Corazón dolido. Corazón necesitado.

3.6K 140 64
                                    

Disclaimer: Naruto pertenece a Kishimoto.

ADVERTENCIAS DEL FIC: Muerte de personaje, lenguaje Soez y demás (mirad las etiquetas, por favor)

—Por favor.

Naruto enarcó una ceja mientras Sai inclinaba la cabeza, con las manos levantadas por encima y el tono de su voz demostraba la necesidad. Se tomó un momento en observar la fina línea de su cabeza al separarse su cabello. Sabía que estaba disfrutándolo un poco, porque Sasuke enarcó una ceja, apoyado contra la barandilla que daba a los jardines de la universidad.

Miró hacia ellos con cierta melancolía.

—No le hagas de rogar —dijo Sasuke—. No tanto, al menos.

Naruto miró al que era su compañero de piso con cierto retintín. Sasuke era guapo, alto, de los típicos chicos que tenía chicas rondando a su alrededor fácilmente y contaba con un respaldo familiar antiquísimo. Era extraño que estuviera ahí con él, aguantando su presencia. Pero Sasuke era un hombre muy fuera de lo común, especialmente, porque gracias a él había conocido a Sai, que era el chico que en esos momentos inclinaba su cabeza frente a él.

—No será la primera vez que lo haces, además —recalcó Uchiha enarcando una ceja.

Naruto no podía negar que estaba haciéndolo sufrir adrede. Sai levantó la cabeza para mirarle y cuando vio la mueca que no podía ya ocultar, le dio un empujón con la palma en todo el hombro.

—Eres un idiota. Se lo pediré a Kiba.

Naruto lo retuvo del codo antes de que se marchara.

—No, lo haré. Necesito el dinero y las tuyas siempre son de muy buen caché.

Sai esbozó una lenta sonrisa y Naruto no entendió del todo por qué le pareció demasiado siniestra. Por aquel entonces, estaba demasiado acostumbrado ya a esa clase de cosas y su cuerpo reaccionaba marcando una defensa natural. Soltó lentamente su codo y se miró los dedos, preguntándose si aquello sería tan desagradable.

—Te mandaré los datos al móvil esta tarde.

Asintió y esperó a que se fuera para mirar hacia los jardines. Soltó un silbido mientras se recostaba en la barandilla con los codos. Sasuke le imitó, con sus oscuros cabellos danzando al viento.

Demonios, si solo fuera como él, podría comerse el mundo. Pero él era un despojo que nadie toleraba mucho tiempo cerca. Alguien a quien nadie querría. Lo sabía perfectamente.

Él mismo había intentado quitarse la vida en considerables ocasiones y todas había fallado. Tirarse delante de un autobús, cortarse las venas, meterse en la bañera hasta pillar una pulmonía. Un sinfín de cosas que el destino siempre lograba detener antes de que lograra aquella salvación.

Últimamente estaba sopesando en tirarse desde lo alto de cualquier tejado.

—Por más que lo mires no lograrás estar ahí.

Apartó los ojos del jardín para clavarlos en los oscuros. Sasuke no lo decía con maldad, no al menos, la que quisiera destruirle. Sólo era sincero. Y él también lo era: era más pobre que las ratas y ni siquiera tenía para pagarse una habitación, menos una carrera.

Ni siquiera para una beca.

Era un condenado despojo humano.

Forzó una sonrisa y le dio palmada en la espalda.

—Iré a prepararme. Si todo sale bien, esta noche te pagaré mi parte del alquiler —prometió.

Sasuke simplemente se encogió de hombros y levantó la cara al cielo.

Corazón oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora