Capítulo 4

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—Kwan.... Se que te e pedido muchas cosas al rededor de todos estos años,pero de verdad te pido que la salves, quiero que tenga una vida tranquila donde no se encuentre en persecución, estrés y traumas. —

— Y crees que criarce sin su madre por culpa de semejante demonio no Le dejará trauma o estrés en tan corta edad?! Ni si quiera tiene un año de vida y tu ya estas programando tu muerte?! —

—....... —

— Soo, por favor.. No me hagas esto, no Nos hagas esto. Tu hija te necesita. —

— Lo sé, pero... Que harías tú en mi situación, Kwan??. No quiero que le hagan daño solo por venganza, por mi culpa! Por el amor de Dios! Ese hombre no descansará hasta ternela. —

—...... —

—Kwan... P-Por favor. —

—Está bien... Solo, trata de sobrevivir y volver a salvo. Prometelo. —

—... Lo prometo. —

Ambos sabían que esa promesa era vacía, hueca. Una promesa que nunca se cumpliría, pero era la única forma de que ambos corazones por ese corto y engañoso momento.... Descansarán en paz.

Todo, por el bien de la vida de su pequeña, de su Suni.






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—SHHHHH! Tranquila Soo! Soy yo, Kwan... —

El alivio que sintió Soo en este momento era devastador, por un segundo se imagino la desgracia de a ver perdido, de a ver perdido a su tesoro, a su niña que por el mismo estrés que estaban pasando, había entrado en un sueño profundo. Se habia desmayado y en parte la tranquilizó, porque no tendría que pasar por lo que vendría a continuación.

Sus músculos se relajaron al saber que por el momento estaban a salvo. Kwan, al sentir que está se relajaba, poco a poco la fue soltando, a la vez que un suspiro de alivio se escapaba de sus labios. Anteriormente, Kwan había descubierto que los hombres de aquel demonio estaban por el aérea, e inmediatamente fue a avisarle a su querida Soo, que no se encontraba en casa, entonces con su gran resistencia que obtuvo en su servicio en la milicia, recorrió todo aquel pueblo teniendo la suerte y mala suerte de encontrarla siendo perseguida por aquellos hombres con vestimenta negra. Sin dudarlo se adelanto y escondió y aquí estaban.

Soo rápidamente se dio media vuelta tomando por sorpresa a Kwan cuando lo abrazo con suavidad al tener el pequeño bulto inconsciente escondido entre su capa. El, después de que la sorpresa de disipara, correspondió el abrazo, rodiendola con sus fuertes brazos profundizando el afecto físico. Ambos sabían lo que venía, y no lo podían evitar. Seguirían siguiéndolos y la seguridad de Suni sería nula.

Había llegado el momento.

Lentamente, ambos se separaron del calor del otro. Las lágrimas ya comenzaban a pinchar los bordes de los ojos chocolates de la fémina de cabellos violáceos. Con un gran cuidado, destapó el bulto dejando ver a una serena Suni. Soo no pudo aguantar más y las lagrimas saladas se desbordaron de sus esferas, deslizándose por sus mejillas caramelos mientras contemplaba por última a su luz, su niña... Su vida entera. Beso con un amor abrazador la frente pálida de su hija, no la vería crecer, no estaría con ella cuando comenzará el jardín de infantes y muchos menos cuando tuviera sus nietos.

Oh, cuanto dolía.

Pero ella sabía que con este sacrificio, la vida de su niña sería mejor. Tendria una vida normal, sin estrés, sin preocupaciones...

Kwan veía la escenas con ojos destrozados, su amiga de toda la vida, su primer amor, se iría pronto y su corazón no podría estar más inundado de angustia, de impotencia al no poder ayudar, al no poder mantenerla a salvo y ocupar su lugar. Después de todo había prometido que el cuidaría de su pequeña que con el paso de esos pocos meses, la consideraba suya también.

— Mi bella y dulce Suni... Por favor vive por mami, si? Haz muchos amigos y apredente muchas cosas. Encuentra el amor, puede que tengas que pasar por muchos corazones rotos, pero eso solo te hará más fuerte y te guiará al indicado o indicada el cual sea digno/na de obtener tal privilegio. Se fuerte mi niña, mama siempre estará a tu lado protegiendote, amándote, animandote en todo momento. Siempre estaré ahí para ahuyentar tus malos sueños. Siempre, siempre estaré ahí..... T-Te amo t-tando mi polvito de estrella. Kwan estará ahí en mi lugar para cuidarte y darte el amor que yo no podré darte físicamente. Hazle caso y no seas muy caprichosa, puede que tengas discusiones, pero el siempre te seguirá amando y apoyando. Jamás te abandonará.... Suni, adiós, mi amor. Mama te extrañara. —

Kwan de igual manera no pudo evitar que las lágrimas no saliesen de sus ojos zafiros, era imposible. La perdería para siempre y dolía, demonios dolia demasiado que no lo soportaba. Soo beso por última vez a su pequeña y con su rostro mostrando dolor y añoranza absoluta, la coloco en los brazos de Kwan que sólo miraba hacia el interesante suelo. Soo, sonrió con tristeza y con delicadeza sostubo la barbilla del rubio que con lentitud conectó sus zafiros con los chocolates deslumbrantes de ella. Solo para sorprenderse al sentir de repente un toque cálido en sus labios mojados por las lágrimas, que se mezclaban con los de ella creando una mezcla salada única. El par de ojos se cerraron para mayor disfrute y sobre todo para grabarlo por completo en sus memorias; la sensación y el sentimiento.

Y así como vino, la calidez en ellos se desvaneció cuando la femenina comenzó a alejarse desapareciendo de a poco en la distancia, dejando como un susurro sus últimas palabras que destrozaron por completo a Kwan.

—Te amo... Adiós, mi amor.—








Capitulo corto, pero significativo. Trate como pude de expresar bien con palabras este capítulo, me costó mucho.

El siguiente capítulo será más largo, despues de todo es cuando empieza la verdadera historia.

Un pequeño spoiler: Habrá mucho flashback \:v/.

Ciao~

Change [Mystic Messenger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora