Mi mejor travesura [COMPLETA] ✔️ (Fred Weasley, fanfic)

∆ Capítulo 05 ∆

"Orejas extensibles"

Cassie estaba terminando de ponerse pijama, cuando el búho real de Draco se posó en el marco de su ventana. Corrió hacia él y lo hizo entrar; el ave se posó sobre el escritorio de la habitación y la rubia le quitó de inmediato la carta que llevaba amarrada en una de sus patas.

Cassie,

Mi padre ya comenzaba a preocuparse porque no recibíamos noticias tuyas ni de tía Aurora. Me alegra que lo estén pasando bien, y lamento no poder decirte lo mismo de vuelta. Sabes que no puedo escribir mucho, pero lo que sí puedo decirte, es que mi padre está muy misterioso éste verano, ya sabes el por qué. Lo lamento, sé que eres una curiosa de primera, pero las cartas pueden ser interceptadas. Entendí lo que quisiste decirme en la carta anterior, pero no puedo hacer nada. 
Espero verte pronto, tráeme un souvenir de París.

Draco.

—¡Maldición! —gruñó Cassie arrugando la hoja de pergamino. 

—¿De quién es la carta? —murmuró Fred apareciendo a su lado. 

—¿Podrías dejar de asustarme? ¡Me matarás de un ataque! —exclamó Cassie alarmada; el pelirrojo sonrió y le quitó la carta—. Oye, eso es privado.

—Aah, es de Malfoy —Fred, desinteresado, le devolvió el trozo de pergamino y Cassie lo guardó en su baúl—. ¿Por qué no envías al búho de vuelta?

—Porque se supone que estoy en París. Sería extraño que Draco enviara la carta un día y al siguiente ya tuviera a su búho de vuelta, ¿no crees?

—Sí, tienes razón —Fred se dejó caer sobre la cama y Cassie vió que había llevado dos copas de jugo y algunos dulces-. Son para compartir, ¿quieres?

—No me digas. ¿Si me como alguno volveré a besarte de forma desesperada? —preguntó ella con una sonrisa, recostándose a su lado.

—No, linda. Ya no necesito dulces para que me beses —Fred cruzó sus manos tras su cabeza y cerró los ojos—. Estás loca por mí, Casiopea Malfoy... -la rubia le dió un almohadazo en plena cara, y Fred se enderezó indignado-. Pero, ¿qué fué eso?

—Sabes que no me gusta que me digan Casiopea —Fred la miró aparentemente enojado, y Cassie se preocupó—. Oye, lo siento, sólo fué una bro... ¡No! —el pelirrojo se abalanzó sobre ella y comenzó a hacerle cosquillas. Obviamente Fred tenía más fuerza, así que Cassie poco podía hacer para defenderse, además de gritar y retorcerse de risa—. ¡Fred, por favor...! ¡No respiro...!

Fred se detuvo y escondió la cara en el cuello de Cassie, que respiraba agitada luego de aquel ataque de cosquillas. Cassie se estremeció cuando sintió los labios de Fred rozando la piel de su cuello; él dejó un tierno beso cerca de su mandíbula y continuó hasta llegar a sus labios para besarlos con fervor.

—Eres preciosa, Cassie. 

—¿Qué te dijo George?

—¿Es en serio? ¿Estamos besándonos y te acuerdas de mi gemelo? —preguntó Fred aparentando indignación.

—Sólo recordé que nos había visto hace un rato. Sé que son diferentes. Él es más guapo. 

—Oh, no dijiste eso, Cassie... —Fred volvió a atacar a la rubia con cosquillas, que terminaron con Cassie suplicando para que la dejara respirar.  

—Tranquila, George no dirá nada —Fred abrió una bolsa de dulces y comenzó a comer—. No eres tan orgullosa como aparentas, Cassie.

—Lo soy, créeme.