Ángel

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Un chico de estarura normal, vestido completamente de negro, su cabello tal vez castaño, su tez pálida por lo que se podía distinguir, sonrisa peligrosa y a pesar de la inconstante iluminación de las farolas sus penetrantes ojos resaltaban como luceros, como dos grandes y muy azules luceros.
La joven se paralizó al ver tan hermosa creación. Tal vez es un ángel Pensó.
Sin darse cuenta el "ángel" siguió avanzando y fue cuando ya se encontaba a pocos centímetros de ella
que lo oyo hablar por primera vez.
-¿Te encuentras bien?- Susurro el "ángel" con su voz raspoza.
-Ss si- ella tartamudeo y se sintió la persona más tonta del universo, pero una media sonrisa apareció en los perfectos labios de él y ella sintió sus piernas temblar.
Pasaron unos segundos o tal vez fueron ¿minutos? ¿horas? en los que el "ángel" solo la observó en silencio. Su penetrante mirada se dedicó a recorrer cada centímetro de Angela, hasta que lentamente retrocedió un paso y volvió a hablar.
-Por mucho que me gustaría quedarme viendote toda la noche, debo irme- la sonrisa perfecta volvió a aparecer -Pero si quieres... yo puedo llevarte a donde desees.- Sus azules y profundos ojos estaban clavados en la joven como si estuviera analizando cada pequeño gesto o movimiento que esta realizara.
Angela ignorando lo que el ángel dijo sonrío irónicamente antes de agregar. -¿Solo porque eres un chico bonito te piensas que puedes ir atropellando a las personas por donde sea?-
El joven la miro divertido. -Ooh Veo que te encuentras bien Bonita.-respondió enfatizando la última palabra. -Ya comenzaba a preocuparme de que tuvieras una contusión, pero veo que no.- se encogió de hombros.
-Casi me matas y te das el lujo de hacerte el gracioso. ¿Quién te piensas que eres?- la joven comenzó a caminar alejandose del muchacho pero este corrio tras ella. -Espera- dijo cuando se encontraba a solo unos pasos de ella -Lo de llevarte lo decía encerio, ya sabes, como es de noche y es un barrio peligroso.- agrego mientras jugaba con sus manos.
Angela observo en silencio la escena, mientras analizaba la propuesta miro las calles vacias y luego dirigio su ojos hacía el "ángel". Solo tenia dos opciones, caminar sola en la oscura y fría noche o dejar que el niño bonito la lleve hasta su casa y aunque una parte de si misma le gritara que no era buena idea subirse al auto con un desconocido, la otra parte menos racional se encontraba diciendo El chico parece un ángel ¿No puede ser tan malo verdad?
-Esta bien- dijo mirando sus pies -pero solamente acepto porque hace frío.
-Genial- el chico sonrió. -Soy Adriel por cierto- menciono estirando su mano hacía la muchacha.
Un nombre de ángel para alguien que parece un ángel. Pensó mientas tomaba la mano de Adriel, y justo en el momento en el cual sus manos se encontraron un escalofrío recorrio el cuerpo de la joven. Pero decidio ingnorarlo pensando que tal vez se debia al frío de la noche o a lo helada que se encontraba la mano del joven.
-Angela- fue lo único que la chica logró decir antes de soltar la mano de Adriel y caminar hacía donde se encontraba el auto.

El viaje se dio en silencio solo se escuchaba el sonido del motor y de vez en cuando la voz de Angela dandole indicaciones a Adriel hacia donde debia doblar.
Pasaron veinte minutos en ese incomodo silencio cuando al fin obsevo su casa a solo unos metros.
-Bueeno, es aquí- dijo la muchacha. -Gracias por traerme- agrego mientras el auto reducia la velocidad.
-No fue nada- respondio el chico fijando sus ojos en la castaña que ya había abierto la puerta, pero en el momento en el que puso un pie fue del auto pensó... ¿Por qué no? Y soltó  -Espero que nos veamos por ahí- el muchacho sonrió y cuando Angela bajo completamente del auto él contesto -Eso tenlo por seguro. Vamos a volver a vernos- afirmo y asi sin darle tiempo a reaccionar acelero el auto dejando a una Angela sonriente pero a la vez muy confundida.

Ojos De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora