ღ Besitos en la boca.ღ |YugKook.|

↬12. ¿Novios?

 🍃 | ¡ F I N A L ! | 🍃

YuGyeom, once años.
JungKook, nueve años.

   JungKook esperaba pacientemente a que abran las puertas del secundario y así poder ver a su Yugy -o como le gustaba llamarle, su esposo- para pasar el resto de la tarde justo como habían prometido ya hace unos días. Hoy Kim salía una hora más tarde de lo normal por lo que apenas Kook salió del colegio ni se molestó en cambiarse uniforme y al llegar a su casa le pidió a su madre si podía acompañar a la señora Kim a buscar a su hyung. Claro que ninguna se pudo negar, y por lo tanto allí estaba, esperando.

  Poco a poco las puertas del secundario se abrieron y un tumulto de adolecentes de doce a dieciocho años comenzó a salir, él se paró se puntitas al notar que los jóvenes que allí cursaba eran -mucho- más altos que él, algunos hasta más altos que la señora Kim. Pero sólo salían y salían, ninguno tenía nisiquiera algún parecido con su YuGyeom.

  De tanto estar en puntitas sus pies se cansaron y decidió pararse normal, Yugy pronto llegaría, o eso esperaba.

  Luego de unos minutos vio como una cabellera negra -un poco larga ya- destacaba de las demás, Jeon podía reconocer aquél cabello entre cualquier multitud de gente. A parte que por su altura destacaba, pero eso no había que mencionar.

  Rápidamente corrió hasta donde estaba su hyung, aunque éste todavía no se había percatado de su presencia, pero a JungKook no le importó y lo rodeó con sus brazos desde su costado derecho. El peli negro de inmediato se puso en alerta porque pensó que era alguna chica, pero se calmó al mirar hacia abajo y ver cierta cabellera castaña, y escuchar una angelical risa.

  —¡Hyung!— Saludó el niño emocionado, sacándole una sonrisa al mayor y también a los dos jóvenes que lo acompañaban.

  —Hola, Kook— Saludó en respuesta sacudiendo los cabellos ajenos, olvidando cualquier tipo de presencia a su alrededor.

  —¿Es tú novio?— Preguntó uno de los dos niños que estaba con él, un chico un poco pálido y con el cabello castaño oscuro.

  —No, EunWoo, por lo menos aún no— Contestó YuGyeom rodando los ojos; Kookie era solamente un niño, un ángel, un bebé, un chico inocente. No era momento para que él piense en un noviazgo con el menor.

  —¿Qué es "novios", Yugy?— Preguntó el menor de los cuatro, desbordando inocencia pura en su mirada.

  —Es una cosita tierna— Soltó el otro chico que hasta ahora había estado en silencio, se agachó hasta la altura de Kook y le pellizcó -con cuidado de no lastimarlo- la mejilla— ¡Y tú hablas de noviazgo, idiota!— Exclamó mientras se levantaba para luego pegarle en la nuca al otro.

  —¡Yah, perdón MinGyu!— Se disculpó alzando sus brazos en símbolo de rendimiento. Toda la escena le daba risa al pequeño Kook, aunque no entendía mucho de que hablaban.

  —Vámonos con mi mamá, Kook— Dijo YuGyeom tomando la mano del menor y alejándose de la futura disputa que seguro se iba a crear entre aquellos dos.

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  La hora del almuerzo había llegado y como una costumbre de cada viernes -o cualquier día posible- ambas adultas decidían cocinar juntas para sus dos niños en la casa de alguna de las dos.