Un feo ruido acabo con los sueños de los chicos dormidos en aquella habitación. El menor dejó escapar un gruñido y el mayor de ambos se sentó en la cama con el ceño fruncido. Yang JeongIn y Kim SeungMin eran sus nombres.
Ambos eran híbridos, mitad humano y mitad animal, aunque de distintas razas. SeungMin era un híbrido de perro, no se podía decir que era de raza pura, ya que era una cruza de Labrador y Golden Retriever además de lo antes mencionado, era mitad humano. Sus orejitas y su cabello eran castaños, tenía una suave y linda piel blanca y tenía una estatura promedio. Era un poco tímido y miedoso en cuanto a conocer gente nueva pero cuando agarraba confianza era un poco más amigable y tierno, aunque siempre era precavido con que nadie descubriera sus orejitas y cola.
A diferencia de SeungMin, JeongIn era un híbrido un poco más raro, el era mitad humano y mitad zorro. Era pelirrojo, aunque su cabello contaba con algunos tonos anaranjados y sus orejitas de híbrido era negras. No era tan pálido como su mayor, aunque el contraste de las pieles de ambos tampoco era tan notable. Le gustaba explorar por todos lados era muy sociable y lindo, aunque si no fuera por su mayor a él si lo hubieran descubierto en varias ocasiones.
Ambos eran muy unidos, se conocían desde que tenían uso de la memoria. Vivían juntos y solos, sus padres habían muerto cuando tenían trece y catorce años respectivamente. Incluso con su corta edad supieron sobrevivir por cuatro largos años hasta que empezaron a pensar en cómo usar los ahorros de sus padres y lograron conseguir una vida estable. Cuando SeungMin cumplió sus dieciocho años comenzó a trabajar como mesero de un café, lo cual aunque no era suficiente, podría mantenerlos hasta que JeongIn cumpliera su mayoría de edad.
A este día, ambos eran mayores y trabajaban juntos. Recién se habían inscrito a la universidad, y aunque el pelirrojo aún no cumplía la edad que se requería, no hubo problema en aceptarlo ya que ambos eran muy listos. Entre todo esto, había un problema, JeongIn iría a una clase diferente. No pudieron quedar juntos en la misma clase, SeungMin iría a primero D y JeongIn a primero A. Aun así, habían acordado estar juntos todo el tiempo que les fuera posible.
Hoy era su primer día. SeungMin se levantó de su cama con los ojos entrecerrados y el pelo enmarañado, caminando hacia la cama de JeongIn. Se subió sobre el menor y lo sacudió sin pizca de gentileza.
— JeongIn... despierta~. — Otro gruñido se oyó en la habitación seguido de una risita por parte del castaño. —Se que es temprano, pero no podemos llegar tarde el primer día.
El mayor se quitó de encima y aventó las sábanas que había en la cama del pelirrojo para el suelo, dejando al menor descubierto. JeongIn abultó sus labios a modo de puchero y se removió en la cama en busca de calor. — Hyung... tengo frío... cinco minutos más...
— No, JeongIn, ni cinco.
— Pero...
— Morderé tus orejas si no te levantas.
Justo después de que esas palabras fueran pronunciadas, JeongIn casi brincó fuera de la cama y aún medio adormilado fue hacia su closet para buscar que ponerse. El castaño lo imitó, quitándose su pijama sin pudor alguno. Ambos estaban seguros que les gustaban los chicos, pero ellos se tenían un cariño de hermanos y nunca se habían visto como algo más. El menor se puso un suéter color celeste, varías tallas mayor a su medida y un pantalón blanco junto a unas botas negras. SeungMin se puso ropa muy parecida, la diferencia era el color, llevaba un suéter color lila y un pantalón negro, las botas no cambiaban. — JeongIn, ¿Ya estas listo para irnos? —
— Ya casi, Hyung. —
— Bien~. — SeungMin se volteó hacia JeongIn y le puso la capucha del suéter para cubrir sus orejas y acomodó su colita bajo el mismo, intentando que no se notara tanto. En realidad, los híbridos no eran algo nuevo, no había tantos pero se sabía que existían. La cosa era, que la mayoría de los humanos no los aceptaban, los excluían y maltrataban siempre que había oportunidad. Por eso los dos jóvenes se escondían, querían una vida normal y sus condiciones daban grandes desventajas. Cuando el castaño terminó, picó la nariz del menor y sonrió de manera gentil.— No vayas a mover mucho tu cola, no es bueno que se note mucho. —
El pelirrojo asintió y caminó en dirección al baño para cepillarse los dientes y acomodar un poco su cabello. Cuando el menor volvió a la habitación, fue turno del castaño y después de esconder él sus orejitas y cola bajo la ropa y cepillarse, se fue directo a la sala por su mochila y todo lo demás que necesitaría. Ambos estaban nerviosos y por eso mismo no jugaban como acostumbraban por las mañanas, estaban muy tensos para pensar en bromas y esas cosas, no estaban seguros de que harían uno sin el otro.
Ya con la mochila al hombro, salieron de la casa con dirección a la escuela un poco apresurados. No tomarían el camión, la escuela no estaba muy lejos pero si iban a paso lento llegarían tarde. SeungMin se volteó hacia JeongIn sin detenerse y jaló suavemente su suéter. — ¿Recuerdas todas las condiciones? —
El menor rodó los ojos, su mayor llevaba una o dos semanas repitiéndole lo mismo todo el tiempo, se le hacia inimaginable olvidarlo. — No debo mostrar mis orejitas, ni mi colita, debo mantener distancia, debo controlar mis instintos, bla bla bla, me lo dijiste miles de veces, Hyung. —
SeungMin río en voz baja y en unos minutos ya estaban en su escuela. Se miraron y asintieron al mismo tiempo para enseguida caminar a direcciones contrarias en busca de sus salones.
↠ Vale, por fin termine el primer capítulo. :') Espero que no parezca poco ya que termine de escribirlo después de 3 o 4 días y encima aún no me convence del todo. Es mi primera historia y sé que no será del agrado de todos pero enserio espero que les guste y apoyen esta historia. Prometo actualizar lo más seguido que mi vida social (No ni vida tiene la mina) y mi imaginación me lo permitan. 💕✨
ESTÁS LEYENDO
Mi Lindo Cachorrito;; SeungSung
FantasyKim SeungMin es un hibrido, mitad perro y mitad humano, es su secreto. Solo tiene a su mejor amigo, JeongIn, un híbrido de zorro un poco menor que él. Ambos saben las consecuencias que su situación les puede traer, pero eso no les impidió inscribirs...