CAP 24 - Confesiones de una para nada típica adolescente

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Desde que se enteró que su madre estaba internada en un hospital en Changsha, Xiabai no era la misma. Cuando le marco a su padre y este le dijo que fuera a donde Fue, en vez de obedecer e ir con el amante de su madre, se refugió en los brazos de su novio.

Wen Li era un hombre transexual de 38 años que se había "enamorado" de ella desde que ella tenía 13. Él era pariente de un amigo de la escuela de Xiabai, por eso la conoció. Las enseñanzas de su madre le recalcaron que si en la entrepierna de tu amor había un pene, este no te iba a amar nunca, así este lo demostrara. Con eso en mente, cuando se enteró que Wen Li antes era una mujer y aún no se sometía a la operación de reasignación de sexo, no perdió el tiempo para acercarse a ella... él...

Seamos sinceros, la vida no es SuperLovers o algún manga Shota/Loli. Literal, aquí y en China la pederastía es ilegal. No solo le lleva 22 años de diferencia, mantenían relaciones sexuales desde que ella tenía 14 años. An Su no estaba enterada de esto, ya que se veían en su propia casa cada que ella se iba al hotel con Fu.

Si todo el escenario ya es de por sí espantoso, Wen Li inicio a Xiabai en las drogas, facilitándole el consumo de cocaína... "Untandola" en su vagina para que la ingiriera mientras le practicaba sexo oral.

En alguna ocasión, Wen Li queria que un "amigo" se les uniera, pero  Xiabai fue lo suficientemente inteligente para notar que el amigo no era de fiar. Se negó y se fue.

Afortunadamente para ella, estaban en un restaurante cuando se lo propusieron. Por su lado, Wen Li nunca creyó que se negaría. Si bin había perdido una gran oportunidad para ganar dinero fácil, aún podía grabarla y vender ese material. Ganaría menos, pero algo es algo.

Y esa oportunidad se le presentó cuando ella busco consuelo ella... él. Aprovecho que estaba sola en su casa y se presentó acompañado de una mujer rubia búlgara.

Xiabai se sorprendió al verlo acompañado, pero estaba mentalmente destrozada. Solo se abrazó a él y soltó a llorar

-Bertha: No mencionaste que las niñas chinas fueran tan bellas. Es tan pequeña, parece de 12. Sus pechos son pequeños, nalgas firmes... ¿Seguro que la depilaste?
-Wen Li: Sí, tiene un color rosado muy tierno.

Bertha comenzó a tocar a Xiabai mientras la describía. Xiabai no supo otra cosa que hacer más que gritar. No entendió la conversación porque estaban hablando en búlgaro.

Antes de que le arrancarán la ropa interior, el sonido de la puerta tocando la salvó. Se soltó y corrió a abrir. Era el chófer de la familia Zhang. Al verlo, ambos adultos salieron corriendo, empujándolo haciendo que cayera al suelo.

-Zheng Yi: ¿Qué sucede aquí? ¿Quiénes son esas personas?
-Xiabai: Nadie... ¿Qué hace aquí?
-Zheng Yi: Vine para llevarla con sus abuelos. Su padre ha arreglado todo para que se mude con ellos.
-Xiabai: ¿Qué? Yo no me quiero ir...
-Zheng Yi: No tiene opción. Sus padres están lejos y es menor de edad. No se puede quedar sola.
-Xiabai: ¡Pero...!
-Zheng Yi: Pero nada. Vaya a empacar sus cosas. La espero aquí.
-Xiabai: ¿Ni siquiera me vas a ayudar a empacar?
-Zheng Yi: Solo debe llevar lo esencial, sus cosas de la escuela... Sus abuelos le prepararon una habitación con todo lo que necesite. También, su padre mandó dinero, vamos a pasar a comprarle un nuevo guardarropa.

Xiabai no era una chica superficial que amara (o necesitara) las compras, pero en todo este tiempo su mamá era quien la vestía. Al menos, de todo esto, dejar todas sus cosas en su casa le daba la libertad de vestirse como quisiera.

Un faro de luz en su tormenta.

No era un secreto que los abuelos Zhang odiaban a An Su. Nunca les cayó bien. Su matrimonio con Jie era una buena oportunidad para el negocio familiar (para juntar fortunas).

Se dieron cuenta de su error años más tarde. Ella dejó en claro su postura y al descubierto su personalidad retorcida y misandrica en una cena de celebración de año nuevo. Hizo una escena porque el abuelo Zhang le dijo que no era el evento adecuado para usar un vestido con escote en V que llegaba hasta el ombligo y dejaba la espalda totalmente descubierta.

Obviamente ella se enojó. Dijo que se sentía oprimida, le tiro una copa de vino encima y se fue tan molesta, que se piso el vestido, haciéndola caer encima del monje budista que habían invitado a la ceremonia con ambos senos al aire. Pero como ella era la "víctima", lo abofeteó por "verla y desearla". Desde ese día no volvió a tener contacto con la familia de Jie.

Nunca conocieron a su nieta, hasta ahora.

Sin embargo, An Su le había llenado la cabeza de basura a su hija en contra de sus abuelos.

Los primeros días de su estancia con ellos, Xiabai no vio en ningún momento al Abuelo Zhang. Quería preguntarle a su abuela, pero su fría mirada la intimidaba y le había difícil confiar en ella.

En la mansión, solo vivían los padres de Jie y un padre hermanos que se encargaban del mantenimiento de la casa y su seguridad.

Al principio, le parecía extraño que los abuelos vivieran en una casa tan grande, ya que la familia nunca fue numerosa. Luego se enteró que su padre la compro en el auge de su carrera para poder mantener su privacidad. Eso le gustó, ya que ahora la empezaron a buscar a ella por lo del escándalo de su madre... Al menos ahí podía sentirse tranquila... al menos por un tiempo...

Después de que Xiabai hubo hablado con Jie, la abuela Zhang desechó todo intento por querer a su nieta. Era una mujer vengativa, al ver que esa niña no se preocupaba por su padre, dedujo que era por tener el cerebro lavado. No iba a perder tiempo en "quererla", y no quería hacerlo, pero por su hijo, haría lo que fuera.

Tampoco es que la tuviera esclavizada encerrada en un sótano oscuro, para nada. Todos los días cumplía un nuevo quehacer en la casa. Por ejemplo, el lunes hizo la jardinería completa. El miércoles se encargo de las ventanas y así siguió con todo lo demás. Se levantaba a las 6am, tenía 30 minutos para arreglarse y desayunar y empezaba con el quehacer asignado. A las 12 en punto tomaba un descanso de hora y media, donde almorzaba y lavaba los trastes del desayuno. A la 1:30 regresa a terminar el trabajo asignado hasta las 6pm. Terminando debe tomar una ducha de máximo 30 minutos para poder sentarse a la mesa a comer. A las 7:30 llega un tutor y le enseña clases de caligrafía, matemáticas y historia. Terminan a las 9pm, hora en la que debe ir a dormir a su habitación, decorada con una bonita cerca de seguridad resguardando la ventana, con la puerta cerrada por fuera. Tenía baño privado, así que no se debía preocupar por nada. Y no podía quejarse, los fines de semana descansaba encerrada en su habitación.

Su padre le mandaba dinero para que no le pidiera nada a sus abuelos.

Él, por su parte, le marco a su padre para avisarle que inició el proceso de divorcio... también quería saber a qué se refería la vez anterior.

-Abuelo Zhang: Quise decir exactamente lo que dije. Sé que de toda la vida has sido un desviado, pero eso como sea solo te compete a ti, en cambio, una delincuente con tendencias asesinas en la familia es en definitivo la peor de las vergüenzas. No hay manera de acallar ese tipo de escándalos. Además, yo ya me voy a morir, no importa cuántos pepinos, botellas, focos, palos o lo que sea que ustedes los gais hagan, te hayas metido por atrás, es tu asunto. Solo evita que no me entere. Recuerda que leo el periódico.
-Jie: Y tú procura no creer todo lo que se muestre ahí hasta no hablar conmigo.
-Abuelo Zhang: Sí, sí, como sea. Evita decirme algo acerca de tus perversiones, qué asco... En fin, tu madre se va a desquitar con tu hija, la va a llevar a hacerse una prueba de ADN, necesita tu permiso escrito.
-Jie: Está bien. Lo enviaré hoy mismo. Y si no es mi hija, deberían mandarla con su verdadero padre.
-Abuelo Zhang: Obviamente, tu madre se encargará de eso. Eso es todo, no te quito más tu tiempo, regresaré a lo mío.
-Jie: Gracias papá...

El abuelo colgó antes de escuchar la respuesta de su hijo. Si bien, ahora aceptada su homosexualidad, solo lo hizo para que cuando lo revele a la prensa, la noticia tape la de An Su. Cualquier cosa es mejor que seguir siendo familia de la loca. Además, tanto él como su esposa son suficientemente viejos como para seguirse preocupando por lo que el mundo piense de ese tema que no es un crimen. Ellos solo tenían un trabajo por hacer: descansar.

Y para Jie fue la cereza del pastel. Quería salir del clóset desde hacía años, solo que no tenía el valor suficiente para botarlo todo. Ahora, con el ambiguo apoyo de sus padres, no importaba lo que dijeran los demás...

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