Capítulo 9

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Sofí estaba muy callada, creo que la sorprendió mi declaración, pero no tenía caso seguir mintiendo sobre ello, Sofí es sincera cuando habla y yo le debía lo mismo.
— Cariño, todo lo que acabas de decir es verdad o estoy soñando? Por fin hablo de nuevo
— Pues a menos que estemos soñando lo mismo, creo que esto es real, le respondí con una sonrisa, me siento feliz de abrir mi corazón.
— Yo te voy amar mucho y te voy a respetar siempre, Sofí esta muy emocionada. También voy a respetar el hecho de que aún no estés preparada para tener intimidad conmigo, yo te amo mucho y no quiero perderte
— No creo que me pierdas, sólo no cambies, no es que trate de compararte pero es que Laurent me prometió muchas cosas y luego no cumplió ninguna, le entregué mi corazón, le di una hija y mira que recibí, una denuncia de su parte a inmigración.
— Es apenas normal que tengas miedo de confiar en mi, has sufrido mucho por amor y se que no basta con las palabras, Sofí toma mis manos entre las suyas. Pero te voy a demostrar con hechos cuanto te amo y también voy a esperar con paciencia que confíes en mi.
Yo creo que ya confío en ella, Sofí no es como Laurent su cariño no es fingido ni egoísta, ella siempre ante pone mis necesidades y se preocupa porque siempre este bien, ella me ama de verdad, sus ojos lo gritan cada vez que me miran. Laurent solo fingía amarme, cuando no necesito más de mi se quitó la máscara y demostró quien era en realidad.
— Sofí? La llamo
— Si cariño, me responde
— Quiero hacer el amor contigo, le digo
— Estas segura? Por qué no tienes que sentirte obligada porque crees que eso es lo que quiero.
— No quieres hacer el amor conmigo
— Dios nena me muero por hacerte el amor otra vez.
Me encantó la forma en que me llamó nena.
— Entonces hazme el amor Sofí, muero por ser tuya otra vez.
— Déjame apagar el busca, creo que termine mi turno por hoy.
Sofí me beso y eso me supo a gloria, soltó mi cabello, creo que tiene una fijación por mi cabello suelto, y eso me gusta. Me desnudo con mucha lentitud, se tomó su tiempo en admirar y acariciar cada parte de mi cuerpo, luego se desnudo ella, ya la había visto desnuda la otra noche, pero ahora la encuentro aún más bella, me recostó en la almohada  Y me dedico palabras de amor mientras se perdía en mis senos. Sofí me hizo el amor con tanta entrega y veneración que por un momento pensé que moriría de placer.
— Crees poder alcanzar el orgasmo otra vez?
— Ya lo he hecho cuatro veces, no se si pueda volver hacerlo, tengo la voz ronca a causa de la pasión. Por qué mejor no me encargo de ti.
— Llega al orgasmo una vez más por mi y luego te dejo hacer lo que desees conmigo, responde Sofí con esos ojos profundos llenos de pasión.
— Esta bien doctora Reynolds, acepto el trato, le digo con una mirada pícara
— Eres una paciente muy obediente, me responde con una mirada igual de pícara.
Alcance el orgasmo por quinta vez y luego de recuperar fuerzas hice que Sofí viera el firmamento entero, al final de la faena terminamos con un montón de ropa tirada en el suelo, la cama parecía el escenario de la segunda guerra mundial, y nosotras estábamos sudorosas Nos dormimos abrazadas, saciadas y felices. Antes de dormir recordé llamar a John y Garrett para decirles que iría por Isabella al día siguiente, ellos aceptaron encantados, les gusta pasar tiempo con su nieta.

...

Dos años después

La mujer en la calle se debatía en sí entrar o no al restaurante que tenía frente a ella. El restaurante es famoso por la deliciosa comida que ofrece, es Colombia en un rincón, para personas como ella que han dejado su patria atrás es reconfortante encontrar un lugar así. Hace un mes el New York Times escribió un artículo sobre este lugar, en el resaltaban la comida y el ambiente familiar que es propio del restaurante, pero lo más importante fue la historia de la propietaria, su llegada al país, los obstáculos que tuvo que sortear para alcanzar sus sueños, además de ser fuente de empleo para muchos inmigrantes con su restaurante, la mujer fue catalogada como la chica diez, al final del artículo salía una foto de ella junto a su familia, la mujer está casada con una hermosa doctora y tienen una bella hija.
Finalmente la mujer se animó a entrar y fue recibida con un delicioso aroma a galletas recién horneadas, ese olor le trajo recuerdos del pasado, cuando en ese piso barato donde vivió años atrás su novia preparaba las mismas galletas para ella, de vainilla con  chispas de chocolate.
Se acerco hasta donde estaba la mujer del reportaje, espero hasta que terminó de organizar las galletas para hablarle.
— Hola Tatiana cómo estás?
Decir que la chica se sorprendió sería poco, prácticamente parecía una estatua de lo tiesa que estaba.

¿Ángel o Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora