Esclava de Amor

Capítulo 14: Tan equivocada.

Nicol

3 años antes...

Es de noche, las luces están apagadas y mis sollozos son débiles, quiero llorar fuerte, gritar si es posible, pero no quiero despertar a Beatriz. Lo último que quiero es que ella me vea de esta manera.

Fui tan tonta e ingenua ¿cuando fue que deje que todo se saliera de control? ¿por que nunca vi esa parte de él? Continuo llorando mientras me acaricio con suavidad los hematomas que tengo en mis piernas.

Estoy en un rincón de nuestra habitación, sentada en el suelo, esperando que el maldito enfermo venga a por mi. En cualquier momento lo hará y será otra noche más de sufrimiento para mi y placer para él.

Me duele mucho esto, en lo que se convirtió Matías, en lo que me convertí por él.

Debo ser fuerte, debo serlo por mi hermana y porque muy en el fondo de mi ser aun lo amo con locura y pasión. ¿Que fue lo que me hizo? Me e convertido en un monstruo esclavizado.

Cubro mi rostro con ambas manos y aumento el llanto mientras que las lágrimas no dejan de salir. No a pasado ni dos meses, ni dos malditos e infernales meses y ya me quiero morir.

Mi cuerpo se tensa de inmediato y el miedo me invade por completo cuando escucho la puerta de la entrada abrirse y luego cerrarse con brusquedad. Oh no. Ya llegó.

Me pongo de pie rápidamente y miro con atención la puerta, esperando como siempre. Son las dos de la mañana y la luz de la Luna entra en la habitación, alumbrandome un poco.

La puerta se abre de repente haciendo que de un salto del susto.

Tranquila, todo será rápido.

Matías entra y su mirada va rápidamente hacia mi, un escalofrío me recorre el cuerpo. Se acerca a paso lento hacia donde estoy, con una mirada sería en su rostro. Una vez que estamos cara a cara, el comienza a acariciar mi rostro y mi cabello. Huele a alcohol y su cabello esta un poco despeinado, es obvio que esta borracho, lo que significa que se pondrá aun más violento.

Mis lágrimas comienzan a caer nuevamente y el me las limpia. Tengo mucho miedo, dicen que las palabras duelen más que una bofetada pero creo que la persona que dijo eso no fue maltratada así como yo. Estoy completamente segura que lo físico duele más que lo sentimental.

_Matías..._ le susurró en modo de súplica.

Él aprieta los labios y de un empujón me lanza al suelo con bastante fuerza. Eso dolió un poco.

Se inclina y me agarra del cabello, me mira como si estuviera decepcionado de mi. No habla, no emite ningún sonido sólo se dedica a mirarme de una forma siniestras, para nada linda.
Luego de los peores cinco segundos de mi vida una sonrisa perversa se apodera de su rostro y es en ese momento en donde me doy cuenta de que el hombre que tengo en frente no es mi Matías, sólo es la parte sádica y horrible de él, la parte oscura.

Matías agarra con más fuerza mi cabello y comienza a arrastrarme por toda la casa hasta que llegamos al sótano.

Ese maldito lugar, la primera vez que entre me sentí deseada y maravillosa, ahora sólo siento miedo cada vez que me trae a este lugar. Ya que lo único que él me hace aquí es golpearme y abusar de mi de cualquier forma.

Nos detenemos en medio del cuarto y se aparta de mi para ir en busca de algunas cosas.

_Desnudate_ me ordena sin siquiera mirarme.
Le obedezco y me quitó mi camisón de seda, quedándome completamente desnuda para él. Lo último que quiero es terminar golpeada por no obedecer.