Capítulo 7. Un nuevo comienzo.

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Han pasado cuatro meses desde que desperté en la casa de Gareth y no hemos vuelto a hablar. Me prometí a mi misma que lo que sucedió aquella noche no volvería a pasar. Este tiempo me ha servido bastante, deje de actuar de una manera tan inmadura y reconocí mis errores, he de aprender de ellos y tomarlos como experiencia. Por otra parte a Ander lo veo seguido en el colegio y no ha dejado de gustarme, el sentimiento continua con vida, las cosas han cambiado y ya no hablamos, ni siquiera nos saludamos, considero que tratamos de frecuentarnos lo menos posible y todavía más porque Fátima es su novia, si no me equivoco llevan como dos o tres meses de relación. El día que se le declaró yo estuve detrás de ellos, vi cuando ella gritó mil veces que sí quería ser su novia y acto después lo besó, terminé escondiéndome en el baño para no llorar, jaja ¿absurdo,no? Esa pude haber sido yo, su chica. Pero lo deje ir y no existe ninguna máquina del tiempo para volver a aquel día cuando me confesó que me quería.
Justamente ayer acepté la propuesta de mi mamá de irme de viaje por unos días, dijo que será divertido y que Canadá me gustará bastante. Mi vuelo sale mañana a las doce con cinco minutos de la madrugada.

Estoy esperando a Xiomara, quedamos en que pasaremos un buen rato antes de irme. Tomo mi laptop de la sala para transferirla hasta mi recamará, es de ley ver nuestra película favorita el Stand de los besos, agarro el control y le pongo en Netflix. Llaman a la puerta y abro, es un completo alivio ver a mi mejor amiga afuera de mi casa, la abrazo demasiado fuerte y nos vamos a la parte de arriba. Parece que han pasado años desde que no convivíamos y reíamos de esta manera. Me fascina pasar tiempo con un ser como ella.

-Lucy, no sé si sea correcto que retome el tema ahorita, estoy consciente de lo que sucedió con Ander y ....-se detiene al ver que me pongo triste  y me ofrece una disculpa al ver que agacho la cabeza.

-No te disculpes, ya es momento de hablar de ello, ha pasado mucho tiempo y tengo que confesar que lo sigo queriendo, le hice mucho daño y no reparé nada, ni siquiera le di las gracias por haberme devuelto la sonrisa algún día, per....-me detiene ahora Xiomara y me acaricia el pelo.
-Por dios... te comprendo a la perfección corazón, llevo años conociéndote y sé que eres incapaz de lastimar a alguien con la intención, mucho menos a Ander, hubo cosas que te orillaron a tomar esas decisiones y solo tú sabes cuales fueron, el también se equivocó y te hizo sufrir, no ha sido del todo tu culpa, podemos hablar de esto las veces que quieras y cuando te sientas lista puedes soltarlo pero no olvides que siempre hay que seguir avanzando, jamás retroceder, ¿de acuerdo?....-me aprieta la mano suavemente.
-No tienes  idea de lo mucho que te quiero, gracias por siempre SIEMPRE apoyarme y demostrar amistad incondicional sin obtener mucho a cambio, eso es una verdadera amistad-sonrío.
-Me has dado mucho más que otras personas y eso es más que suficiente. Además mañana te vas a Canadá, ¡Ajua! Un viaje al extranjero es lo que siempre has querido, así que ánimo, habrá mucho Canadiense puede que...- pone ojos coquetos.
-JAJA, para ahí, no quiero Canadienses por el momento, primero salgo de mi crisis emocional-bromeó y pongo los ojos en blanco.
-Para no dejar inconcluso el tema lo que puedo decirte es que si las cosas realmente se tienen que dar con Ander se van a dar, porque todo fluye a su manera y lo que tiene que ser siempre será sin importar que o quien esté en el camino. Quiero que cuando llegues te veas más feliz y me platiques sobre todas las experiencias que tuviste allá, ¿va?-.
-Tienes razón, algo dentro de mí me dice que Ander y yo tendremos una historia, pero no ahora, no con los errores que cometimos y nos perjudicaron a ambos. Y por supuesto que te contaré todo, tomaré muchísimas fotos y haremos videollamadas, regresaré mucho mejor.-le prometo y nos abrazamos.

04 de Abril.

En el Aeropuerto nos informan que el vuelo se ha retrasado y que puede que tarde alrededor de cuarenta o sesenta minutos, así que me levanto de mi asiento y decido ir al área de restaurantes, observo que hay locales de comida rápida y se me antoja una Hamburguesa con papas fritas (mis favoritas), ordeno una y busco un enchufe eléctrico para cargar mi celular, la pila se está agotando. Saco mi libro "cartas de amor a los muertos" de la mochila que me ha regalado mi madre exclusivamente para este viaje y me pongo a leer mientras pasa el tiempo para abordar el vuelo. He de admitir que este libro me embelesa precisamente por las cartas que escribe la autora a personas que "ya han muerto", es inaudito ver tanta capacidad a la hora de redactar. Hay personas que ven un libro y al instante dicen "que aburrido", pero no depende de la lectura sino de que tan buena sea la historia y de que tanto capte tu atención. Hay que aprender a encontrarle color a lo que parece estar disipado.
Estoy leyendo uno de los capítulos finales cuando anuncian de forma general que el problema por el cual se retrasó el vuelo ya ha sido resuelto y que podemos comenzar a acceder a nuestro número de sala para abordar. Siento una sensación extraordinaria cuando estoy en mi asiento correspondiente, siempre que viajo me fascina ir del lado de la ventanilla, la Azafata pide de favor que nos mantengamos es nuestros lugares y abrochemos de forma segura nuestros cinturones, el avión está a unos minutos de volar. Antes de que el penúltimo pasajero esté listo le mando un mensaje a mi madre y le digo que todo está bien, el vuelo será largo por lo cual pienso descansar. Una vez que ya todos estamos listos el aeroplano comienza a andar por la pista, coloco mis manos a los extremos y respiro cinco veces seguidas para tranquilizarme, la señora que está a mi lado me sonríe y eso me relaja. <<Como me gustaría que estuvieses aquí conmigo, Ander>>.
Ya hemos despegado, me encuentro en el aire y todo parece más pequeño, más frágil, tan inalcanzable, estoy tan lejos de la tierra y cerca del cielo. Antes de acurrucarme del lado de la ventanilla observo el mapa que está situado justo en el asiento de en frente, al parecer las distancias que recorreremos si serán largas, me dispongo a dormir porque de lo contrario se me hará bastante pesado.

Corazones rotos, almas vacías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora