22: I Need My Enemies Near

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Elizabeth, estaba cansada de escuchar los mismos argumentos y acusaciones contra ella las última dos semanas.

Todas las conversaciones terminaban en lo mismo.

Ella ya no estaba segura en ninguna parte del mundo. Y ahora solo era cuestión de tiempo para que vinieran en su búsqueda y la matarán.

Podría ser cualquier persona, vampiro o cosa sobrenatural que existiera.

Eso se debía a que podrían pensar que con matarla, saldarían cualquier absurda cuenta pendiente que tuvieran con Aro o cualquier miembro del Clan Vulturi.

Galena cerro sus ojos poniendo sus manos en cada hombro de Elizabeth, la cual estaba sentada en uno de los taburetes del patio trasero.

Estaba poniendo todo su don directamente en ella, lo hacían generalmente de dos a tres veces al día durante un par de largos minutos.

Para así hacer que todos los que pensaran con malas inteciones en Elizabeth o incluso la quisieran cazar, sintieran repulsión contra ella y hacer  un poco más difícil su encuentro.

Beth rodó los ojos esperando a que Galena terminara. Encajo sus uñas en sus piernas, justo arriba de sus rodillas, se sentía impaciente.

Oliver y Jasper, estaban cerca de las chicas por si Elizabeth, se salía de control como la última vez y poder calmarla.

-¡Basta ya de esto!.-brameó Beth en voz alta. Quito las manos de Galena con brusquedad de sus hombros, para ponerse de pie.

-¿Qué haces?.-pregunto la rubia con desconcierto.

Xenia y Arion Kryacos se acercaron, al parecer estaba a la defensiva.

-Me parece una completa tontería seguir con esto.-acomodo su cabello castaño.-Ya todos saben que existo, no hay marcha atrás y por más que intenten seguirme escondiendo, no evitarán que alguien me encuentre.-

-Beth...-murmuro Nolan.

El chico lucia calmado y una ligera capa de barba cubría su barbilla.

-No seas tan terca respecto a esto, que lo único que queremos es mantenerte a salvo el mayor tiempo posible.-continuo hablando.-Al menos hasta que se nos ocurra un plan.-

Romanova rodeo los ojos, se abrió paso entre Xena y Arion para seguir caminando. Una vez que entro a casa ni siquiera menciono algo al respecto, simplemente golpe con su cuerpo levemente el de Edward para poder entrar ya que el cobrizo no se quitaba.

Addison dio un saltó desde el segundo piso, sólo para caer frente a la castaña.

Se detuvo de golpe, iba a esquivarla pero esta no la dejo, estaba más que firme a no dejarla ir.

-Por favor, tienes que escucharme, Beth.-insistió Headland.

-No creo que sea el mejor momento.-negó Beth, deteniendo a Addison.

Simplemente la hizo aún lado para salir de nueva cuenta por la puerta principal de su casa, necesitaba algo de aire fresco, de tranquilidad para concentrarse en lo que ella haría si Aro vendría.

Y definitivamente estar en casa no era la mejor opción por ahora.

...

Addison se volvió armar de valor, trago de golpe el nudo y el temor que sentía.

Camino hacia el prado en donde se encontraba Elizabeth.

La chica estaba sumergida en sus pensamientos, observando cada centímetro de donde se encontraba con suma cautela.

Danger |Edward Cullen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora