para los niños que no sienten

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Haz como los otros chicos,
hasta di malas palabras,
pero deja de se llenarte la cabeza con cosas difíciles,
tú eres muy chico para saber cosas tristes.
Me miró con cierto cariño y pena.
Tenía tanta pena
dio un grito
me sentía el ser más desgraciado del mundo,
habló una voz
venida quién sabe de dónde,
cerca de mi corazón,
casi salí llorando,
pero me sujetaba la curiosidad.

Estaba tan triste y desilusionado
hubiese preferido morir.

Mi pecho explotó con enorme amargura
y las lágrimas brotaron cobardemente de mis ojos.
No espero nada.


Lástima que no pudiera contarle
que había visto vivir a la poesía,
no quería que viera las heridas
y las cicatrices
-"si te duele no entres al agua"- me dijo con la mirada perdida
- ya no me duele más.

AutorretratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora