Parte 1: Presentación

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Bueno, supongo que tengo que presentarme... Me llamo Tara. No soy ni alta, pero tampoco baja. Tengo 16 años y no soy muy sociable, pero desearía serlo. Mis amistades son contadas con una sola mano y no suelo tener con quien expresar lo que siento y si lo hago siento que me ignoran.
En el amor no me va muy bien. De chica me gustaba mi actual mejor amigo y ahora me fijo en chicos que nunca me van a querer, ni siquiera como amiga. Soy la rara, fanática de leer y de Ariana Grande. En clases, soy la que se sienta casi al frente, saca buenas notas y nadie me invita ni siquiera a sentarme con ellos en el almuerzo, suelo hacerlo en el aula mientras hago algún dibujo y tarareo canciones .
Supongo que ahí estaría... Y si no, me conocerán con el tiempo...
Nací en un pueblo chico. De esos que nombras y nadie conoce... Actualmente estoy viajando rumbo a la cuidad. Repasando ni vida, los fracasos y los momentos buenos que viví con mis amistades. Vale decir que no siempre fui una chica "solitaria" supe tener varías mejores amigas. La más actual y la que menos creí que me fallaría fue Barbie. Era morochita y llena de rulos. Fuimos unidas desde muy chicas. Dejamos de serlo porque cambió y es muy diferente a mí. Le gané odio, no voy a negarlo. Pero si algún día me necesita ahí estaré. Aunque no creo que lo pida. Actualmente es la mejor amiga de la persona que más odio sobre la tierra. Son muy parecidas y duele. Aún cuando no quiero que duela.
Mis amigos hombres no son muy unidos a mi pero suelen darme buenos consejos...
Ya estoy llegando a mi destino, con mamá estamos yendo a visitar a mis abuelos. Viven a unos cuantos kilómetros de mi pueblo. Es una cuidad chica con unos 3000 habitantes, hace desde los 6 años que no vengo aquí.
Cuando llegamos mi abuela nos estaba esperando afuera con una sonrisa enorme. Es una mujer muy alegre y bastante joven. Siempre que la veo me regala un libro, sebe que me encantan, y al parecer hoy no era la excepción. Llevaba un gran paquete entre las manos. Cuando me acerco, me abraza y me dice:
- Ya no sos una niña Tara, esto es para vos.
Mis ojos se agrandan y se me ruborizan las mejillas, ¿Qué clase de libro me habrá dado?
Al verme se ríe y agrega.
- No creas cualquier cosa niña, son de misterios. ¿Acaso creíste que tu abuela te regalaría ese tipo de cosas?
Mi mamá también se empieza a reír y abraza a mi abuela tan tiernamente que sentí ganas de llorar. Era increíble el tiempo que pase sin ver a mi familia.

Soy TaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora