② TWO YOUNG HEARTS ─ tom holland

━ I'VE MISSED YOU, LOSERS

EL PRIMERO EN LLEGAR AL AEROPUERTO FUE SHAWN MENDES QUIEN FUE RECIBIDO POR Emma con un gran abrazo que lo hizo caer al suelo junto a todas sus maletas. Summer Harrington frunció el ceño divertida y por más que quiso no pudo aguantar empezar a reír mientras Shawn y Emma empezaban a reír también. 

—Creo que me rompiste algo, Em —dijo el canadiense, echando su cabeza hacia atrás.

—Lo siento, en verdad te extrañé.

—Nos vimos a inicios de mes —respondió él.

— ¿Y no puedo haberte extrañado durante ese lapso de tiempo?

—Hablamos todos los días.

—A veces me pregunto por qué fuiste mi novio.

— ¿Porque soy genial?

— ¿Pueden levantarse? La gente empieza a verlos raro y se supone que venimos encubiertos.

La rubia rodó fuera de Shawn para que él pudiera levantarse y entonces ambos aceptaron ambas manos de Summer quien las había extendido una a cada uno para ayudarlos pero entonces los dos tiraron de ella al mismo tiempo.

— ¡No, esperen, al mismo...! —La castaña no pudo terminar pues ya había caído al suelo también— Son unos tarados. 

Aquello había sido hace quince minutos. Ahora los tres se encontraban infiltrados en el aeropuerto con lentes de sol oscuros y una gorra al estilo encubierto de los personajes del Universo Cinematográfico de Marvel mientras esperaban sentados en la puerta donde el vuelo de Vancouver llegaría.

Emma jugaba con el cierre de su chamarra verde mientras Shawn, en medio de ambas chicas, se entretenía peinando el cabello de Summer y luego de Emma y así sucesivamente. 

—Me parece maravilloso que no nos hayan reconocido todavía —habló la rubia—. Yo nos reconocería de inmediato por el tatuaje de Shawn en la mano.

—Tienes razón —estuvo de acuerdo Shawn—, pero yo no soy Shawn. Soy Benito.

—Ese chiste ya es viejo —objetó Summer. 

Mientras ellos se ponían a discutir por la otra identidad del canadiense, Emma alzó su mirada a la puerta donde ya empezaban a entrar los pasajeros de uno de los dos vuelos que estaban esperando y vio a una de sus amigas.

— ¡Amber!

— ¡Chicos!

La castaña corrió hacia sus amigos quienes se levantaron para ir hacia ella también, se abrazaron durante un rato y después los tres chicos se aseguraron de que todavía faltara un rato para que el vuelo de los británicos llegara y acompañaron a Amber por su equipaje.

Iban platicando de cosas extremadamente triviales hasta que Emma preguntó lo que estaba en la punta de su lengua desde que vio a su amiga.

—Y dime, Amber.

—Ay, no —dijo Summer.

— ¿Qué te digo?

— ¿Qué tal es Harrison en el trabajo?

Shawn agachó la cabeza negando un par de veces y Amber rodó los ojos. La historia de cómo Harrison Osterfield había terminado siendo su asistente se resumía en lo distraída y olvidadiza que ella era y lo metiche que su hermana menor era. Lena Williams había metido sus narices en aquel asunto y eso resultó en Emma y Tom consiguiéndole un nuevo asistente con pequeñas mentiras blancas.

—Es realmente genial, ¿sabes? —Respondió ella— Lleva un mes trabajando conmigo y mi mamá ya lo tiene en un altar.

—Y eso que la mitad del tiempo no ha estado contigo.

Porque Harrison seguía siendo asistente de Tom y por derecho de antigüedad —como él le había llamado— pasaba más tiempo presencial con su mejor amigo que con Amber , sin embargo habían encontrado una buena manera para que Harrison pudiera asistirla estando lejos y hasta el momento les iba bien.

— ¿Ves que no fue malo que la rata de tu hermana acudiera a nosotros?

—Emma —gruñó Shawn—, ya hemos hablado de esto.

—Mira, Shawn, yo ya había olvidado a Lena hasta que pasó aquello.

— ¡No fue intencional! —Exclamó Amber. Summer elevó las cejas e infló las mejillas sin hablar al respecto.

Lena Williams era un tema sensible para Emma.

—Eso te dijo —respondió Emma.

Amber gruñó sin responderle a la rubia sabiendo que su hermana menor de veras se había ganado el odio eterno de su amiga y mejor se dispuso a buscar su equipaje en las cintas que estaban frente a ellos.

Un rato después regresaron a una sala de espera distinta para recibir a sus amigos que llegaban de Inglaterra y cuando la puerta se abrió y empezaron a salir los pasajeros, Emma gritó el nombre del primero al que vio.

— ¡Harrison! —Emma corrió hacia él como si fuera Flash.

La chica abrazó con ganas a Harrison Osterfield quien la recibió con los brazos abiertos listo para abrazarla de regreso. Tom Holland, quien salió justo después que él, tronó la lengua.

—Chicos, bloquean el paso.

—Es la envidia porque quieres más a Harrison, Emma —habló la voz de Perrie Edwards. 

—No. En serio están bloqueando el paso —dijo Jesy Nelson.

El canadiense tomó a la rubia de la cintura para que dejara de aferrarse a Harrison y permitieran el paso a los demás pasajeros y entonces el grupo de amigos se hizo a un lado para saludarse.

Emma miró a Tom de arriba abajo con la ceja enarcada y luego se miró a sí misma.

—No me digan que se pusieron de acuerdo —dijo Jade Thirlwall, riendo.

—Seguro Tom me copió.

— ¿Y yo por qué? Pudiste haberlo hecho tú.

—Alguien debe tomar una foto de esto.

—Estoy en eso, Summer —respondió Harrison.

Emma y Tom estaban vestidos casi igual.

—Deben admitir que sí es gracioso —dijo Shawn, abrazándolos por los hombros.

—No lo es —respondieron al mismo tiempo.

El grupo de amigos tomó rumbo al lugar donde debían recoger su equipaje y en el camino Harrison les tomó una foto a sus mejores amigos con sus playeras negras y sus chamarras verdes haciendo sonreír a Emma.

—Los extrañé mucho, perdedores.

—Espero que con perdedores te refieras a Tom, Harrison y Shawn y no a nosotras —contestó Leigh-Anne.

Emma dudó un poco: —Sí. Me refiero totalmente a ellos.