Se ha secado por completo aquel rosal.

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May abrió mucho los ojos mientras estrechaba su mano con la de la muchacha y miraba a su sobrino con una expresión que claramente decía "¡Eso, campeón!", bastante impresionada.

-El gusto es mío, ¡Peter nunca me habló de ti! Casi nunca vienen sus amigos, solo conocía a Ned.

-E-ella vino a traerme mis notas y a darme algunas explicaciones que dieron en clase- Peter soltó, sin saber bien porqué mentía.

-Ya veo, entonces... los dejo solos. Fue un gusto, Frigga.

-¡Gracias!

Le guiñó un ojo a su sobrino antes de salir y movió los labios diciendo: "Protección". May era realmente una pesadilla.

La chica se sentó de nuevo en la cama de Peter.

-¿Cómo hiciste eso?

-¿Te sorprende? Literalmente llegué con la forma de una serpiente a tu ventana.

-Claro... Gracias por hacer eso, me ahorraste muchas explicaciones.

Loki, en esa forma, era sin duda la mujer más hermosa que había visto en su vida. Tan elegante y con un cuerpo alucinantemente estilizado y perfecto, pero sumamente parecida a su contraparte masculina... Ahora que lo pensaba, solo se le habían marcado algunos rasgos y curvas, realmente no había cambiado casi para nada. Peter se preguntaba si se sentía bien en esa forma.

-Mañana por la mañana me iré, Peter- dijo, muy seria.

El chico señaló a su hombro.

-¿Qué tal eso?

Ella en respuesta, se bajó ambas mangas de su vestido, mostrando más de lo que Peter se habría esperado. Su hermoso cuerpo, mostrándose tan íntimo, sus pechos redondos y firmes; Peter tuvo que ahogar un jadeo al respecto. Se amonestó por sonrojarse tan violentamente.

Entonces Loki se tocó el pecho y apareció ante él una cicatriz enorme que abarcaba de su hombro hasta sus costillas. Abierta, inflamada y punsante.

-Me sorprende que puedas moverte.

-Aún duele, pero estoy bien- hizo la herida desaparecer con magia y se colocó el vestido otra vez.

Peter cerró los ojos y se armó de valor.

-Quédate hasta que estés mejor.

-Soy un inconveniente para ti, yo...

-No fue una pregunta.

Se sentía seguro y osado al hablar así, sin embargo, su voz era aún temblorosa y susurrante.
Loki asintió y se puso de pie.

-Es tarde, iré a despedirme de tu tía y volveré por la ventana. No quiero que piense que le he robado la inocencia a su pobre sobrino- dijo eso en el marco de la puerta y le guiñó un ojo.

Salió de la habitación y Peter se quedó solo. Soltó un suspiro. Estaba equivocado.

-¿Ahora qué estupideces estás haciendo, Parker?

Otra vez sintió oprimir su pecho.

-De nuevo quieres hacerte el héroe, pero, ¿qué es lo que eres? Nada más que un niño patético.

No podía respirar, joder.

-No mereces los poderes que tienes, no mereces la vida que tienes.

Por favor, no...

-¿Cómo esperas ayudarlo? No puedes salir a ninguna parte, no puedes moverte, no puedes ni siquiera ver tu teléfono...

Cállate...

Labios rotos (Spiderfrost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora