IV

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Partes: 4/5

Advertencia: Intento de homicidio.

"Puedes tener justicia o puedes tener venganza. Pero no ambas cosas" — Devin Grayson.


Barra de notificaciones del teléfono de Kaminari.

💬 MENSAJES

Kyo- Jack

¿Dónde estás?

La clase comenzará pronto.

¿Te quedaste dormido de nuevo?

¡Maldita sea! ¡Contéstame!

07:02 a.m.

— Oye, Jirou — canturreó la rosada, alegre a pesar de la temprana hora. —¿Y esa cara?

Jirō frunció el ceño. — Kaminari no ha respondido a mis mensajes desde ayer. Ahora que lo pienso, no lo ví en la mañana.

— Yo tampoco — Ashido frunció sus cejas.

— Sí — dijo Jirou, mordiéndose el labio inferior. 

Kirishima tragó saliva, escuchando a medias de lo que hablaba Sero y desbloqueó su teléfono. Kaminari recibió los mensajes nuevos, pero lo que le preocupó fue que ni siquiera había leído los mensajes que Kirishima le había enviado la noche anterior. Era extraño, Kaminari estaba en silencio, no había mensajes o memes nuevos.

— Oye.

Kirishima parpadeó, alejándose de sus pensamientos mientras Bakugo Katsuki lo miraba con el ceño fruncido.

— ¿Qué pasa? — preguntó, cruzando los brazos.

Kirishima se encogió de hombros — Kaminari no contesta. Es raro.

— Es cierto, ¡ni siquiera ha visto el meme que le envié! — exclamó Uraraka apoyándose en la banca de Sero.

— Estoy seguro de que el idiota que babea se acaba de dormir— resopló Bakugo, rodando los ojos — Dejen de armar un drama.

Uraraka entrecerró los ojos, abriendo la boca para contradecir, pero su atención fue redirigida con la entrada de Midoriya Izuku. 

— Buenos días — saludó tímidamente el pecoso a la clase.

— ¡Deku-kun! — gritó Uraraka saltando en dirección al joven con una sonrisa burbujeante.

Kirishima miró a su teléfono, a la pequeña frase resaltada en azul "enviado" al final del cada mensaje de texto que había enviado a Kaminari. Su mejor amigo tenía razón, Kaminari se había quedado dormido de seguro jugando videojuegos o leyendo. O tal vez se había quedado sin saldo.

El pensamiento debería haberle quitado la paranoia, pero una fuente de ansiedad se acomodó entre sus costillas, negándose a apartarse de ahí. Algo está mal, insistió su mente, pero Kirishima no tenía todos los hechos, por lo que todo lo que podía hacer era sentarse allí y actuar como cualquier otro día.

— Estoy segura de que Kaminari-san está bien — le dijo Yaoyorozu Momo a Jirou — Está llegando tarde esta mañana, tal vez.

Buenas noches | Kaminari Denki |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora