❝Kookie... Yo soy el único que puede darte besitos en la boca.❞
「Eran simples besos inocentes, que ellos se daban desde niños, y éso nunca iba a cambiar.」
→Fluff, angst.
→Prólogo + 12 capítulos + epílogo + 1 extra.
→YugKook (YuGyeom, top! ; JungKook...
Era una mañana tranquila a fines de Noviembre en la casa Jeon, un lindo domingo en que la mini familia de dos se despertaba más tarde de lo normal y en efecto de ésto comían más tarde.
Kim Jennie bajaba con pereza por las escaleras, tenía un conjunto de camina y pantalón sueltos color rosa pastel que usaba solamente para dormir, llevaba sus castaños cabellos sujetos en una coleta y algo despeinados. Un bostezo se escapó de sus labios cuando terminó de bajar la escalera, su vista se fijó en la puerta de entrada y de la variedad de cartas en el suelo bajo la ranura del buzón.
Caminó de manera paulatina hasta la puerta y cogió los sobres blancos del suelo, leyó una por una, viendo que la algunas eran facturas normales del mes y otras propagandas que cada tanto le llegaban. Lo que le llamó la atención fue un sobre blanco como los demás, pero también llevaba leves decoraciones lilas en bonitos diseños. La abrió con rapidez al notar que en la parte trasera del sobre decía "Kim Jennie & Jeon JungKook", leyó poco a poco el contenido y a medida que lo hacía sus comisuras se levantaban formando una linda sonrisa.
—¿Mami? — Una voz se hizo presente, el niño de la casa bajaba somnoliento por la escalera mientras con su puño izquierdo fregaba su hijo izquierdo —¿Qué pasa?— Preguntó el niño cuando sus piecitos tocaron la suave alfombra que cubría el inicio de la escalera.
—Al parecer tú tía NaYeon se casará en una semana, Kookie ¡Y será aquí en Seúl!— Respondió su la adulta con una sonrisa, su primas y ella habían sido unidas desde muy pequeñas, aunque luego de haberse casado Jennie tomó un poco de distancia de Busan y se mudó Seúl.
—¿Qué es éso? — Preguntó con su típica inocencia. Su madre sólo se acercó hasta él y se agachó a su altura.
—Veras... ¿Cómo te explico?—Más que para Kookie, la pregunta iba para ella, su experiencia matrimonial no había sido la mejor como para usarla de ejemplo- Cuando dos personas se quieren y llevan bastante tiempo juntos, más de un año diría yo como mínimo, uno de los dos le pide al otro de una forma tierna si quiere dar un "Gran paso" —Hizo comillas con sus dedos en aire—Si la persona dice que si significan que están comprometidos, aún no se casaron, para aquéllo deben organizar la ceremonia en una iglesia e invitar gente que son familia y amigos. Uno de los dos debe ir de blanco y caminar por el altar, allí el que sería el Padre de la Iglesia los bendice y les pregunta si aceptan proteger a la otra persona bajo cualquier circunstancia — Tomó un poco de aire, había hablado demasiado — Luego se realiza una fiesta con los mismos invitados, sería como una fiesta de cumpleaños: comida, música, baile, bebidas, regalos, lo usual. Luego ambas personas se van de una especie de vacaciones juntos y al volver empiezan a vivir juntos hasta el resto de sus vidas, bueno, a veces. Y tienen hijos, bueno, si ellos quieren ¡Ah! Me olvidaba de los anillos.
—¿Anillos? — Volvió a preguntar ladeando la cabeza.
—Si, cuando le pedís a ésa persona especial que se case contigo tienes que darle un anillo, luego en la Iglesia se colocan otro mutuamente— Terminó de contar soltando un largo suspiro para ir a la cocina y comenzar a preparar el desayuno.
Claro, sin percatarse de la enorme sonrisa en el rostro de su hijo y como rápidamente corría hasta su habitación a buscar algo.
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YuGyeom se encontraba descansando en su habitación, tenía el celular que le regaló su mamá al cumplir los once en sus manos. Se había descargado un juego de lucha y éste lo tenía más que entretenido. Unos toquidos se escucharon desde el otro lado de la puerta y él murmuró un simple "Pase" mientras le ponía pausa.
No se esperó que sea el pequeño Kookie quien haya entrado en su habitación.
—Hola, Kookie— Saludó levantándose de la cama — ¿Qué haces aquí? — Preguntó mientras analizaba la vestimenta del menor: éste aún llevaba puesta lo qur parecía un pijama de dos piezas de color rojo y amarillo, tenía en la parte que cubría pecho y estómago del pequeño con la cara del conocido superhéroe Iron Man.
—Eh... — El pequeño Jeon jugaba con sus deditos algo -muy- nervioso, sujetando de manera fuerte en una de sus manitas había dos objetos de plástico que el creía que cambiarían su vida.
«Yugy... tú... tu... ¿Tú te casarías conmigo?— Preguntó un tanto nervioso mientras cerraba fuertemente sus ojitos y le extendía un anillo azul de plástico al otro.
El mayor de quedó ahí, estático, con los ojos abiertos mirando las dos argollas en las manos del menor. Una de color azul que fue la que el niño le quiso dar a él y otra de color morado que suponía era para Kookie.
—Ammmh, Kookie... — Comenzó a hablar incómodo el mayor, rascó su nuca con nerviosismo— ¿No somos muy jóvenes para ésto?
El menor pareció dudarlo unos segundos.
—La edad nunca va a definir el amor que yo siento por ti, Yugy— Soltó de La nada sintiendo sus mejillas arder.
—Awww~— Exclamó el mayor, de inmediato fue a abrazarlo rodeándole cintura con sus brazos— Eres una cosita tierna ¿Lo sabías?
—¿Éso es un sí? —Preguntó separando el abrazo y mirando a los ojos oscuros de su mayor. Solamente recibió otro abrazo que lo dejó confundido.
—Si a todo si es contigo, pequeño— Susurró al oído del castañito haciéndole sonrojar.
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Decidí dividir éste capítulo en dos partes, si puedo entre hoy y mañana subo la segunda parte.
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