CAP 13 - Hay que tratar.

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El día anterior a la grabación del cuarto episodio de The Singer, tanto Di como Jie habían quedado de acuerdo en ir a desayunar con Khrist.

Y todo lo prepararon un día antes.

Coincidieron los ensayos de los 3 uno tras otro. A pesar de que a Jie le tocaba su turno al último, llegó para el ensayo de Khrist, que era el primero, así, ambos estuvieron con Dimash en su turno, que también había llegado para acompañar a Khrist.

En un descanso que tuvieron platicaron del desempeño vocal de cada uno, dándose entre sí diferentes puntos de vista y consejos. Y ya en confianza...

-Jie: El viernes es un día libre. Nadie va a trabajar. ¿Qué les parece si vamos a desayunar los 3 nada más?
-Dimash: ¿Sólo los 3? ¿Qué van a pensar los demás?
-Jie: Que se nota el favoritismo. Ja, ja, ja.
-Khrist: Yo no tengo ningún problema. Además, creo que no les caigo bien a los demás.
-Dimash: ¿Por qué dices eso? ¡Todos te aman!
-Jie: Tiene razón. ¿Lo sabías? Aquí reunidos se encuentras el cantante más exitoso de China, que soy yo. El cantante más exitoso de Asia, que es Di, y el cantante más exitoso del mundo, tú.
-Khrist: Ja, ja. Eso sólo me dice que soy el que tiene más enemigos. ¡Imagínate! Todos los demás dirán que voy a ganar esto sólo por mi fama, y no por mi talento... aunque, claro, todos sabemos que esta temporada sí la gana Dimash.
-Dimash: ¡Para nada! Tú vas a ganar y lo sabes.
-Khrist: Pero bueno, a esto no quería llegar. Lo que quería decir es que de todos modos, hagamos algo sólo los 3 o no, la gente va a hablar. Así que ¿qué más da? ¡Me urge aunque sea un buen vino!
-Jie: Entonces ya está. Pasó por ustedes a la a 11 am ¿les parece?
-Khrist: ¿Pero tú pasas por los dos? ¿No es más fácil que nos veamos ya en el lugar?
-Jie: No. El país ya está suficientemente contaminado. Mejor sólo usemos un auto. Descuida, yo los llevó y los regresó a su hotel sanos y salvos.

Ese viernes, como había acordado, Jie llegó por Khrist a las 11 en punto

-Jie: ¡Hola! ¿Te hice esperar mucho?
-Khrist: No, de hecho, fuiste muy puntual.
-Jie: ¡Qué bueno! Creí que te haría esperar por pasar antes por Di. Nos atoro un accidente en la avenida.
-Khrist: ¡Ay, por Dios! ¡Que horror!
-Dimash: Descuida, no fue nada grave. Sólo un golpe.
-Khrist: Menos mal. ¿Y a donde iremos?
-Jie: Acaban de inaugurar un restaurante suspendido sobre un rascacielos con vista panorámica y pisos de cristal que te dejan ver la ciudad desde arriba. Es una gran atracción turística de por acá.
-Dimash: Por mi esta bien.
-Jie: Vamos pues.
-Khrist: Espera... es... es que... yo le tengo... pánico a las alturas...
-Dimash: Oh...
-Jie: Ya veo... pero ¿no tienes problemas con los edificios cerrados, verdad? ¿No te sentiste mal el otro día, cierto?

La regó.

-Dimash: ¿El otro día?

-Khrist: Oh, no, no, no. En edificios cerrados no tengo problema.
-Jie: ¡No se diga más! Vámonos. Conozco un buen restaurante de lujo increíble con un servicio de primera. ¿Estas bien con la comida china, o prefieres otra cosa?
-Khrist: Estoy bien. Puedo comer lo que sea.

Ninguno escuchó a Dimash, quien se encontraba afuera de la puerta del copiloto, mientras los otros dos se encontraban en el lado del conductor. Dimash no había visto las noticias de cuando los dos visitaron el restaurante 5 estrellas hace mucho.

Jie le abrió la puerta y Khrist abordo.

Una chica que pasaba por la otra acera los vio desde que salieron al auto. Lo documentó todo.

Al llegar al lugar, los recibo el mismo gerente. Él los guió hasta la mejor mesa, en un jardín al aire libre, bajo la sombra de una amplia colección de macetas con diferentes tipos de plantas, arbustos y flores de la región, daba un ambiente fresco y natural, tranquilo, privado. Era la única mesa del lugar, sólo tenía acceso el gerente, quien sería quien los atenderá.

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