CAPÍTULO XVII

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La temperatura de mi apartamento pareció cambiar, si antes tenía frío ahora me encontraba sudando, Sasuke el hombre de pocas palabras, mi ex hermanastro, y mi actual compañero de escuela, me miro de una forma distinta, mi cuerpo tembló, no se sí de miedo o de anticipación, ante el cambió de atmósfera.

— Sakura — Mi nombre sonó tan extraño en sus labios, labios que no dejaba de mirar embobada.

— ¿Que? — Se acercó hasta rozar su muslo con mis piernas.

— Deja de mirarme así — Mi cuerpo se movía por si sólo, mi mano se alzó hasta su mentón y lo acaricie lentamente, deleitandome con su pequeña barba de tres días, con mi pulgar traze una línea sobre su labio inferior y lo escuche jadear.

Algo me había poseído, sí, era eso, por que de otra manera, jamás hubiera hecho eso, lo tome de sus suaves cabellos y pegué su rostro al mío, nuestros labios quedaron a un centímetro de separación, me subí a su cuerpo, y comenze a saborear sus labios poco a poco, con mi lengua delinie su boca, y al final le di un pequeño mordisquito, dónde aproveche a meter mi lengua en su boca, lo escuche gemir y mi libido subió a un nivel de no retorno, moví mis caderas tratando de hacer fricción con su miembro, la lluvia y los truenos eran testigos de mi pecado, comencé a quitarme la ropa una por una sin dejar de cabalgarlo, mi coño latía y me sentía tan humeda cómo nunca en mi vida lo hubiera estado, cuándo quede completamente desnuda, puse uno de mis pechos en la boca de Sasuke, dónde con maestría él lo comenzó a succionar y morder delicadamente, mis gemidos se acallaban por el sonido de los truenos junto con los de él, sus manos acariciaban mi culo desnudó, apretandolo y azotandolo, haciéndome gritar de placer, le quite la bata y la toalla dejándolo totalmente desnudo, cuándo nuestros sexos se rozaron, una descarga de pura lujuria me recorrió.

— ¿Estas segura? — Preguntó jadeante. Sólo asenti, ya estaba preparada y lista, totalmente humeda para el. Cuándo comenzó a deslizar su miembro erecto por mi coño, el dolor y el deseó se mezclaron, me tense por completo, pero él al notarlo siguió besandome por mi cuello y mi boca, con una de sus manos estímulo mi clítoris, hasta que olvidé el dolor y me concentre en el carnal deseó que se había apoderado de mí, cuándo nuevamente el fuego se avivo, empece a mover mis caderas, su polla salía y entraba a un ritmo devastador de mi humeda vagina, ambos gemiamos de placer, un calor indescriptible se acumuló en mi vientre, y minutos después bajó hasta mi canal vaginal provocandome unos deliciosos espasmos, que terminaron por dejarme flacida y terriblemente débil, él llego poco después que yo, con un rugido casi animal.

Nos quedamos un rato unidos tan íntimamente, hasta que delicadamente salió de mí, haciéndome añorarlo nuevamente, me recosto en el sillón y yo me deje hacer cómo si fuera una muñeca de trapo, lo vi pararse y volví a admirar ese escultural cuerpo casi llenó de tatuajes, y esa jodida perforación en la punta de su verga, gruesa y larga, caminó hasta el baño y al poco rato regresó con una toalla humeda, lo miré dudosa, y cuándo vi sus intenciones cerre las piernas.

— No — Me miró con el entrecejo fruncido y sin hacerme caso, me abrió las piernas con cuidado y me limpió los restos de su propia esencia y la prueba de mi virginidad, por que inocencia no podría llamarla.

Me cargo sin decir palabras y me llevó hasta mi habitación, buscó un camisón luchando contra la oscuridad y me lo puso con toda la ternura posible, luego se metió a la cama conmigo y pese a que traté de mantenerme despierta, el sueño me dominó y terminé por dormirme profundamente recostada en su pecho.

Me desperté desorientada, miré a mi alrededor, hasta que los recuerdos cayeron encima de mí como un balde de agua fría, ¿Sasuke y yo?, ¡Oh rayos!, unos ruidos provenientes de la cocina me llamaron la atención, me metí al baño rapidamente y me duche, me puse un vestido y salí a la cocina para toparme con un Sasuke, únicamente vestido con su pantalón, había servido el desayuno y entré sus manos se encontraba una taza de café humeante. Levantó la vista y me sonrió, cómo un hombre que mira a la mujer de la cuál está enamorado.

— Al parecer nos saltamos el segundo día de clases — Bromeó. Alarmada mire el reloj y comprendí que eran las once de la mañana, me sente a su lado y el olor de los huevos revueltos y el tocino, hicieron que se me hiciera agua la boca.

