Breaking Stereotypes VII

586 104 23
                                    



Desde esa vez en aquella habitación, los días de Kibum se habían vuelto una tortura. Una completa tortura.

Los amigos de Jonghyun no habían dejado de arrastrarlo de aquí para allá cada vez que lo veían caminando por las instalaciones, como si quisieran forzarlo a ser parte de su grupo, especialmente Hoshi que al parecer se había encariñado demasiado con él y simplemente se la pasaba saltándole encima una vez lo veía. Lo que le perturbaba bastante, parecía que el pequeño Omega se había olvidado que él seguía siendo un Alfa, por suerte el chico aún no había madurado sexualmente, por lo que para el Alfa de Kibum el pequeño aún seguía siendo un cachorro.

Pero su sufrimiento máximo según su juicio, siempre estaría ligado a aquel Alfa despreciable.

Jonghyun.

Al parecer para el Alfa lobo, Kibum olía a flores, lo que para el zorro era completamente ridículo. La madre naturaleza le había destinado ser Alfa desde antes de nacer y siempre había demostrado serlo, todo su genotipo así lo confirmaba. Nunca nadie había cuestionado su virilidad, ni su estatus.

Hasta que apareció ese maldito Alfa defectuoso.

Ahora Jonghyun proclamaba que era suyo, y lo acosaba incluso más que antes, gruñendo si alguien desconocido (especialmente un Omega) se le acercaba o simplemente observando todos sus movimientos como si Kibum no formara parte de los líderes de la cadena alimenticia y fuera tan solo una presa más.

Y eso tenía al Alfa de Kibum irritado y constantemente en alerta.

Tanto así, que el Alfa lobo no podía acercarse más de tres metros al zorro, sin que éste empezara a sisear mostrando sus colmillos advirtiéndole que no invadiera su espacio personal o atacaría.

Y aunque cuando ésto pasaba, el Alfa pelinegro mal nacido, tenía la desfachatez de sonreírle sínicamente, al menos parecía ser suficiente para que retrocediera y ya no intentara acercarse.

Alguna vez pensó con acusarlo a la recepción, pero ¿De que serviría si el bastardo era el dueño?

Kibum miró su celular por última vez y pudo ver a través del reflejo de éste que estaban empezando a salirle ojeras debido al estrés.

Maldito bastardo— susurró.

Al fin había terminado sus clases por lo que ahora se dirigía hacia su departamento para hacer una madriguera de colchas en su cama y dormir por lo que quedaba del día.

Pero obviamente, eso no iba a ser posible.

—¡Kibum-hyung!— maldijo mentalmente cuando escuchó la voz del pequeño Omega cuando cruzó por el lobby.

Simuló no haber escuchado nada y caminó más rápido, pero antes de lo que esperó, ya en su brazo había un cachorro colgándose de éste.

Genial.

—Hola— se limitó a decir.

—Hoshi. Debes dejar de tirarte encima de los demás, es de mala educación— regañó Minho, quien se encontraba caminando hacia ellos hasta finalmente llegar al pequeño Omega y halarlo detrás del cuello de su camiseta para que dejara al pobre zorro en paz.

El Omega no pudo evitar hacer un puchero disgustado.

—Kibum, estábamos en camino por algo de comer ¿Te nos unes?— preguntó el Alfa.

Kibum intentó fingir lo mejor que pudo una sonrisa de agradecimiento, no sabiendo que le estaba saliendo pésimo.

—Gracias Minho, pero ahora mismo estaba en camino a hacer algo muy importante, así que no podré ésta vez, quizás para la prox...— intentó excusarse pero claro, Hoshi estaba presente así que lamentablemente no había forma en que pudiera librarse.

Breaking Stereotypes [Jongkey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora