Un humano...
¡Un humano!
No lo podía creer, simplemente no podía creer lo que sus ojos veían, ¡había un humano justo frente a él! Papyrus se llenó de una incontenible felicidad, prácticamente estaba dando pequeños brincos en su lugar mientras intentaba, sin éxito alguno, conseguir tranquilizarse un poco para así verse totalmente genial ante el pequeño niño.
¿Que debía hacer ahora? Quería decirle a Undyne lo antes posible y así recibir uno que otro elogio por parte de ella, pero no solo eso, también deseaba que el humano probara los puzzles que él por tanto tiempo estuvo construyendo, modificando y perfeccionando solo para su llegada. No era una decision fácil, ambas lo ponían sumamente emocionado.
Pero había algo que molestaba al más alto de los esqueletos, y no era el ver un humano en su casa, o que Sans este junto a este con una expresión de susto. No, era algo incluso mas grande que todo eso. ¡El humano estaba dormido!, ¿como se supone que le mostraría todo lo que había estado preparado solo para ese preciso momento?
Sans miro a su hermano pensando en una buena excusa, pero era inútil. No podía ocultare lo evidente, así que se sentó en el suelo, se acomodo y preparo para una larga explicación.
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papyrus se lo tomaba mejor de los esperado, escuchaba con detenimiento y solo interrumpía en caso de no entender alguna cosa, aun así el mayor se había dado el lujo de omitir algunos detalles sobre los recientes acontecimientos que no eran realmente necesarios de tomar en cuenta. Un claro ejemplo de estos fue sin duda sus previas intenciones de matar al chico y lo que probablemente pasaría una vez este llegara a las manos del rey.
Al terminar ambos quedaron en silencio, sin comentarios. Solo pensaban en como desenredar todo ese gran lió.
-no te preocupes Sans. Una vez que el humano despierte, hablaremos con el y encontraremos una solución- Papyrus como siempre intentaba tranquilizar a su hermano, poniendo ante todo una actitud positiva.
¡oh! pero aun faltaba algo por contarle ¿como se le pudo olvidar?, ¡aun no le decía porque el niño estaba durmiendo!
*
-¡muy bien! no te preocupes humano, ¡el gran Papyrus encontrara lo que necesitas!- el menor de los esqueletos estaba determinado a salvar al pequeño niño de ese tal "resfriado", por lo que mientras su hermano Sans corría de un lado a otro buscando un termómetro, el se encontraba con un libro rojo entre manos, pasando pagina por pagina, leyendo palabra por palabra buscando las instrucciones que debían seguir. Pero, mientras esté se ocupaba del aún dormido chico, Sans en su agitada búsqueda había hecho de la casa un total desastre.
-¡¿donde esta?!- con cada segundo que pasaba su preocupación aumentaba, al pequeño humano seguía con una extraña temperatura que pasaba por mucho el rango de lo normal, cosa que, sin duda terminaría por lastimarle de alguna u otra forma. El mayor bajo las escaleras para llegar al primer piso, entró a la cocina por milésima vez y...
-¡Aquí esta!-
Ambos esqueletos soltaron la misma expresión al mismo tiempo por encontrar lo que buscaban, uno por hallar un termómetro y el otro por encontrar en el libro las instrucciones exactas para curar un resfriado. Sans sin pensarlo se apresuro en ir a la sala con el dichoso aparato diseñado para medir la temperatura de los alimentos.
-¡bro, lo encontré!- Papyrus miro a su hermano con una gran sonrisa para luego poner (sin mucho éxito) una cara seria. Como si de un doctor se tratara, carraspeo la garganta y con total seguridad empezó a leer lo que el libro les indicaba.
-aquí dice que un resfriado se da por exponerse a bajas temperaturas sin la vestimenta adecuada- ambos miraron de inmediato al niño y detallaron su ropa. El saco que llevaba puesto parecía acogedor, pero no lo suficiente para permanecer en Snowdin, sin contar esos cortos pantalones que apenas si podían cubrirle las rodillas, -¡esa definitivamente no es una vestimenta adecuada!- Papyrus salto rápidamente la parte que explicaba las causas para luego leer los síntomas. El muy angustiado esqueleto se agacho a abrazar al niño casi llorando, le parecía horrible el hecho de que un humano pudiera guardar tantos malestares en su pequeño cuerpo.
Sans al igual que su hermano miraba con preocupación las mejillas de ese pobre ser que no dejaban de mantener un color rojizo. Con el termómetro en mano de dispuso a seguir las instrucciones del libro, las cuales le señalaban la forma correcta de colocárselo. Sin embargo, se detuvo antes de siquiera tocarlo, ¿donde debía ponerlo exactamente?, no había contemplado antes el hecho de que nunca utilizo tal cosa en su vida, o por lo menos no para ese fin, a excepción de Papyrus claro, en ocasiones le veía sumergirlo en una pequeña olla con agua, y cuando esta estaba lo suficientemente caliente lo sacaba para así continuar con la preparación de su famoso espagueti.
-Bro. ¿Como se usa esto?- el mencionado soltó al niño con cuidado para poder mirar a su hermano y darle las instrucciones necesarias.
-es simple Sans, solo tienes que agarrar el termómetro y colocárselo en la boca o...- Papyrus al mirar lo que el otro tenia en las manos, a lo que termino por taparse la cara en signo de total frustración-¡Ese no era el termómetro que tenias que buscar!
-¿como que no es?, ¡tu lo utilizas para saber si el espagueti esta muy caliente!
-¡lo hago! pero ese es un termómetro de cocina, ¡no se usa en humanos!- el hermano menor no demoro en coger el libro y buscar la pagina donde se encontraba un dibujo a blanco y negro en donde ponía como encabezado,"termómetro exclusivo para humanos".
Sans se rascaba la cabeza mientras alternaba su mirada entre el dibujo y el aparato en su mano, irritado soltó un largo suspiro en total derrota.
-No veo la diferencia, ¡hacen exactamente lo mismo! simplemente vienen en diferentes diseños- Papyrus quiso por primera vez un su vida darle un buen calvazo a su hermano, pero al oír como el niño se quejaba por el ruido que ambos hacían se detuvo de inmediato.
-no hay tiempo para esto- con cuidado, el esqueleto mas alto metió sus brazos debajo de las piernas y la espalda del pobre chico para poder cargarlo -¡le daremos un baño!
-¡¿que?!- un intenso color azul se asomo por la cara de Sans simulando el rubor perteneciente a la clara vergüenza que, sin duda estaba sintiendo.
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NT: en caso de que no sepan el significado de la palabra "calvazo" aquí les dejo una pequeña ilustración (?
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Nuestra Esperanza
Fanfictionla guerra entre humanos y monstruos había dejado grandes heridas en ambos reinos, heridas que probablemente jamas sanarían... o por lo menos eso creía el rey de los monstruos. nadie jamas pensó en la mas mínima posibilidad de que un pequeño humano a...