— Valla, se ve increíble, gracias.

— No soy muy buen cocinero, pero por lo menos unos huevos si los se hacer — Sonrió.

Comimos en un comodo silencio, al terminar nos acurrucamos en el sofa, dónde había perdido mi virginidad, mi rostro se calentó al recordar cada una de sus caricias y besos, cada gemido y cada sonido erótico que se producía al chocar nuestros cuerpos. No mencionamos nada del asunto, únicamente nos dedicamos a disfrutar de ese maravilloso momento, dejé las inseguridades para después.

— Debo ir a mi apartamento — Mi rostro debió delatar el horror que estaba experimentando, por que al instante me tomó con ambas manos y me miró — Sólo iré por ropa, estaré aquí tanto como tu quieras — Asenti y nos despedimos con un besó.

¡Joder! ¿Que diablos había hecho? Miles de emociones me bombardeaban, felicidad, emoción, culpa, arrepentimiento, anhelo, ¿Amor?, muy en el fondo había deseado que esto sucediera, pero ¿Era correcto?, había perdido a mi madre por andar tonteando con ellos, y ahora había culminado por fín con uno de ellos, ¿Pero que sentía por Sasuke? ¿Me gustaba o era un sentimiento mucho más mayor?.

Realize una limpieza minuciosa, y cuándo al fin terminé me sentía exhausta, la luz había regresado algo tarde, por lo que había sido difícil hacer la colada, miré el reloj y vi con preocupación que ya eran las cuatro de la tarde, ¿Aún no volvía? ¿Se había arrepentido?, Sólo iba por ropa, ¿Por que tarda tanto?.

Escuche que tocaban la puerta y rápidamente me paré para abrirla, Sasuke entró con unas cuantas bolsas y una maleta con lo que suponía era ropa.

— ¿Fuiste de compras?.

— En realidad fui a la universidad, metí un justificante para los dos y luego fui por mi ropa y de pasó cómo en la mañana vi que no tenías muchas cosas para comer, pasé a comprar. — Me sonroje al recordar que mi refrigerador estaba tan vacío, que lo único que lo adornaba era un limón que ya se estaba volviendo muy duró cómo el hielo.

Me alegró ver que acomodó sus ropas en mis cajones y sus artículos personales en mi baño, se sentía, cómo... un hogar, traté de restarle importancia y calmar esos bichos en mi estómago, más tarde decidimos salir a correr.

Lo que no me esperaba era regresar molesta y fustrada, no había sido una experiencia increíble cómo pensé al principio, aún sentía mi sangre hervir, al recordar cómo las transeúntes se comían con la mirada a Sasuke, aunque el sin prestarle atención seguía corriendo cómo si nada, no disfruté correr como otras veces, al contrario estaba harta de fulminar con la mirada a cada mujer que pasaba y que con descaro lo miraban.

Al caer la noche, después de preparar la cena, me metí a bañar, poco después escuché que el entraba al baño y me apretaba las caderas con sus fuertes manos, pose mi cabeza en su pecho y mientras el con sus manos me enjabonaba el cuerpo, haciéndome estremecer, cada caricia se sentía demasiado placentera, y estimulante, su furiosa erección se frotaba contra mi culo y lo escuche jadear, de un minuto a otro nos encontrabamos besando con desesperación y quizás... ¿Amor?.

Alzó una de mis piernas y la enganchó a su cadera, haciendo que mi monte de venus se frotara contra su pelvis, gemi pegada a sus labios, por las miles de sensaciones que me rodeaban.

— Sasuke — Murmure su nombre pérdida en el placer que me causaba.

— Agárrate de la regadera — Me indicó con voz ronca y aterciopelada.

Sin rechistar me giré y tomé el pomo de la regadera, alze mi culo para darle mejor acceso, hasta que sentí la punta de su polla rozar mis plieges, no me penetró, únicamente me torturó con el movimiento, deslizando y retirandola, una de sus manos fue a mi clítoris y empezó a realizar movimientos circulares sobre mi hinchado botón, haciéndome gritar de placer, cuándo el orgasmo me alcanzó, fue en ese momento cuándo se introdujo en mí de una sola y certera estocada, mis espasmos vaginales aún no acaban, cuándo otro jodido orgasmo me llegó, sentía la punta de su falo tocar mi cuello uterino, mientras su mano no dejaba de torturar mi clítoris, lo sentí correrse en mi interior, su calidez era algo maravilloso, y sus gemidos y gruñidos, eran como una jodida melodía para mis oídos.

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El tan esperado lemon 7w7...

Mis Queridos Hermanos (SasuSaku) +18 (Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora