Capítulo 1

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— Un doctor, urgente necesito un doctor, mi hija no puede respirar, un doctor por favor se ahoga. De esta forma desesperada llegó Tatiana Gómez al hospital Hope color, necesitaba con urgencia un doctor que salvará a su hija.
Rápidamente unos enfermeros pusieron a la niña en una camilla, y una mujer joven con bata de médico apareció y empezó a dar órdenes. Tatiana intento seguir a su hija, pero le impidieron el paso.
— Lo siento señora pero no puede pasar, debe esperar aquí, nosotros le informaremos del estado de la paciente.
Al otro lado Sofí se encargaba de la niña.
— Al parecer la alergia asmática, se convirtió en asma, la niña necesita nebulizaciones, tiene las vías respiratorias tapadas.
Una vez la niña estuvo estable, fue a la sala para hablar con la madre.
Tatiana vio a la doctora que había entrado con su hija caminar hacia ella. Que mi niña este bien por favor.
— Soy la doctora Sofí Reynolds usted es la madre de la niña?
— Si soy yo, mi hija está bien
— Si logramos estabilizarla. Una pregunta señora, la doctora la miraba fijamente como enojada.
— Usted sabía que su hija sufre de alergia asmática cierto?
— Si doctora
— Entonces porque no la cuido mejor, por su descuido la alergia de la niña se convirtió en asma. Pase por la recepción para que de los datos de la pequeña, voy a dejarle la recta con los medicamentos que debe comprar, recuerde que ahora su hija va a necesitar un inhalador con frecuencia además le voy a elaborar una lista de los alimentos que ella no debe comer. Está claro? Me pregunto la doctora con gesto serio, era claro que ya me había juzgado como una mala madre y yo no le agradaba. Sólo asentí y me dirigí a recepción.
Seguro la lluvia de la otra noche había agravado la condición de mi hija, salí muy tarde de trabajar esa madrugada de la discoteca, además recuerdo haber regañado a Tony por haberle dado chocolate a Isabella, ella no puedo comerlo y como si fuera poco llovió esa madrugada y tardamos en conseguir un taxi que nos llevará a casa, por mi culpa mi hija está en el hospital.
Sofí iba por el pasillo pensando que mujeres así no deberían de tener hijos, para que traer niños al mundo si luego no los quieres cuidar. Entró al cuarto de la niña, gracias a Dios su madre al menos la trajo a tiempo para salvarle la vida. En el hospital constantemente atendía niños ya que se había decantado por la pediatría sin embargo está niña había provocado algo fuerte en ella, era una pequeña hermosa con sus crespos dorados y alborotadores, inspiraba tanta ternura.
Llegué hasta la recepción y una mujer muy amable me saludo.
— Usted es la madre de la niña que atendió la doctora Sofí Reynolds?
— Si soy yo
— Cuál es el Nombre completo de la paciente?
— Isabella Gómez
— Sólo tiene un apellido?
— Si, le respondí a la mujer. Nadie tiene porque saber que su otra madre no quiso reconocerla como su hija.
— Está es la receta médica de la niña, la mujer me entregó la receta, debe comprar los medicamentos cuanto antes.
— Entiendo
— Ahora dígame de que forma desea pagar la cuenta del hospital: tarjeta, cheque o en efectivo? Ah y por favor anote sus datos y número de identificación en esta planilla, la mujer me tendió la planilla y la cuenta parcial del hospital, no se que hacer.
Mi visa está vencida no puedo dar mis datos porque llamarían a inmigración y tampoco tengo dinero suficiente para pagar la cuenta o comprar los medicamentos de la niña. Qué voy hacer?
Voy a tener que hacer mi dignidad a un lado y pedirle dinero a Laurent, a ella le está yendo bastante bien, además Isabella también es su hija, ella me pidió que me embarazara aunque luego cambio y no se hizo cargo de la niña.
Marque su número y espero que por favor conteste.
— Hola quién habla?
— Soy yo Tatiana, la escucho suspirar
— Qué quieres? Ese tono frío que ahora usa conmigo me duele
— Es que necesito tu ayuda Laurent, la niña tuvo una crisis grave y los medicamentos son caros en especial el inhalador
— Ese no es mi problema, es tu hija resuélvelo
— Laurent Isabella es hija de las dos, o acaso no fuiste tu quién me pidió que me embarazara, tu compraste el esperma, estuviste ahí cuando nació como puedes negarla.
— No estoy para reproches Tatiana, dice como si nada, por Dios estamos hablando de la vida de una niña
— Qué nos pasó Laurent, por qué cambiaste tanto
— Mira Tatiana soy una persona importante ahora, no voy a perder mi tiempo contigo, tengo a una hermosa chica esperando por mi en la habitación y no pienso seguir hablando contigo.
Laurent colgó el teléfono dejando claro que no le importa una mierda lo que pase con la niña. Hace un año que nos hecho a Isabella y a mi de su casa, la niña tiene tres años y es una nena hermosa, tranquila y no da mucho trabajo, es inteligente pero a Laurent no le importó. Y pensar que era ella la que quería un bebé, me hizo tantas promesas antes de venir a este país, juro que me amaría y que yo sería la única mujer en su vida, pero nada fue así, sólo fueron palabras vacías.

Sofí aún estaba en el cuarto de la niña cuando su madre entro. Iba a retirarse de la habitación pero la mujer la detuvo.
— Puedo hablar un momento con usted doctora Reynolds? La chica parecía angustiada a punto de llorar, pensó que sería mayor pero ahora que la miraba con cuidado descubrió que era una mujer realmente joven en realidad, la invito a salir al pasillo.
— Dígame de qué necesita hablar
— Verá es complicado, la chica estaba nerviosa por la forma en que retorcía sus manos. No tengo dinero en estos momentos para pagar la cuenta o comprar los medicamentos, pero puedo salir y conseguirlo de alguna manera. Pero necesito su ayuda con algo delicado, me miro con ojos suplicantes.
— Hable, le dije escuetamente
— No soy ciudadana americana, mi visa está vencida y si doy mis datos en recepción ustedes se van a dar de cuenta y van a llamar a inmigración y me van a deportar y no se lo que ocurrirá con mi hija.
— Y usted quiere que no notifique a inmigración?
— Si por favor
— Sabe que es un delito lo que me pide? Soy la directora de este hospital y representante legal del mismo y si llego hacer algo así, iría a la cárcel
— Está bien entiendo usted tiene razón, la mujer respondió abatida, Si no doy mis datos creerán que mi hija no tiene madre y la llevarán a un centro infantil del gobierno, Si doy mis datos seré deportada y no se que pase con mi hija. Estoy entre la espada y la pared. Sabe iré a conseguir el dinero para mi niña y mañana usted puede hablarle a inmigración, sólo deme tiempo hasta mañana. La mujer dijo esto y salió corriendo, ya es tarde, dónde piensa conseguir dinero?
Media hora después de haberse ido su madre la niña despertó, me acerqué hasta su cama para hablar. El oxígeno ya había sido desconectado, y tenía el inhalador a la mano.
— Hola pequeña cómo te sientes? Le dedique una sonrisa
— Bien, me respondió con esa voz de bebé tan tierna. Tiene unos ojitos preciosos.
— Quello a mamá
— Tu mami vendrá a verte más tarde, estoy hablando con todo mi cuerpo, trato de hacer mímicas para que me entienda, pero no funcionan porque se pone a llorar
— Quello a mamá, dice mientras llora. Está bebé tiene asma y llorar no le hace bien, así que tomó una paleta de caramelo de mi bolsillo y se la doy, afortunadamente funciona y la niña deja de llorar para concentrarse en la paleta.

¿Ángel o Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora