Sólo hay tres simples reglas a seguir:
1. No nombres.
2. No preguntas personales.
3. No lazos afectivos.
Son las indicaciones que el desconocido le da a Sakura en su primer encuentro, pero, ¿para ambos será igual de simples seguirlas al pie de la l...
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—¡Naruto, Sakura, qué gusto de verlos! —exclamó Hinata alegremente—. Malvado, no me dijiste que los habías invitado —le dijo a Sasuke, dándole un golpecito en el hombro.
—En realidad no sabíamos que ustedes estarían aquí, Sasuke me prestó la casa por el fin de semana —respondió Naruto mirándolo, como pidiéndole una explicación.
—¿Qué no era el próximo fin de semana? —preguntó Sasuke serio y confundido.
—Bueno, hay suficiente espacio para los cuatro y así será mucho más divertido —agregó entusiasmada Hinata casi brincando.
Yo simplemente no podía hacer ni decir nada, estaba estupefacta tratando de procesar la información en mi mente, el shock había sido más grande a cuando me lo topé en el estadio y lo que más me había molestado era haberlo visto tan feliz con Hinata, ¿cómo podía decir que no era su novia si parecía todo lo contrario?
Lo único que atiné hacer fue jalar a Naruto del brazo para sacarlo de la casa mientras le daba una mirada de odio a Sasuke que nos veía seriamente.
—¿Él fue quien te prestó la casa? —pregunté molesta afuera de la puerta principal.
—Sí —respondió parándose frente a mí.
—No podemos quedarnos aquí, busquemos un hotel, al fin estamos a diez minutos del centro de Las Vegas.
—Pero nena, ¿desde cuándo eres antisocial?
—¿Nena? —pregunté extrañada, olvidando por un segundo el origen de la pelea.
—dije Sakura, por el enojo ya ni me escuchas bien.
—Te escuché perfectamente bien y me dijiste nena, ¿desde cuándo me dices así?
—¡Ya sé porqué fue la confusión! —exclamó ignorando mi pregunta—. Es que primero le había dicho que vendríamos el siguiente fin de semana, pero como tengo que ir a... San Francisco en esa fecha le cambié el día a la mera hora, fue mi culpa Sakura, perdón —se acercó y puso una mano en mi mentón—. Pero no podemos hacerle un desaire cariño, Sasuke ha sido muy amable conmigo. Además, se ve que a Hinata le caes muy bien, será como aquel viaje que hicimos con Chouji y Karui, acuérdate que la pasamos genial.
—Pero se suponía que la razón de este viaje era para estar solos tú y yo.
—Y lo estaremos cariño, ¿a poco crees que ellos no querrán estar solitos también? —respondió guiñándome un ojo—. Anda, no seas así, serían prácticamente tres días.
Sentí como se me revolvió el estómago con la insinuación, la escenita de la cocina estaba muy fresca en mi mente y no quise ni pensar como hubiera terminado si no hubiésemos interrumpido.
