LOVE RIDE (ChanHun)

Te Encontré

Sehun Pov.

El nudo que tenía en la garganta no se podía comparar con ningún otro tipo de asfixia, las manos temblaban y su respiración era trabajosa. No le importó quitarse los zapatos o llenar de barro las alfombras, caminó apresuradamente hasta su habitación que tenía la puerta abierta, la cama tendida y los cuadros en la pared se burlaban de él, abriendo con brutalidad el armario guiando su vista hasta la litera donde su gran maleta negra esperaba por él.

Hace años cuando se había mudado pensó que nunca más la volvería a utilizar, a menos que sea para su nueva casa junto a su novio. Las otras maletas pequeñas servían para viajar, pero esa era la más grande y definitiva.

Sehun se quitó algunas lágrimas que caían con el dorso de su mano, la sudadera que llevaba era lo suficientemente largo para cubrir sus muñecas, abrió la maleta que efectivamente estaba vacía y comenzó a moverse rápidamente, sacando sus pertenencias de todos los muebles que compartía con Jongin, su novio… Ex novio.

Sin siquiera doblar y preocupado de llevarse algo de Jongin metió mucha ropa dentro, mantas, sus zapatos, su laptop y hasta su cepillo de dientes.

Se detuvo un momento cuando vio la foto enmarcada en su velador, él y Jongin sonriendo felizmente. Todo una mentira.

Sehun agarró el cuadro con sus pálidas manos y aparentando la mandíbula la lanzó contra la pared haciéndola estallar en pequeños pedazo de vidrio.

Su pecho subía y bajaba con fuerza, la amargura y la traición inundaban cada célula de su cuerpo, era doloroso y Sehun apenas podía soportarlo.

Una vez lista su maleta la arrastró hasta la sala de estar donde los videojuegos estaban apilados en el estante de madera. Sehun miró con nostalgia, recordando todas las noches que se desvelada con un joven e imprudente Jongin, jugando con los controles sentados en el suelo y comiendo papas fritas. Una época en donde eran felices.

Sehun se sentó en una de las mecedoras, paso sus manos por su cabello castaño, el peso y la realidad de la situación lo golpeaban como un saco de boxeo, él iba a dejarlo todo, a Jongin, su hogar y su futuro. Ya no más comodidad, ahora tendrá que luchar solo y vivir solo. Trato de tranquilizarse y apretó sus manos para que dejaran de temblar.

De pronto una figura demasiado familiar se posó en la puerta, en realidad una gran parte de Sehun lo estaban esperando, para decir adiós, adiós para siempre.

—¿Sehun?—Jongin dijo, sonando genuinamente confundido y vacilante.

—¿Que haces?—volvió a preguntar, sus pasos acercándose con nerviosismo hasta Sehun.

Sehun miró hacia Jongin, la vista apagada, los ojos vacíos.

—Me voy—dice Sehun.

El rostro de Jongin pierde todo tipo de color, sus ojos se abren con sorpresa y miedo, parece horrorizado ahí mismo parado mirando hacia Sehun con desasosiego.

—¿Qué?—dice Jongin con un susurró como si su voz hubiera dejado de funcionar.

Sehun se pone de pie lentamente.

—Te estoy dejando—dice Sehun más firme, no quiere que el rostro miserable de Jongin lo hagan cambiar de desicion.

—No, no, no. Sehun por favor hablemos de esto—Jongin súplica poniéndose frente a Sehun con las manos temblorosas.

—No hay nada de qué hablar—Sehun dice, retrocediendo un paso, no quiere que Jongin lo toque. Ni siquiera por accidente.

—Sehun por favor, hay que hablar como personas civilizadas—Jongin dice, recobrando su voz a pesar que su cuerpo pareciera estar a punto de caer.