ღ Besitos en la boca.ღ |YugKook.|

↬Epílogo.

YuGyeom, dieciséis años.
JungKook, doce años.

  —¡Vamos, Kook, apurate!— Gritó el ahora peli gris a su novio. Éste iba algunos pasos atrás un tanto desanimado ¿Razón? Primer de clases en la secundaria.

  —No quiero, YuGyeom~— Contestó con cansancio el de cabellos castaños, arrastraba sus pies por el asfalto de la calle mientras soltaba bostezo tras otro.

  —Vamos, Kook, primero: hace una semana fue tu cumpleaños ¿No deberías estar feliz por eso?— Preguntó con una sonrisa en su rostro mientras se volteaba a ver al menor y caminaba hacia atrás— segundo: ¡Hoy empiezas la secundaria! ¿Eso tampoco es emocionante? — Volvió a preguntar con la sonrisa intacta en su rostro.

  —Habla por ti, tú ya pasaste todo el sufrimiento que es la secundaria— Respondió con el ceño fruncido, pues su novio ya había terminado el secundario y estaba ya en su segundo año de preparatoria. Pronto YuGyeom se iba a ir y el debía quedarse en esa lenta tortura el solito.

  —Vamos~ — el de cabello grises corrió hasta él y lo sujetó del brazo— ¡Camina! — Y comenzó a jalar de él, con fuerza, pero Jeon se agachaba y arrastraba los pies en el piso con tal de hacer ganar más peso, causando que el mayor se rinda a los segundos.

  —Solo si me cargas— Pidió el castañito con un puchero y el mayor no se puso negar, a pesar de los años, JungKook poseía aquél encanto infantil que con sólo una mirada podría hacer que caigas a sus pies. Así que se sacó la mochila y se agachó un poco para que al menor se le haga más fácil subir, luego de sentir un peso sobre su espalda comenzó a caminar de manera lenta por las vacías calles y de a poco fue aumentando la velocidad a medida que se acostumbraba al peso del menor recargado en su espalda.

  —Esto me gusta— Soltó el menor luego de un par de segundos en silencio mientras se aferraba al cuello de su novio, le gustaba la vista unos centímetros más alta de lo normal que se podía apreciar desde arriba. También le gustaba como los rizos naturales que el mayor poseía se agitaran con cada paso que este daba, era algo tierno, pero al mismo tiempo cómico.

  —Agradece que te amo, porque si no varias calles atrás te hubiera dejado en el suelo— Se quejó YuGyeom ya casi llegando al colegio.

  —Lo agradezco y mucho— Contestó el menor con una boba sonrisa para luego depositar un sonoro beso en la mejilla derecha del mayor, haciendo que este se ruborize y suelte un par de quejidos más, causando risas por parte del menor.

  Unos cuantos metros más caminando de esa forma bastaron para que lleguen al  muy conocido establecimiento para el mayor, pero para el menor el gran edificio era todo un mundo nuevo del cual aún no conocía nada. Estaba sumamente nervioso, más aún cuando sintió sus pies dejando tocar el suelo y sus manos dejando de sostenerse del mayor.

  Miró para un costado y pudo ver adolecentes abrazándose mientras reían, parecían haberse encontrado luego de las vacaciones, una lástima que ninguno de sus amigos haya querido seguir en el mismo instituto que él.

  Miró hacia adelante y logró ver la gran edificación de tonalidades grises, parecía un castillo, pero de una manera más intelectual. De allí entraban y salían estudiantes, también algunos maestros, la mayoría parecían felices por un nuevo año escolar ¿Acaso era el único que quería quedarse en su casa y faltar el resto del año?

  Pero dio la última mirada hacia su izquierda: había un chico alto, con el cabello ondulado y claramente teñido de gris, una diminuta sonrisa, los ojos de un color profundo, con un lunar debajo de uno de ellos y un aura que liberaba hermosura. Ahí recordó la razón por la cual optó estudiar allí y sólo atinó a sonreír para luego abrazar con fuerza a su mayor, sin soltarlo.

  —¿Qué tienes, pequeño?— Cuestionó el mayor acariciando los suaves cabellos de Kook mientras este pareciera no querer soltarlo por nada en el mundo.

  —YuGyeom, te amo y mucho ¿Te lo dije alguna vez?— Preguntó con un toque de inocencia en sus palabras mientas giraba su cabeza hacia arriba y observaba al mayor con una sonrisa plantada en su rostro.

  —Cada día me lo dices, Kookie, y sin falta— Contestó con una gran sonrisa— Y yo también te amo, demasiado— Agregó acariciando ambas mejillas del menor.

  —¿Sabes?— Preguntó el menor cambiando de tema— Hace unos minutos tenía miedo de lo que me llegue a esperar allí, en la secundaria, pero... te miro y sé que aunque te quede sólo este año y el que sigue voy a disfrutar mucho ver tu rostro cada mañana, en los pasillos e incluso al salir de aquí— Confesó con un ligero rubor en sus mejillas y una sonrisa tímida al ver que el mayor también tenía sus mejillas coloradas.

  —Sin duda eres una cajita de sorpresas bonitas, pequeños— El mayor suspiró como cualquier bobo enamorado y dejó un corto besito en la punta de la nariz del menor— Anda, vamos, un nuevo año nos espera— El mayor tomó la mano de JungKook y lo guió hasta la entrada del edificio.

  —¡Espera!— el castañito jaló del brazo del mayor y lo miró con nerviosismo. El peli gris lo miró confundido, más aún cuando un tono rojizo se plantó en sus mejillas— Y-yo, bueno, me preguntaba si... ¿Medasunúltimobesoantesdeentrar? Por favor— Pidió con un puchero demasiado tierno para YuGyeom.

  —Está bien— Respondió el mayor soltando una risa para luego acercar su rostro al de el menor— ¿Un último besito en la boca?— Preguntó con una sonrisa.

  —Si, un último besito en la boca— Respondió imitando su sonrisa, casi rozando sus labios.

  Y no faltó mucho para que YuGyeom una sus labios con los de JungKook, sabiendo que no era ni el primero ni el último de todos los besos que se iban a dar. Ambos confiaban en que su amor iba a ser eterno, y esperaban que fuera así ¿Si no a quién más le iban a dar besitos en la boca?

Fín. (Ahora si). 💕

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Ahora si, terminamos, ¡Solamente nos queda el extra! 💜

Pero...

¿Qué pasaría si les digo que va a haber segunda temporada? Jsjs.

—Aldii.