Capítulo 12: El trato.

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Sebastian

Suave.

Así se sentía la piel de Nicol contra mis dedos. Suave.
Me era difícil apartar la mirada de ella, quizás porque mis ojos no podían creer que al fin la tenía, que al fin la había hecho mía.

¿Que mierda me estaba pasando? jamás me había despertado con una sonrisa en el rostro, pero de tan solo ver a la mujer que tenía al lado no pude evitarlo. Me sentía increíble, Nicol me hacia sentir así. Esta noche se volvió la mejor noche de mi vida y ella se volvió la mejor mujer de mi vida.

Ya era tiempo de aceptarlo, me gustaba mucho Nicol, la necesitaba conmigo, ella es completamente increíble y siento que no voy a poder estar otro día mas sin ella, la necesito a mi lado. Pensé que jamás en mi vida diría algo como esto pero necesito adentrarla a mi vida, necesito que ella este ahí para mi. Necesito que ella sea mi nueva droga. Aunque se que será difícil tratarla por su hermoso carácter de mierda que siempre trae, pero aun así haré el intento, tengo que.

Ahora nos encontrábamos acostados en el césped, ella con tan solo una tanga y yo con mis boxers. Ella estaba de espaldas hacia mi, mientras que yo solo me dedicaba a abrazarla y a observar su magnífico y sensual cuerpo. ¿Que mas podía decir? Es perfecta, todo en ella lo es. Su espalda pálida como la de una estatua de porcelana me tienta a acariciarla, y así lo hago, mis dedos recorren la suave piel de su espalda y se detienen cuando mis ojos notan una larga cicatriz en medio de esta.

¿Pero que...? La cicatriz es del tamaño de un lápiz y al un mal presentimiento me llega ¿qué fue lo que te pasó? ¿quien pudo haberte hecho eso? ¿Qué fue lo que te hicieron Nicol? Toco la ciatriz con mis dedos y una sensación familiar me inunda.
El beso

Eso es. Fue aquella vez que bese a Nicol por primera vez, cuando acaricié su espalda mis dedos se toparon con la cicatriz. ¿Fue por eso que ella reaccionó así? Le hice recordar su pasado, le hice recordar aquel momento en el que la lastimaron así.
Nicol se mueve entre mis brazos y de inmediato aparto la mi mano de su espalda. La abrazo y la pego más a mi, adoraba esto, su cuerpo contra el mío, nuestras pieles calentándose, escuchando su respiración. Podría acostumbrarme a esto, era reconfortante.

_Creo que estoy sintiendo tu tercera pierna en mi trasero_ mumura respirando pesadamente.
Una sonrisa se forma en mi rostro y mi querido amigo no tarda n endurecerse de nuevo por culpa de sus palabras.

_Pues no te equivocas_ le digo acercando más mi erección a su trasero.
_¡Wow!_ se sorprende.
_Lo sé, todas dicen lo mismo_ la molesto mientras trato de disimular mi sonrisa. Molestarla se estaba convirtiendo en uno de mis pasatiempos favoritos, me encantaba ver cómo se enfurecía y trataba de defender su honor.
Nicol se de la vuelta, quedando ambos frente a frente. Su rostro se ve enojado y muy indignado, como si lo que acabará de decir lo arruinara todo.
Con algo de fuerza me golpea mi hombro con un puño para a continuación decirme:

_Idiota_ se ve hermosa con el cabello despeinado como el de una bruja, con esas ojeras que en vez de hacerla menos atractiva la hacen aún más misteriosa y cautivante, esas mejillas blancas que la vuelven hermosa cuando se ponen colorada, y ni hablar de sus bellos labios, las cosas que me gustaría hacer con ellos.

Hago una pequeña mueca de dolor y con una mano le acaricio la mejilla. Pego mi frente contra la suya y con una sonrisa en los labios le digo:

_También dicen eso_ ella se muerde el labio y sonríe.
Nos quedamos así unos 10 segundos, ella mirándome como si estuviera pensando muchas cosas de mi o incluso de nosotros. Y yo en aquel momento no se me ocurrió otra cosa más estúpida que ponerme a pensar seriamente en mi pasado y en toda la mierda que tuve que vivir, y en todo el momento que tuve que esperar para que la vida me diera algo como recompensa y siendo sincero no me importaba lo que lo que me llegará a dar, la verdad es que solo me importaba que lo que me llegará a dar fuera bueno para mí, era lo único que deseaba en el mundo. Algo que me hiciera sonreír al despertar.

Esclava de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora