EunJi abrió la boca para hablar pero YiFan se adelantó.

— Sigue hablando y te juro te corto la lengua lengua —lo amenazó con una cuchara en la mano.

— ¡Dios mío! ¡Auxilio! ¡Alguien quiere asesinarme con una cuchara! —EunJi soltó una risita ante sus chillidos—. ¿Lo ves? ¡Ella ya me ama!

YiFan bufó, cruzándose de brazos.

— Dejará de amarte cuando se de cuenta de lo irritante que eres... —le regaló una falsa sonrisa.

— Es amiga tuya, dudo que no esté acostumbrada... —Lu Han le dedicó la misma sonrisa.

— ¡Idiota!

— ¡Imbécil!

— ¡Gege! —regañó YiXing a ambos.

De pronto, ambos chicos empezaron a intercambiar palabras —un poco fuertes para los oídos de la menor— en su idioma natal.

Definitivamente, este era el almuerzo más interesante que había tenido en su corta vida.

[...]

— Entonces, ¡ella no te gusta! —exclamó Lu Han, dejándose caer junto a YiFan.

— No.

— ¿Estás completamente seguro que no te atrae para nada? —insistió Lu Han, arqueando una ceja.

— No, para nada —YiFan abrió su botella de agua y bebió un gran sorbo.

Lu Han asintió lentamente. Su mente claramente estaba maquinando algo.

— Es linda... —murmuró, como quien no quiere la cosa.

— Es de Brasil.

— ¡Brasil! —Lu Han llevó ambas manos a su rostro, asombrado—. ¡Woah!

— Sí...

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos, dejando que el rumor de los zapatos y cuchicheos de los demás en el salón los envolviera. De pronto, Lu Han miró al más alto con una sonrisa astuta.

— Entonces, si yo quisiera acercarme a ella, tú-

— Tiene once años —YiFan cortó sus ilusiones de golpe.

— ¡¿ONCE?!