CAPÍTULO VI

5.9K 413 148
                                    

Estuvimos un rato en la sala esperando que alguien se comunicará con nosotros, la incertidumbre, se palpaba en el ambiente, Madara había solicitado que se investigará rápidamente que es lo que había sucedido para que nuestros padres estuvieran incomunicados, al final, se descubrió que un huracán había azotado las costas de Okinawa y que había dejado incomunicada a la población, todos logramos relajarnos un poco pero sin dejar de estar alertas, dicen que las malas noticias son las primeras en llegar así que aún teníamos algo a nuestro favor.

— Deben ir a descansar, mañana es domingo y podremos ver si averiguamos algo más — Ordenó Madara.

Todos subieron a su habitación a regañadientes, a excepción mía, sentía que aunque fuera a mi habitación no podría lograr conciliar el sueño.

— Tu también Sakura — Mascullo Madara, se acercó al mini bar y se sirvió un poco de coñac y la bebió de golpe.

— Me quedaré aquí — Me senté en el sillón y comencé a juguetar con mi celular.

— Es una orden señorita — Apretó la mandíbula. Sentí que las lágrimas comenzaron a desbordar por mis ojos y por más que quise evitarlas no pude.

— ¿Soy una mala hija? — Apreté el celular en mis manos — Desde que llegué a esta casa no e pensado en nada más que ustedes, nunca se me había ocurrido pensar si mi mamá y Fugaku estaban bien. — Él me miro con la culpa reflejada en su rostro y se acercó hasta a mí y me abrazó.

— Para nada, eres una magnífica hija — Levanté mi rostro hasta dejarlo a la altura de sus labios. — Lo que pasó no es culpa tuya, también nosotros no hemos hablado con ellos y es por que es su luna de miel, todos sabemos que es un momento íntimo dónde quieres tu propio espacio con tu pareja. — Depositó un beso en la coronilla de mi cabeza — No te preocupes, te prometo que todo estará bien.

No se cómo logré conciliar el sueño, pero cuándo me desperté estaba entre los brazos de Madara, me levanté tratando de hacer el menor movimiento posible para evitar despertarlo y tomé mi celular para ver la hora, siete de la mañana. Volví a marcarle a Mebuki, hasta que escuché su voz.

— Se escucha interferencia Fugaku, creó que hay que ir más arriba.

— ¡Mama! — Exclame.

— Ah! Sakura, pensé que se había perdido otra vez la señal, tuvimos que movernos con Fugaku, por que en Okinawa, no hay cobertura para las llamadas, apenas y me había llegado tu mensaje. — Sacudi a Madara para que se despertará.

— ¿Estan bien? — Madara comenzó a levantarse y le susurre — Es mamá — El abrió sus ojos como platos.

— Si cariño estamos bien, cuándo llegamos hubo una pequeña tormenta, pero estamos bien. ¿Tu te encuentras bien? ¿Como te tratan tus hermanos? Si han sido malos dime, que ya verá Madara como lo pondré.

— Estoy muy bien mamá, nos tenían preocupados, por que no respondían el teléfono. — Madara me pidió el teléfono. — Mamá te pasaré a Madara, quiere hablar contigo y Fugaku.

— Vale cariño, te quiero.

Madara estuvo un buen rato hablando con ellos, hasta que al final se despidió pidiendo disculpas por importunar en su luna de miel. Nos abrazamos de felicidad, hasta que me di cuenta de la posición en la que nos encontrabamos, con mis piernas envueltas en su cadera y nuestros rostros demasiado pegados, alguien en las escaleras se aclaró la garganta y nos soltamos rápidamente.

— Era papá y Mebuki, al parecer están bien, sólo incomunicados — Madara sonrió a Indra que bajaba las escaleras, traía unas ojeras terribles, me levanté rapidamente y subí a mi habitación.

Mis Queridos Hermanos (SasuSaku) +18 (Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora