Change [Mystic Messenger]

Capítulo 7

Wow , ya llegamos a las 200 leídas , no se que decir la verdad. Muchas gracias a los que apoyan a la historia , me animan a seguir escribiendo.

Soy mal@ con las palabras de mi mism@ así que la verdad no se que decir , solo agradecerles y dejarles con él capítulo el cual había prometido que sería largo, pero no es así, así que lo lamento, pero la vida es la vida xdxd cosas pasan y me retrasan, pero listo las actualizaciones serán más rápidas de ahora en más, but no prometo nada. 

Bueno basta de cháchara y les dejo con el capitulo. Esperó que lo disfruten. \:v/.

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Suni no sabía realmente que hacer en esta situación. No había pasado ni una semana desde que se entero que había renacido en un mundo el cual creía fictisio y no solo eso, si no que su supuesta prima era la "villana" de aquel videojuego de citas muy bien hecho, en donde cada personaje tenía una historia propia las cuales cada una subía de nivel de lo trágico. Lo que cualquiera pensaría era ayudar y más si uno tenía el conocimiento de lo que cada uno de dichos personajes que ahora sin dudas eran personas de carne y hueso, iban a pasar. Pero Suni era Suni y no quería meterse en todo aquel complot desastroso el cual sin duda no sólo la perjudicaría a ella, si no a dichas personas, porque sin dudas si se metía cambiaría la trama de la historia que muchos fanáticos de su antigua vida conocía y al hacerlo podría llevarlo a un final más malo del cuál conocía.

Pero también podrías darles aquellos finales felices que cualquiera merece.

Siempre esa maldita vocecita de su subconsciente la traía a esta lucha de desiciones de las cuales no la había dejado dormir los últimos 4 días, regalándole manchas oscuras debajo de sus ojos menta que ningún niño de 10 años, casi 11, debería de tener. En cualquier momento se tiraría del balcón que se encontraba en su habitación en el segundo piso para terminar con toda esta mierda y con suerte renacer en un lugar el cual no tuviera conocimiento previo de lo que le pasaría a varias personas y así ahorrarse todo el mal estar por el que estaba pasando. Ya era suficiente con todo lo que había pasado con el tema de su madre, tema delicado que siempre pesaría en su ser. Pero un rubio rizado con una hermosa sonrisa la detenía, no podía ser así de egoísta, pensó.

Un gran suspiro salió de sus resecos labios. Necesitaba agua y comida, después de todo recién se despertaba de su hora habitual de sueño que era lo único que podía descansar por el agotamiento de la falta de sueño. Bajó por las escaleras que la llevaban al recibidor, donde con una caminata al estilo zombie se adentro hacia la cocina. Agradecía a los dioces que Kwan habia empezado a trabajar porque si la viera como estaba ahora, seguro que exigiría respuestas por su estado de muerto viviente. El trabajo lo mantenía afuera casi toda la mañana y parte de la tarde, dejándola sola ese tiempo para tener sus clases por computadora con su maestros de EE.UU a través de la cámara del aparato tecnológico, donde luego de terminar estudiaría por su cuenta todo sobre computación para pasar el rato. Comería, leería, se aburriría, comería nuevamente, se aburriría nuevamente y al no saber que rayos hacer se pondría a limpiar o hacer algo o si no los pensamientos comenzarían a derribarla nuevamente.

Al terminar de desayunar, sus clases por computadora comenzaron y al terminar al curso de varias horas con sus distintos profesores, estaba dispuesta a cocinarse algo ya que se había pasado el medio día, pero el sonido de una melodia pegajosa de su móvil la hizo detenerse. Con una ceja violeta alzada por la curiosidad de ver que la llamaban de un número desconocido, atendió la llamada para ver que rayos la interrumpía en su camino a la gloriosa cocina.

– Si? – su voz irradiaba clara irritación y cansancio.

– Suni! Hola! – una pequeña voz entusiasta contestó al otro lado de la línea.

— Eh? Rika? — decir que estaba sorprendida era una subestimacion, la razón de sus torturas mentales la había llamado y no sabia como rayos debía de reaccionar. ¿Debía gritarle? ¿Insultarla? ¿Llorar de frustración al no saber que hacer? No lo sabía.

—Hola Hola! Perdón si te sorprendi con la llamada, pero mis padres me compraron un teléfono móvil para que me pueda comunicar con todos y enseguida le pedí tu número a mi papá. Hace casi un mes desde que no nos vemos y.... Emm.. Te e extrañado, prima eres... Uh mi única a-amiga. — Suni pensó en ese momento que tirarse del balcón no era tan mala idea, pero nuevamente descarto ese pensamiento al escuchar lo que había dicho su prima y una punzada en su corazón se hizo presente. La culpa la carcomia, no podía evitarlo, desgraciadamente le había tomado cariño a la pequeña bolsa de dulzura. No podía creer que esta inocente pequeña se volvería una perra maniática en el futuro, pero lo entendía, después de todo sabia por lo que había pasado......

Ahora que lo pensaba bien, Rika o más bien dicho Mina su supuesto verdadero nombre, no había sido adoptada por sus tíos, en realidad no aparecían en el videojuego y en ningún momento se lo habían mencionado alguna de sus antiguas amigas y.... Hermana. Rika había sido directamente adoptada por la ramera de la tía del rubio adicto a los videojuegos que le había hecho su vida a cuadritos y no solo eso, el manacido del cura de la iglesia a la cual iba la madre adoptiva de Rika, abusaba de ella y ahí es cuando comenzaron los conflictos más fuertes entre la ramera y Rika, ya que ella no quería ir a la iglesia y sobretodo estar con el hijo de puta del cura, el cual era el que se hacía cargo de los supuestos demonios que se estaban apoderando de la pobre Rika. Llegando al punto en que Rika comenzó a enloquecer y usando a favor las palabras de la ramera diciendo que el demonio le decía cosas para así asustar a la ramera religiosa y así poder mantenerse en un lugar con cama y comida gratis. Cosa inteligente por parte de ella, pero no duro por mucho tiempo y fue hechada a la calle junto a su perrito que había encontrado en la calle y como de buen corazón que era lo había recojido. Y ahí fue donde todo fue cuesta abajo para su mentalidad, donde conoció luego a V y los gemelos pelirrojos. Y toda la fiesta comenzaba.

Todo. Era. Una. Mierda. Complicada.

— Eh.... Suni? Sigues ahí? — la voz preocupada de Rika la saco de sus pensamientos complicados para traerla a la realidad.

— Oh... Ermm. Lo siento, Rika. Me sorprendiste con tu repentina llamada, nada más. Y lamento no haberte visitado, e estado ocupada con los estudios y varias cosas más. Lo siento mucho. — se disculpo entrecortadamente aún aturdida con lo que habia recordado sobre la historia que tanto le había costado a su hermana desbloquear.

— Oh! Jejeje entiendo. Perdón si te sorprendi, pero en verdad te extraño y me gustaría poder verte, mis padres han estado más ocupado de lo normal y me siento.... Sola, no sé, pero siento que algo malo está pasando... — la preocupación en su voz era genuina. Suni ante esto arqueo sus cejas en igualmente de preocupación, que imaginaba que al otro lado de la línea, Rika estaba igual. Esto era raro, ya que su tía trabajaba en una tienda de ropa de marca y no le tomaba muchas horas de trabajo y su tío el cual era que trabaja más horas, no eran tantas como para hacer preocupar a su prima. Todo esto sabia por las charlas con su padre y prima. Pero no creía que algo malo estuviera pasando, tal vez tendrían alguna razón por la cual no estaban por varias horas. Aún así entendía su preocupación.

— Ya veo, pero no debes de preocuparte, deben de tener sus razones. Mira, que tal si voy para allí y cuando vuelvan tus padres le preguntamos y así estás más tranquila? — no le quedaba de otra, además el cariño que había ganado hacía ella, la empujaba a decir y hacer este tipo de cosas hacia la rubia. Una afirmación feliz se escucho del otro lado y Suni no pudo evitar que una sonrisa se formarán en sus labios. — Bien entonces iré en unos momentos. Por cierto, estas sola? — si era así, eso sería el colmo. Una cosa seria ella y otra cosa muy distinta Rika. Suni era mentalmente una mujer adulta de casi 30 años si sumabas los que había pasado en esta nueva vida.

— No, No! Una niñera me cuida, pero no me cae bien, esta todo el tiempo con su celular y su comida es asquerosa, prefiero mil veces la tuya, cocinas delicioso jeje jeje. — Suni se tranquilizó ante la mención de que al menos no estaba sola.

— Esta bien, tu gran prima Suni te salvará de esa vil mujer con mi precencia y buena comida. No tardaré! — dijo sarcásticamente con un tono juguetón que hizo reír a Rika respondiéndole con que la esperaba y así ambas cortar con la llamada.

Suni tenía mucho que pensar.

El balcón era tentador nuevamente.