Parecía ser un chico ejemplar, a excepción de su fama de playboy.
-algún defecto debería de tener, nadie es perfecto -me dije en voz alta.
Me llevé las manos a la cabeza, sin poder dar crédito a que él fuera el dueño del hotel donde me citaba, ahora comprendía muchas cosas, por qué siempre íbamos a la misma habitación, por qué sabía lo de las cámaras en los elevadores y lo del servicio a cuarto las 24 horas.
No podía ser cierto lo que me estaba pasando, toparme con un desconocido que resultó tener más lazos conmigo que los que jamás imaginé, no sólo era cliente de mi novio, sino que su hermana era cliente de la agencia y a pesar de que Ino era quien llevaba esa cuenta, yo tenía que estar también en el evento, parecía que el destino se empeñaba en complicarme la vida.
Esa noche casi no pude dormir, tenía demasiadas dudas en mi cabeza y debía reconocer que una gran parte de mí iba a extrañar esos encuentros, pero me quedaba claro que ya no podían ser, no cuando él conocía a Naruto y cuando yo había comprobado que tenía a alguien en su vida, cualquiera que fuera la relación que llevaran, una cosa era tener la sospecha y otra muy diferente corroborarlo de primera mano. Además, ella era una buena chica, hasta podríamos ser amigas.
Al día siguiente, llegué muy temprano a la oficina, tenía que mantener mi mente ocupada lo más que pudiera o me volvería completamente loca. Como a la media hora llegó Ino que se sorprendió de verme ahí a esa hora.
A mediodía me llamó Karin para contarme que había peleado con Shigetsu, al parecer su relación se estaba acabando de a poco, me llamó muchísimo la atención algo que me dijo:
-Ahora entiendo que todo debe ser equilibrado, ni puro amor ni puro sexo, lo ideal es una combinación de ambas cosas. Tómalo en cuenta Sakura para cuando te cases; el deseo no es suficiente si no hay amor, en algún momento se termina la pasión.
Me quedé pensando en sus palabras y tenía razón, yo tenía el amor de Naruto y la pasión de Sasuke, ambos me daban el equilibrio, pero separados la balanza se inclinaba hacia alguno de los lados, que difíciles son las relaciones humanas.
Los días se me habían pasado volando, a pesar de que no dormía mucho y sentía la necesidad de llamar a Sasuke, pero ahora no podría resistir que su celular me mandara al buzón, además él no daba ninguna señal de querer estar conmigo y yo no iba a rogarle ahora que ambos sabíamos quiénes éramos en realidad.
Me miré al espejo después de terminar de arreglarme, hoy era la fiesta del lanzamiento de la línea de ropa de Konan Uchiha y ella se había empeñado en que Ino y yo vistiéramos uno de sus modelos. Mi amiga eligió el más atrevido, yo me quedé con uno verde que me llegaba justo arriba de la rodilla, tenía descubierta la espalda y se unía por el cuello en una tira que bajaba por ambos lados al frente, así que tenía un escote, era un poco volado y de una tela finísima. Me coloqué encima la estola verde también, tomé mi bolso y salí rumbo al conocido hotel que no había pisado hacía dos semanas, claro que el propósito de esta visita era muy diferente.
ESTÁS LEYENDO
¿Estás libre esta noche? (ADAPTACIÓN)
RomanceSólo hay tres simples reglas a seguir: 1. No nombres. 2. No preguntas personales. 3. No lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido le da a Sakura en su primer encuentro, pero, ¿para ambos será igual de simples seguirlas al pie de la l...