Norman Reedus/Daryl Dixon - One Shots

Don't Try It With Her

- Repasemos las indicaciones que te he dado.

- Jeffrey, por favor... Ya entendí, lo repetiste más de veinte veces.- Rodé los ojos ante su insistencia.

- Repítelo, Norman.- Frunció el ceño cruzándose de brazos y me rendí.

Solté un suspiro y comencé a enumerar lo que había dicho desde que salimos de su casa.

- No debo coquetearle a la sobrina de Hilarie...

- Sigue.

- No debo incomodarla con mis comentarios fuera de lugar...- Esto era estúpido.- Viejo, ni siquiera la conozco, ¿qué te hace pensar que voy a tirármele encima?

- Te conozco y sé que no vas a poder resistirte a la tentación.- Estacionó fuera del aeropuerto.

- Si sabes que no vas a poder controlar mis impulsos, ¿por qué intentas que los reprima?- Bajé del coche.- Además, por lo que dijo Hilarie, me dá la impresión de que es sólo una niña. ¿Cuántos años tiene? ¿Dieciseis?

- Tiene veinticuatro.- Mi expresión se transformo.- Cambia esa cara, Reedus, si no quieres que lo haga yo de un puñetazo.

Avancé hacia la entrada del aeropuerto riendo y negando con mi cabeza.

No era para tanto, ¿o si?

Nos quedamos de pié esperando su llegada, mas el tiempo transcurría y mis piernas comenzaban a cansarse.

- Avísame cuando estés encendiendo el coche.- Me recosté sobre unas sillas y tapé mi rostro con mi gorra para que no me molestase la luz.

...

Estaba en una especie de limbo donde no me hallaba totalmente dormido, ni totalmente despierto, cuando escuché pasos cercanos octava vez desde que me dispuse a descansar. Les resté importancia y seguí durmiendo.

- ¡Tio Jeffrey!

-¡Pequeña, ven aquí!

¿Ya nos podemos ir? Tengo hambre.

Sentí un golpe en mi abdómen y me senté rápidamente del susto.

- Él es Norman, un vagabundo que acabo de encontrar.

Estaba intentando orientarme como cada vez que despertaba en la mañana. Poco a poco comenzaba a recordar...

Espera... ¿qué?

- ¿Vagabundo?- Me levanté frotando mis párpados- ¿Vagabundo yo?

- Ya vámonos, hermano, a tu cerebro le hace falta comida para despertar.- Me empujó a la salida mientras intentaba comprender lo que sucedía a mi alrededor.

Vi que en su otra mano llevaba una maleta y recordé el por qué habíamos venido al aeropuerto.

- Norman, un gusto.- Me giré hacia la joven que nos seguía y estiré mi mano para estrecharla.

- Jessie, también es un gusto conocerte.

- Lo siento, recién noto que estabas aquí.

- No, yo lamento haberlos hecho esperar, te ves muy agotado.

No supe en qué momento nos detuvimos en el camino a hablar.

- Lo que dijo Jeffrey...- Pase la mano por mi nuca un tanto incómodo.- No soy un vagabundo.

- Lo sé, eres su mejor amigo.- Me sonrió.- Tía Hill me lo ha dicho.

Joder, tenía una sonrisa muy hermosa, y ella era hermosa.

- Norman.- Jeff apareció frente a mí con el ceño fruncido otra vez.

Seguimos en dirección al coche, posó so brazo sobre mi hombro y me acercó a él.

- Quiero que repitas en tu cabeza las indicaciones que te dí, no te pases de listo.

Asentí no muy convencido de que pudiese cumplirlas pero haría el esfuerzo. Quizás fuese un mínimo esfuerzo, pero la intención es lo que cuenta.