Capítulo 11 : Ahora me toca a mi cuidarte

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Uno más y habrá capi nuevo!!

***

Un olor que no tenía muy claro llegaba a su nariz, era tan agradable y tranquilizador que lo incitaba a abrir los ojos y aferrarse a esa sensación.

No era el olor a sangre mezclada con humedad teniendo consigo la sensación de estar perdido sin una salida acompañado del miedo de estar en aquel lugar oscuro. Sus ojos se abrieron de golpe al recordar en donde aún debía de estar.

"Yukio" grito de golpe asustándose al darse cuenta que de su boca no salió ningún sonido y solo sintió un inmenso dolor.

–Tranquiló, Taiga, no hables – escucho la vos melodiosa de su hermano, sus ojos miraron los llorosos celestes que le miraban con inmensa alegría al momento que lo abrazaba con sumo cuidado, detrás de él se encontraba Himuro mirándolo de la misma manera, mientras lloraba entre feliz y algo que no pudo descifrar.

–Perdóname –salió de la boca de su hermano mayor y lo comprendió, alzo su mano derecha, sintiendo un dolor punzante en ella. Ignoro el malestar para tomar del brazo y atraer a su tonto hermano. Himuro abrazo a los dos despacio.

Abrió la boca, quería hablar preguntar tantas cosas pero le daba miedo sentir ese dolor otra vez.

–¿Donde... esta yuki? – su vos salió ronca y sin fuerza pero se escuchó, y solo sintió una tirantes molesta pero soportable.

Sus hermanos al escuchar el nombre del pequeño mostraron una preocupación que para kagami no pasó desapercibida, sus dientes y puños se apretaron dejando ver en su mirada el miedo de saber que algo malo le hubiera pasado a su amigo del alma.

–Tranquilízate, yuki está bien – le dijo kuroko tocando su hombro para impedir que este se moviera con intención de levantarse de la cama.

–¿Donde esta... que fue lo que paso?, ¿dónde está Aomine? Y Shiro, ¿los chicos están bien?... ¿Takao? Mayu... ¿cómo esta mayu?

Cada recuerdo volvía aparecerse en su mente desde que esa tromba de lobos se les atravesara en el camino. Sus manos las llevó a su cabeza apretándola con fuerza. Su mente y su corazón querían respuestas que al parecer sus hermanos no querían darle.

–¿Puedes calmarte? – le pidió con preocupación kuroko, quitando esa manos que torturaban su cabeza – te lo contaremos todo.

Desde que no supieron nada más de kagami y kasamatsu le contaron todo, el rostro de kagami paso por diferentes expresiones, tristeza al saber del estado crítico en el que estuvo Mayuzumi, rabia e impotencia al saber del ataque hacia su propia manada, pero se tranquilizó en cuanto escucho que todos estaban bien. Total sorpresa al saber de la prima de Aomine y que gracias a ella su manada estaba bien y sobre todo habían podido dar con ellos prontamente. Sin duda quería conocerla. Total alegría al saber del cambio de Takao. Suspiro y se sintió tranquilo al saber que el tormento de ese pelinegro que adoraba ya no existía más.

–Y yukio, por favor no me asusten ¿él está bien?, ¿Aomine... donde está, porque no está aquí conmigo?

–Él está bien, Aomine también – dijo Himuro para darle tranquilidad al pelirrojo.

–Veras... no sé cómo decirlo... Pero yuki-chan es una cambia formas como nosotros – dijo simple ante el rostro desconcertado de kagami.

–¿Cómo?

–Bueno, no como nosotros más bien como Takao, es un Halcón y no uno cualquiera es un halcón puramente blanco, sinceramente aún no tenemos idea del porque no cambio antes, tampoco por qué no nos dimos cuenta, creemos que estuvo sellado por algún motivo, pero despertó ahora al ver a su pareja lastimada.

Mi pequeño cachorro (Kuroko no basket)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora