Espíritu de Culpa

Capítulo 5: Revelaciones, Parte 1

Narradora:

El peliturquesa y el pelimorado se encontraban frente a frente, con la Psiquiatra. Habían conseguido una cita, y aquella sería la primera sesión...

La chica de cabello negro, revisaba unos cuantos documentos, y escribía un par de cosas, en algunos papeles. Luego alzó la cabeza para ver al más bajo, y sonrió...

-Hola, Bonnie. Mi nombre es Leo Darkblack, y soy la Psiquiatra de este Hospital. Sé que puedo dar la apariencia de una chica fría y seria, pero que eso no te intimide. No quiero que me veas sólo como tu doctora, más bien, quiero que veas en mí, a una amiga. Alguien que está dispuesta a escucharte, y ayudarte... Dime, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes?- Le preguntó, con suavidad.

El oji-rubí levantó de a poco su mirada, posándola en la pelinegra...

-No lo sé...- Contestó, en tono bajo.

-Está bien, sé que puedes sentirte un poco confundido al principio, pero no te preocupes. Sin embargo, necesito que me contestes con sinceridad, una pregunta... ¿Sabes porqué estás aquí?- Interrogó, tratando de transmitirle serenidad.

El chico demoró en responder...

-¡Porqué... Tengo un problema, supongo!...- Dijo, al fin.

Leo asintió, con suavidad...

-La razón por la que te pregunto esto, es porque muchas personas que vienen aquí, piensan que lo hacen porque están locas. El consultar a un psicólogo o a un psiquiatra en general, no significa que lo estén. Lo que quiero, Bonnie, es que no te sientas así. Quiero que te sientas como lo que eres: Un chico normal, que vino aquí para recibir ayuda. ¡Nada más!.
¿Comprendes?- Le cuestionó.

Bonnie simplemente movió su cabeza, en señal de afirmación...

-¡Muy bien!...- Sonrió, haciendo una breve pausa- Habiendo aclarado eso, dime, ¿Porqué has venido aquí?, ¿Qué te sucede?- Intentó que se expresara, pero sólo obtuvo silencio- ¡No puedo ayudarte, si no hablas conmigo, Bonnie!- Enfatizó de manera suave, pero firme.

-¡Yo... Sólo quiero que usted me responda algo!... ¿Realmente, puede ayudarme?- Más que una pregunta, aquello había salido con un tono retador.

-¡Si tú crees que puedo ayudarte, entonces lo haré!... ¡Al venir aquí, me demuestras que has depositado tu confianza en mí!, ¡Así que vamos a comprobarlo!... ¡Pero para poder ayudarte mucho más rápido, debes cooperar conmigo!... Así que dime, ¿Qué te pasa?, ¿Qué te ha traído aquí?- Volvió a preguntarle, casi retóricamente a su incitación.

-Yo...- Miró a su ''Cuidador'', quien sólo le brindó una mirada de ánimo- Mmmm... Pues, yo... Estoy aquí, porque... ¡Quiero librarme de ''Ella''!...- Contestó, lleno de temor.

-¡Muy bien!, Ahora dime, ¿Quién es ''Ella''?- La pelinegra enarcó una ceja.

-¡La mujer que me persigue!...- Comenzó a temblar.

-¡Y esa mujer!... ¿Cómo es?- Inquirió, observándolo.

El pelimorado describió aquella cosa, tal cual como la veía...

-¡En pocas palabras, me estás describiendo a un monstruo!...- El chico asintió, con la cabeza- ¿Y porqué te persigue?- Le interrogó.

-¡No lo sé!... ¡Y tampoco me interesa!...- Sus ojos se humedecieron.

-¡Entiendo!...- Hizo una breve pausa- ¿Desde hace cuánto, comenzó a perseguirte?- Cuestionó, con interés.

-¡Desde hace menos de 5 días!... ¡Yo vi su cadáver!... ¡Su espíritu me persigue!...- Al oír eso, la pelinegra miró al mayor.