Capítulo 2 ¨Suerte, Maddison¨

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Abrí mis ojos lentamente detestando la luz que daba de golpe con mi rostro, traté de girar pero un brazo pálido en mi cintura me lo impidió.

Me preguntaba a quién me habría tirado. Hasta que la silueta giró y casi me da un paro respiratorio. Salté de la cama enrollando mi cuerpo en la sábana, lo cual fue mala idea porque lo vi desnudo y solo grité despertandolo por completo.

- Buenos días- sus ojos se acostumbraban a la luz pero eso no le impedía sonreirme.

- ¿Qué mierda haces en mi cama, Ambrose?- le tiré una almohada- ¡Cubrete!- le grité apegando la sábana a mi cuerpo.

- Pues estoy en tu cama gracias a que anoche te me lanzaste apenas entraste, te estaba esperando para hablar, pero una cosa llevó a la otra pasamos del mueble a la cama, lo único que no me gustó fue que dijeras otro nombre- ¡Mierda! Me cogí la cabeza la cual me dolía y estaba a punto de estallar.

- Te aprovechaste de mi estado de ebriedad, asqueroso- grité molesta.

- Si te hace sentir mejor, yo también estaba ebrio-su forma relajada de decirlo y lo que me hizo ayer en el bar me enfadó, entonces lo boté a patadas de mi casa con lágrimas en los ojos, él gritaba cosas quería calmarme, pero yo no lo escuchaba.

Había un hombre desnudo en mi porche gritandome, pero no me importó devuelta había dejado que se entrometiera en mis sentimientos, odio haber querido intentarlo.

Traté de ver el lado positivo, no había traicionado a Agatha, pero igual seguía cayendo en lo mismo con Ambrose.

Decidí dejar de llorar y no porque me viera patética, sino que no ayudaba en nada en mi resaca, me levanté de la cama y fui al baño, en el estaban las aspirinas al lado de mi cepillo dental, agarre una y me la tragué, seguidamente me interoducí a la tina y dejé que se llenara conmigo dentro.

Solté un gran suspiro, odiaba mis confusos sentimientos y las decisiones que me hacían tomar.

Mi mente traicionera ponía recuerdos bonitos con él de los cuales dudaba se había sentido igual que yo, con tantas mentiras que pudo haber dicho.

Decidí terminar de enjabonarme para luego salir de la tina enrollando mi cuerpo en una toalla y salir del bañoñ.

Al salir del baño agarre por primera vez en el día mi celular en el que vi mensajes de Agatha preguntando como había llegado y fotos nuestras de la noche anterior.

Presione algunas teclas en la pantalla respondiendole que había llegado bien y le mandé un emoji de corazón en respuesta a la fotos, no le diría a Agatha que casi me cogía a su novio y me había salido el tiro por la culata ya que con él que había cogido había sido Ambrose, quien despertaba lo más vulnerable de mí.

Procedí a cambiarme dejando el celular en la cama, busqué unas bragas en uno de mis cajones del tocador del cual también saqué un brasier, entonces fui hacía el otro extremo de la habitación para sacar la ropa que me pondría.

Justo cuando había terminado de colocarme la ropa, mi celular sonó.

Ya conocía bien ese tono, el de una videollamada y esa no podría ser más que Agatha, al responder su videollamada me tomé un corto tiempo en fijarme la hora y no me sorprendió que fueran la una y tanto de la tarde, ya que mi estómago rujia.

- Buenas tardes- el rostro casi perfecto de Agatha apareció en mi pantalla.

- Buenas tardes- miré mis pies descalzos mientras presionaba el cuadrito pequeño en el que aparecía mi rostro, Agatha no podía opacarme, sí posiblemente sea rara aquella reacción, aunque varias veces me había preguntado si realmente consideraba a Agatha como amiga o era una amiga tóxica.

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