Día 3: Fantasía - Dos palabras, sinceras y genuinas.

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Momo da la vuelta, su cabello perfectamente enrollado en un tomate alto con su característico mechón de pelo fuera de esta, un vestido blanco y elegante se ajusta a su cuerpo, y cuando los ojos heterocromáticos de Todoroki se posan en su figura, la luz que entra por una ventana detrás de ella parece rodearla completamente. 

Él, tan directo como siempre, no reprime las primeras palabras que cruzan por su mente.

-Estás hermosa.

Son dos palabras, sinceras y genuinas.

Suficientes para hacer que un precioso sonrojo se apodere del rostro de Yaoyorozu, la vergüenza interna que se comenzaba a apoderar de Todoroki se detiene ante lo linda que se ve y su pecho parece calentarse vagamente ante la situación.

-D-Deberíamos irnos, Todoroki-san.

Su intento de ignorar la situación es indudablemente adorable. Él decide hacer como que no nota lo afectada que realmente se encuentra por solo un comentario y decide ofrecer su brazo en cambio, listos para dirigirse al baile donde la misión tomará lugar.

Es realmente simple, tienen que ir más que como héroes, como celebridades y recopilar información de todo lo ocurrido. Ambos son una combinación poderosa y su trabajo en equipo se encuentra en otro nivel.

Ha pasado un buen tiempo, la misión va sin cambios y hasta el momento no han encontrado información valiosa. La gala en la que se encuentran comienza a tocar música clásica, un claro indicativo de que el baile comenzará.

La mano de Todoroki se extiende hacia Yaoyorozu con una pequeña sonrisa en su rostro, la pregunta silenciosa sobrevolando el espacio entre ellos al tiempo en que sus dedos se entrelazan.

Cuando la suave melodía del violín empieza, la mano de Momo descansa sobre el hombro de Shouto y la de él la envuelve por su cintura, mientras que se toman de las manos y ella cree sentir como la temperatura de su mano derecha se enfría y como la de su izquierda se calienta levemente en su cintura.

Dan una vuelta y luego otra, la música resuena y sus cuerpos se mueven a gusto como si esto lo hubieran practicado. No hay palabras de por medio, no hay nada más que la hipnótica intensidad con la que se miran, como si estuvieran perdidos el uno en el otro y hubieran olvidado que no están solos en el mundo.

Un paso hacia al lado, sus manos entrelazadas se separan y Momo da una vuelta sobre sí misma, su vestido blanco girando con ella y una pequeña risa infecciosa surge de su interior ante lo atontado que se ve Shouto.

Aquella risa no hace más que aumentar aquella tonta expresión que solo ella puede discernir en su serio rostro, y si Todoroki pensaba que antes se veía hermosa, ahora lucha por encontrar adjetivos que le hagan justicia.

Otra vuelta, otro giro y la cercanía de sus cuerpos es casi tortuosa, sus pies se entrelazan y juegan al son de la música. Aprovechan cada momento que tienen para admirar hasta el más mínimo detalle del rostro ajeno, inconscientemente haciendo oídos sordos a los murmullos que se escuchan de fondo.

Quién sabe cuántas canciones pasaron, hasta que Momo se tropieza con su tacón y Shouto la atrapa al instante en sus brazos.

La canción termina en el momento justo en el que Yaoyorozu aterriza en el pecho de él y cuando ella mira hacia arriba, la cara entera de Todoroki se colorea de rojo. Al mirarse con los ojos abiertos, cualquier hechizo en el que estaban bailando se rompe por la vergüenza.

-¡Tengo que ir al baño!

Momo se excusa fuertemente, sobresaltándolo y se va a un paso rápido, dejándolo solo y avergonzado en la pista de baile.

BNHA Week 2019 - Versión TodoMomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora