Capítulo 6

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Después de una buena caminata llegué a casa, al entrar no podía creer lo que veía, ramos de rosas por doquier, osos de peluche, chocolates y una manta en la cual estaba escrito con letras grandes y coloridas un “¿Me perdonas?". Liam se encontraba frente a mi con una rosa en su mano derecha, camino hasta mi y me abrazó por la cintura, estaba en estado de shock, no podía creer lo que veía.

—Mi amor perdoname, soy un idiota..—Oculto su rostro en la curva de mi cuello.

—Te perdono, con una condición.—Se incorporó y me miró sonriente.

—La que quieras.

—No vuelvas a lastimarme Liam, o te juro que te arrepentiras..—Dije seriamente a lo que él me miró asombrado pero acepto.

Me besó, el contacto de nuestros labios daba pequeño toques de electricidad cerca de mi abdomen, el beso era suave y tierno.

—¿Que te parece si comemos?... Yo cociné —Un brillo de orgullo se reflejo en sus marrones ojos haciéndolos lucir más hermosos.

—¿Liam Payne, cocinando? ¡Dios, tengo que probar eso!—Dije mientras soltaba una risita traviesa y tomaba asiento.

Liam sirvió lasaña en dos platos acompañándola con una copa de vino tinto para cada uno, probé un poco de lasaña y era simplemente deliciosa.

—¡Dios, es deliciosa!.. No sabía de tus habilidades culinarias, amor. Deberías cocinar apartir de ahora..—Comenté haciéndolo reir.

—Yo cocinaré si tu me ayudas, puede que queme la cocina —Dijo con cara de horror y yo solte una carcajada— Hablo en serio mujer, si morimos es tu culpa...

Estuvimos bromeando durante la comida, al terminar lavamos los platos sucios acomodamos la mesa y la cocina, exhaustos subimos a la habitación a ver televisión y a descansar.

La pelicula terminó y Liam se acerco a mi cuello—Amor...—Comenzó a besar mi cuello—Tengo ganas de ti, preciosa.

Reí— Eres un pervertido —Sus besos comenzaban a tener efecto en mi entre pierna, era muy exitante sentir sus labios recorrer mi piel.

—Solo contigo soy así..

Sus manos comenzaron a descender a mi trasero, lo masajeaba por encima de la tela del short, detuve su mano y me miró confundido.

—Liam, es cierto lo que te dije.. Soy virgen —Un leve rubor cubrió sus mejillas para después ser reemplazado por una mirada de lujuria y un poco de tranquilidad.

—Oh, preciosa.. No hay de que preocuparse, prometo ser delicado y parar cuando tu me digas —Me besó dulcemente y me quitó mi camiseta.

—¿Que haces? —Dije entre risas, su rostro irradiaba necesidad y excitación.

—Trato de hacerle el amor a mi esposa, ¿Que más?

—Liam.. —Me incorpore— detente por favor...

—¿Que pasa ____? —Esta vez se sentó frente a mi, mirándome fijamente a los ojos con preocupación.

—Liam, creo que no es el momento indicado...

—¿Por qué lo dices?

«Porque besé a tu mejor amigo, por eso»

—Nada, es sólo que.. Tengo, hum..—Piensa— Vergüenza, sí, eso.

El color carmesí invadio mis mejillas haciendo reir a Liam, el cuál me beso después de acariciar mi mejilla.

Casada a la fuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora