Corazón necesitado. Corazón esperanzado.

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Advertencias: El fic tiene cursiva entre diálogos que hace referencia a la noche o el rato que pasaron juntos Hinata y Naruto.

Sí, ama...

Hinata suspiró mientras miraba el móvil entre sus dedos. Se cruzó de piernas cuando los recuerdos la atormentaron con un placer inesperado. Su cuerpo no podía olvidarlo. Era la primera vez que le pasaba.

Aquel chico rubio la había acompañado hasta en sueños y en ese momento, no podía pensar en otra cosa. Se arrepentía de haberse marchado sin pedir su número para volver a demandar su presencia.

Soy Hinata. Seré tu ama. No quiero sólo sexo convencional.

Había llamado diversas veces a Tenten esperando que pudiera darle las credenciales del chico que había pedido para ver si existía algún modo de dar con él. La chica le había entregado lo poco que obtenían de ellos pero no estaba sirviendo de mucho.

—Hoy no pareces muy concentrada, Hinata.

Apartó el móvil para clavar la mirada en Ino Yamanaka, la mujer que se encarga de planificar su boda. En ese momento estaban en la tienda de flores más cara de la ciudad y que casualmente regentaba la misma susodicha.

—Lo siento —se disculpó—. No es que no me interese lo que estás diciéndome, es que estoy... frustrada.

Ino enarcó una ceja y se inclinó hacia delante. Pese a que ambas estaban a solas, le dio palmaditas en la mano para fingir el por qué de su cercanía.

—Sé que es muy feo decirle algo así a una futura esposa, pero... ¿Has probado tener chicos de compañía?

Vamos a asegurarnos de que sabes la clave de peligro. Rojo pararé por completo. ¿De acuerdo? Bien, ahora, abre tu boca para mí.

—¿Chicos de compañía?

—Sí. Hay muchas empresas preparadas y privadas para que una mujer se dé ciertos lujos. Yo conozco personalmente a un chico que podría ayudarte. Se llama Sai y...

Hinata la tomó de las muñecas con los ojos muy abiertos.

—¿Es rubio y alto?

Ino parpadeó.

—No, es alto sí, pero moreno. ¿Le conoces?

Hinata apretó los labios. Se preguntaba cuánto podía contarle sin desvelar sus fetiches.

—Conozco la empresa que hablas. Sakura me habló de ella e... investigué —confesó—. En teoría tenía que quedar ayer con un chico llamado Sai, pero por lo que me cuentas, se presentó otro.

Yamanaka sonrió pícaramente.

—Sai estuvo conmigo, así que lo siento, te robé el premio gordo —bromeó.

Hinata justamente pensaba al contrario. El premio gordo fue el chico que encontró en su lugar.

—En realidad, me interesa el chico que le suplió. Muchísimo. Me gustaría volver a contratarle.

Haré contigo muchas cosas. Cosas que hasta ahora no sabías que las mujeres podíamos hacer.

—Ah, eso es fácil —descartó Ino moviendo una mano como si espantara moscas—. Puedo conseguirte su información en un pispás.

Hinata estaba pletórica. Mientras que Ino tecleaba sobre el móvil ella apretaba el suyo. Se moría de ganas volver a verle.

.

.

¿Te gusta esto? Bien. Porque voy a darte más.

Tan pronto como Sai le puso el dinero en la mano Sasuke se lo arrebató. Naruto sintió deseos de llorar por ver tal escena. No le había quedado ni para pipas.

Corazón oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora